lunes, 10 de enero de 2011

La Tibieza del Uruguay

Extraído de
Miedo y asco en MVD
La columna de Daniel Figares.


La Tibieza del Uruguay.

“Yo creo que ha llegado el momento de pasar la esponja y empezar de nuevo. Cada comarca en la tierra tiene un rasgo prominente, nosotros teníamos varios, pero ya no nos queda ninguno. Los habitantes de países lejanos se encuentran en la imposibilidad de sacarnos de eso que llaman armonioso conjunto de los pueblos de América mediante alguna característica de uso privado e inconfundible. Y ya es inmediato el momento en que nosotros mismos no sabemos quiénes somos, ni adónde vamos, ni de dónde venimos ni a qué demonios pagamos impuestos y ocupamos lugar”, reflexionaba el máximo escritor uruguayo, Juan Carlos Onetti en las gloriosas páginas de Marcha, la legendaria y brillante publicación de Don Carlos Quijano, allá x febrero de 1941. [¡Dos años después de escribir “El Pozo”!]

“Hubo un tiempo en que nos conocían desde lejos. Los hombres obesos y graves, y los niños que estudiaban geografía en la otra punta del mundo –que son en definitiva los únicos seres que se ocupan en estas cosas- asociaban el nombre de Uruguay a “un país de larga tradición democrática”. Vino el 31 de Marzo y no ha quedado nada en pie. Llegó el momento de palparnos, buscar un espejo y preguntar quiénes éramos. Enseguida perdimos otro rasgo fisonómico: el peso oro. Ya el espejo mostraba una borrosa, corriente imagen, pero que lograba defenderse del anonimato x algunos detalles.”

(Onetti habla acá del golpe de estado de Gabriel Terra, Presidente constitucional x el Partido Colorado entre 1931 y 1933, y de facto entre 1933 y 1938. A su período dictatorial se le conoce como ‘dictablanda’, aunque después de 1934 el terrorismo de estado acentuó la represión: asesinatos, muertes, deportados, detenidos, tortura policial, y represión constante ejercida particularmente contra los obreros y los estudiantes. La política exterior de la Dictadura de Terra fue de alineación con EE. UU. e Inglaterra en sus comienzos. Eran tiempos de recesión económica…/ Como se verá ni el Partido Colorado ni Bordaberry inventaron mucho con el golpe de 1973; más bien copiaron todo.) (Terra dejó paso a su cuñado, el también colorado Alfredo Baldomir, militar, arquitecto y político, quién había dirigido el golpe de Terra al frente de la Policía. X su parte Luis Alberto de Herrera, político, periodista e historiador, la máxima figura del Partido Nacional en 50 años, apoyó el golpe de estado y lo integró: en 1934 se creó el denominado vulgarmente “Senado de medio y medio”, compuesto en un plano de igualdad x terristas y herreristas.)

“¿X qué temblar?, nos dijimos –continua Onetti-. Somos el país del fútbol, de las hermosas playas que atraen a los turistas, del alegre carnaval de treinta días.”

“Nos hemos convertido en un pueblo con espíritu de velorio. Adoptemos una filosofía adecuada y reconozcamos que ‘no somos nada’. Más de una vez, con el estómago pesado x una bochornosa lluvia de discursos, hemos hablado de que adocenaban el país mentes tropicales y subtropicales. No era cierto, desgraciadamente. El trópico es calor, exceso y colorinche. El nuestro es un mundo gris, con cielo de ceniza y alma de notario de pueblo. No, no éramos fríos ni calientes: éramos tibios… Y ya fue dicho: ¡Ay de los tibios! Xque ellos no fueron ni fríos ni calientes…”

No era joda cuando Onetti decía que estaba a favor de los débiles, y sólo de los débiles, … ya que cuando pasan a ser fuertes se olvidan de donde vienen y qué condiciones tuvieron que sobrepasar para llegar adonde están.

Buen motivo para la reflexión éstas líneas, que no pierden vigencia ni actualidad, que tienen su valor incluso hoy, ya 2011, en medio del neocoloradismo frenteamplista [antes el socialismo de Batlle en el PC, que ya entonces vimos en qué había quedado; ahora el socialismo del FA que ya vemos en qué quedó], el neocoloradismo en el que se ha transformado el Frente Amplio, de esta seudo izquierda que es la que más juego le hace a la derecha en el Uruguay, del Partido Nacional tan imbuido en aquella filosofía del ‘medio y medio’ de Herrera o del ‘pacto del chinchulín’, la repartija de tres y dos en los cargos de los directorios [siempre en su papel de bisagra]; y x supuesto la bien llamada ‘dictadura de mercado’, la política económica del modelo capitalista que es sostenida férreamente x el mundillo político del que estamos hablando… y x la gente que pone guita detrás… que a veces son la misma cosa…

Dicen que cuando Quijano le propuso a Onetti que escribiera para Marcha una nota semanal sobre literatura uruguaya, este último le contestó: Pero, ¿cómo voy a hacer eso si no existe la literatura uruguaya? A lo que Quijano dijo: Tampoco existe la política uruguaya y ya ve, todas las semanas escribo un pesado editorial sobre la política.

Aunque no fuera verdad, ni Quijano pudo negarlo.

DanielFigares

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