martes, 30 de noviembre de 2010

Cada vez más presión fiscal sobre nosotros

A ver, parecemos todos tarados, la IMM tiene el mismo problema que el Estado, la mayor parte de la plata que nos sacan en impuestos, la vuelcan a sostener una cantidad abrumadora de empleados, luego a mantenimiento, y si sobra algo, a obras.

Ya lo he dicho unas dos millones de veces en el blog.

Para este país, con menos de 3 millones de habitantes, el tamaño del Estado es monstruoso al igual que el gobierno comunal.

Pero en lugar de achicar el estado, y hacer lo que le prometieron a sus votantes los del FA, no, no sólo meten gente a lo estúpido por puertas y ventanas y que no me jodan que no es así, sino que se crean muchos cargos para pagar favores, otro sentido no tiene y aunque seamos todos tarados, algunas galletitas no las comemos así nomás.

El presupuesto quinquenal es una burla a todos los ciudadanos de este país, es una tomada de pelo total, pero bueno, los manos de yeso lo van a votar, así que nada que hacerle.

Sería bueno que quienes votaron a este gobierno, lo tengan presente en las próximas elecciones, si es que las hay, porque con el totalitarismo que ostentan, hasta eso pongo en duda.

Extraído de El País
Editorial

[HOY IMPORTA]
Presión fiscal

La presión fiscal por habitante que en 2003 era de unos mil dólares anuales llegó en 2010 a tres mil dólares y no cesará de crecer en virtud de lo dispuesto en el nuevo presupuesto quinquenal. En efecto, para 2014 se estima que cada habitante de la República deberá contribuir con unos cuatro mil dólares al año para financiar los gastos del Estado. Estas cifras se deducen de un estudio presentado por la Cámara de Comercio a propósito del presupuesto que se tramita en el Parlamento.

En ese estudio se alerta sobre los excesivos desembolsos proyectados por el gobierno que "no plantea ahorrar nada de los aumentos de ingresos", fruto de la actual bonanza en materia de precios internacionales de las materias primas. Ahorro cero, sin una regla que, como en países como Chile, obliga a acumular reservas para cuando lleguen tiempos de vacas flacas. Para ese momento será difícil modificar el presupuesto puesto que el 53% se va en salarios y el 25% en gastos de funcionamiento en tanto se destina a inversiones apenas un 22%.

Un presupuesto que no propicia la anunciada reforma del Estado y menos aun reduce sus costos cuya financiación recae, en definitiva, sobre el sector privado, víctima de la elevada presión fiscal, encorsetado por crecientes regulaciones y "recibiendo bienes y servicios públicos que en general no tienen ni precios ni calidad adecuados", según denuncia la Cámara de Comercio. Al respecto, el estudio recuerda que la mala calidad de los servicios primarios del Estado en seguridad, educación y salud, por los que se pagan altos impuestos, muchas veces deben ser contratados por los particulares.

Un diagnóstico de la Cámara de Comercio tan inquietante como preciso.

El País Digital


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