Aprovecho, ya que estoy dando palos, también se lo voy a dar a Amado, por su postura frente a lo que dijo Fernández Huidobro.
He coincidido con él, con Amado, en algunas cosas pero en otras muchas no, y en esto no coincido.
Él es un imberbe que no vivió en aquella época, habrá investigado y leído mucho, pero sabés qué Amado, vos no la viviste, sos otro chiquilín idealista y me permito decirte chiquilín desde mis 55 años, podrías ser mi hijo.
Vos no eras adolescente en aquella época y no tuviste miedo, terror de salir a la calle porque no se sabía en qué momento se armaba una manifestación de estudiantes, planificada en 18 de julio y uno quedaba atrapado en ella, donde se podía recibir un palo de garrón, porque en el medio de la turba, no te iban a preguntar si estabas de casualidad o eras parte.
Yo vi, porque lo viví, esperando a mi padre que era un empleado común y corriente, un vendedor, no éramos oligarcas, en el bar Rex con mi madre, a los manifestantes meterse en estampida, porque además eran cagones, si se me permite el improperio, porque salían a romper vidrieras pero cuando venía la metropolitana, salían corriendo, llevándose puestos a los que estábamos pacíficamente allí, tomando un cortadito y atrás de ellos a los policías con caballo y todo a seguirlos, vos no estuviste allí, cuando venía la horda de trabajadores de la Fábrica de Vidrios que estaba en Rivera y Comercio, con una violencia fuerte y nos agarraban a la salida del liceo pretendiendo que a prepo, repartiéramos volantes suyos de la CNT, justificando sus movilizaciones, paros y manifestaciones.
Vos no estabas ahí cuando los Tupamaros entraban en casas de personas trabajadoras, haciéndose pasar por trabajadores de Ute (que en aquella época era Usinas y Teléfonos del Estado), buscando armas, plata, y alguna alhaja que valiera algo para sus botines de guerra, tampoco estuviste cuando por esta situación, más de uno se murió de un ataque cardíaco, gente para mi muy querida, y sabés, en aquella época no había emergencias móviles y el teléfono más cercano era el del almacén, pero estos muertos, no cuentan para nadie, sólo para sus familias.
Tampoco estuviste para ver cómo dejaron el Bowling de Carrasco, ni para ver cómo mataron a la limpiadora ni a los 4 soldados que custodiaban, yo si los vi y no me olvidaré mientras viva, ni estuviste cuando acribillaron a balazos a Acosta y Lara, cuando lo secuestraban a Pereyra Reverbel ya como costumbre, ni cuando ejecutaron al policía que reconoció a Mujica en un bar, ni en la toma de Pando que tanto festejan estos anormales, año a año, olvidándose de las muertes que provocaron, tampoco estuviste en la enorme manifestación del pueblo que ya no toleraba más la situación, todavía puedo escuchar en mis oídos la sirena del diario El Día al pasar por allí.
Y no estuviste, cuando las operaciones rastrillo, dejaban al descubierto que el vecino pegado a tu casa fabricaba bombas para los Tupamaros, con el peligro que esto suponía para quienes vivíamos ahí.
Vos serás un parlamentario, muy culto, un investigador, un escritor, y todo lo que quieras, pero sabés qué, vos viste las fotos, leíste lo que otros decían, que no es lo mismo que vivirlo, yo soy una simple ciudadana que vivió aquella época y te puedo asegurar que no se olvida así nomás y que seguramente si tuvieras mi edad y la hubieras vivido, no estarías hablando ahora como lo hacés.
He coincidido con él, con Amado, en algunas cosas pero en otras muchas no, y en esto no coincido.
Él es un imberbe que no vivió en aquella época, habrá investigado y leído mucho, pero sabés qué Amado, vos no la viviste, sos otro chiquilín idealista y me permito decirte chiquilín desde mis 55 años, podrías ser mi hijo.
