Lo esencial es militar, no educar
Autor Gabriel Pereyra
Si los docentes quieren ganar más, si los liceos se llueven, si hay robos, si vienen elecciones, siempre, pero siempre, los que pagan con horas de clases perdidas son los alumnos
Los integrantes de los gremios docentes de Secundaria son unos capos, ante los cuales hay que sacarse el sombrero, no precisamente por su labor docente, pero sí por su acción militante.
Aunque figuran entre los funcionarios públicos que peores resultados de su gestión tienen para exhibir (cansa mencionar cifras sobre repetición, deserción estudiantil, resultados en pruebas internacionales, etc.), a pesar de ello lograron que la educación -posiblemente en el peor momento de su historia- obtuviese el mayor presupuesto de que se tenga memoria: unos US$ 2.000 millones al año, casi US$ 10 mil millones en el quinquenio. Y como está previsto que el PBI siga creciendo, y el presupuesto educativo está ligado a él, va a seguir creciendo también, sin importar si, simultáneamente, siguen aumentando los repetidores y los desertores. Unos capos.
Los gremios docentes reclaman tener toda la administración de la enseñanza; pero cuando se les pide que comiencen por controlar a los profesores faltadores, a los que mezclan su actividad pública con la privada, a los ineptos, responden que esa no es su tarea, que para eso están las autoridades. A pesar de esta actitud, lograron que el gobierno votara una ley que aumenta la presencia de representantes de los gremios docentes en la gestión de la enseñanza. ¡Capos!
Además, la ley prohíbe que se divulguen los resultados de gestión de cada liceo, por lo que es imposible saber cuál centro funciona bien y cuál funciona mal. La educación no está mal solo por los docentes, pero por esta vía se encubren las posibles ineficiencias de quienes tienen a su cargo los cursos. ¡Recapos! Y ahora, como la plata abunda y ya no puede ser un motivo para ejercitar la militancia y hacer paros, los gremios docentes apelan al tema de la inseguridad pública.
Como "en el entorno" del liceo 70 hay inseguridad, dicen, hicieron un paro por tiempo indeterminado. Los docentes del 66 también pararon, en apoyo a los del 70.
Otros cuatro liceos se sumaron, todos públicos, obvio. ¿Por qué les atacó esta inquietud por la seguridad en vísperas de vacaciones? En 15 días hay elecciones en el gremio docente.
¡Recontracapos de la estrategia militante! Si los docentes quieren ganar más, si los liceos se llueven, si hay robos, si vienen elecciones, siempre, pero siempre, los que pagan con horas de clases perdidas son los alumnos. Y así seguirá siendo hasta que algún gobierno declare que la educación es un servicio esencial, pero claro, para decidir eso hay que creérselo.
Los integrantes de los gremios docentes de Secundaria son unos capos, ante los cuales hay que sacarse el sombrero, no precisamente por su labor docente, pero sí por su acción militante.
Aunque figuran entre los funcionarios públicos que peores resultados de su gestión tienen para exhibir (cansa mencionar cifras sobre repetición, deserción estudiantil, resultados en pruebas internacionales, etc.), a pesar de ello lograron que la educación -posiblemente en el peor momento de su historia- obtuviese el mayor presupuesto de que se tenga memoria: unos US$ 2.000 millones al año, casi US$ 10 mil millones en el quinquenio. Y como está previsto que el PBI siga creciendo, y el presupuesto educativo está ligado a él, va a seguir creciendo también, sin importar si, simultáneamente, siguen aumentando los repetidores y los desertores. Unos capos.
Los gremios docentes reclaman tener toda la administración de la enseñanza; pero cuando se les pide que comiencen por controlar a los profesores faltadores, a los que mezclan su actividad pública con la privada, a los ineptos, responden que esa no es su tarea, que para eso están las autoridades. A pesar de esta actitud, lograron que el gobierno votara una ley que aumenta la presencia de representantes de los gremios docentes en la gestión de la enseñanza. ¡Capos!
Además, la ley prohíbe que se divulguen los resultados de gestión de cada liceo, por lo que es imposible saber cuál centro funciona bien y cuál funciona mal. La educación no está mal solo por los docentes, pero por esta vía se encubren las posibles ineficiencias de quienes tienen a su cargo los cursos. ¡Recapos! Y ahora, como la plata abunda y ya no puede ser un motivo para ejercitar la militancia y hacer paros, los gremios docentes apelan al tema de la inseguridad pública.
Como "en el entorno" del liceo 70 hay inseguridad, dicen, hicieron un paro por tiempo indeterminado. Los docentes del 66 también pararon, en apoyo a los del 70.
Otros cuatro liceos se sumaron, todos públicos, obvio. ¿Por qué les atacó esta inquietud por la seguridad en vísperas de vacaciones? En 15 días hay elecciones en el gremio docente.
¡Recontracapos de la estrategia militante! Si los docentes quieren ganar más, si los liceos se llueven, si hay robos, si vienen elecciones, siempre, pero siempre, los que pagan con horas de clases perdidas son los alumnos. Y así seguirá siendo hasta que algún gobierno declare que la educación es un servicio esencial, pero claro, para decidir eso hay que creérselo.
Blogalaxia Tags: uruguay, montevideo, vicepresidente, corrupción, fraude, presidente, intendencia, impuestos, IRPF gobierno, seguridad, ley
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