Vos no eras adolescente en aquella época y no tuviste miedo, terror de salir a la calle porque no se sabía en qué momento se armaba una manifestación de estudiantes, planificada en 18 de julio y uno quedaba atrapado en ella, donde se podía recibir un palo de garrón, porque en el medio de la turba, no te iban a preguntar si estabas de casualidad o eras parte.
Yo vi, porque lo viví, esperando a mi padre que era un empleado común y corriente, un vendedor, no éramos oligarcas, en el bar Rex con mi madre, a los manifestantes meterse en estampida, porque además eran cagones, si se me permite el improperio, porque salían a romper vidrieras pero cuando venía la metropolitana, salían corriendo, llevándose puestos a los que estábamos pacíficamente allí, tomando un cortadito y atrás de ellos a los policías con caballo y todo a seguirlos, vos no estuviste allí, cuando venía la horda de trabajadores de la Fábrica de Vidrios que estaba en Rivera y Comercio, con una violencia fuerte y nos agarraban a la salida del liceo pretendiendo que a prepo, repartiéramos volantes suyos de la CNT, justificando sus movilizaciones, paros y manifestaciones.
Vos no estabas ahí cuando los Tupamaros entraban en casas de personas trabajadoras, haciéndose pasar por trabajadores de Ute (que en aquella época era Usinas y Teléfonos del Estado), buscando armas, plata, y alguna alhaja que valiera algo para sus botines de guerra, tampoco estuviste cuando por esta situación, más de uno se murió de un ataque cardíaco, gente para mi muy querida, y sabés, en aquella época no había emergencias móviles y el teléfono más cercano era el del almacén, pero estos muertos, no cuentan para nadie, sólo para sus familias.
Tampoco estuviste para ver cómo dejaron el Bowling de Carrasco, ni para ver cómo mataron a la limpiadora ni a los 4 soldados que custodiaban, yo si los vi y no me olvidaré mientras viva, ni estuviste cuando acribillaron a balazos a Acosta y Lara, cuando lo secuestraban a Pereyra Reverbel ya como costumbre, ni cuando ejecutaron al policía que reconoció a Mujica en un bar, ni en la toma de Pando que tanto festejan estos anormales, año a año, olvidándose de las muertes que provocaron, tampoco estuviste en la enorme manifestación del pueblo que ya no toleraba más la situación, todavía puedo escuchar en mis oídos la sirena del diario El Día al pasar por allí.
Y no estuviste, cuando las operaciones rastrillo, dejaban al descubierto que el vecino pegado a tu casa fabricaba bombas para los Tupamaros, con el peligro que esto suponía para quienes vivíamos ahí.
Vos serás un parlamentario, muy culto, un investigador, un escritor, y todo lo que quieras, pero sabés qué, vos viste las fotos, leíste lo que otros decían, que no es lo mismo que vivirlo, yo soy una simple ciudadana que vivió aquella época y te puedo asegurar que no se olvida así nomás y que seguramente si tuvieras mi edad y la hubieras vivido, no estarías hablando ahora como lo hacés.
Blogalaxia Tags: uruguay, montevideo, vicepresidente, corrupción, fraude, presidente, intendencia, impuestos, IRPF gobierno, seguridad, ley
2 comentarios:
Totalmente de acuerdo con lo que dices. Nossotros, que vivimos esa época en la que mataron a amigos nuestros que no tenían nada que ver, somos los que podemos opinar
La pregunta es ¿qué pretende Amado con su postura? Atraer a lis izquierdistas. Aparentemente es es la postura. ¡Lamentable!
Hola AV
yo aún no puedo calibrarlo completamente. No entiendo su razonamiento, va de un extremo a otro, justifica lo injustificable, pero ha dicho también, muchas verdades, con las cuales estoy de acuerdo. Quizás si, sea el rebelde que atraiga gente de izquierda moderada, pero a veces me saca.... y no creo que sea la forma, él se olvida de la gente de nuestra edad que vivimos todo aquello en vivo y en directo.
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