Esto causa la ridiculez del control de patentes

Si bien este es un artículo de El País, incluye la carta de un lector que vale la pena leerla.
Si me pasa a mi, no se lo que hago, seguro que tiene razón del Toro, me pondría de muy mal talante.

Acá estamos al revés de la ley, se presume culpable hasta que demuestre inociencia, donde se vio?

Si tienen dudas de la residencia del propietario de un vehículo, debiera ser el Estado quien deba probar dónde vive la persona y que está violando una norma o la ley. Tienen todos los registros habidos y por haber, y formas de corroborar la residencia, así que no me vengan a joder.

Lo que quieren es ganar plata con las personas que no se presenten, no tener más trabajo, que los inspectores se lleven la cometa, y que sea el ciudadano el que deba facilitar la información.

Digno del estado, la ley del menor esfuerzo.

Control de patentes

La culpa es de los aforos

Guillermo Diez | Canelones

@| "La pintoresca `guerra de las patentes` parece no capitular nunca. No puede justificarse la idea de empadronar el vehículo en el lugar donde reside el dueño del mismo, debido a que con ese criterio los turistas argentinos, brasileños, etc., deberían matricular el auto en el Uruguay cuando llega la temporada de verano porque usan el pavimento, también los pozos.

Lo que está bien claro es que la raíz del problema es muy vieja y todo proviene del disparatado aforo, donde cada intendencia arbitrariamente cobra lo que le viene en ganas según le cierren o no sus cuentas.

La idea de nuestro Presidente de cobrar la patente dentro del precio del combustible no es mala y tampoco es un invento suyo, y sería una forma de democratizar la circulación. Y nuestro anterior Presidente, contento diría `el que circula más que pague más y el que circula menos que pague menos".

Y para aquellos que dicen que sería una injusticia que un humilde autito que se usa como herramienta de trabajo todo el día pagaría mucho más que suntuosas berlinas u ostentosos vehículos 4X4, olvidan que estos abonan suculentos impuestos cuando se importan."

Un viaje con Ocho notificaciones

Leonardo | Montevideo

@| "Habiendo tomado mis vacaciones anuales, junto a mi familia se nos ocurrió recorrer el Uruguay, algo que desde hace mucho tiempo queríamos hacer. Nada del otro mundo, solo conocer el litoral uruguayo.

Nos planificamos ir a Artigas recorriendo y conociendo la mayor cantidad de departamentos posibles. Es así que cargamos nuestro auto y emprendimos el viaje. Pasamos por Canelones y para nuestra sorpresa nos para un inspector de tránsito diciéndonos que deberíamos probar nuestra residencia en Montevideo, ya que el auto tiene esa matrícula. Nos entregaron una notificación que deberíamos comparecer en la comuna canaria en un plazo de 15 días. Guardé la misma en la guantera y seguimos viaje.

Al llegar a San José otra vez, un inspector, una parada y otra notificación. Indefectiblemente nos pasó lo mismo en Colonia, Soriano, Río Negro, Paysandú, Salto y al llegar a Artigas, como no podía ser de otra manera, también.

En ese entonces ya habíamos consumido 8 días de los 15 que nos había dado la primer comuna (la de Canelones). ¿Qué hacer? ¿Volver y estropear las vacaciones o continuarlas con el riesgo de que los plazos se venzan y quedar expuestos a las represalias correspondientes? Decidimos continuar nuestro viaje y tratar de disfrutarlo a pesar de todas las notificaciones entregadas. Así lo hicimos y continuando con el plan inicial, nos quedamos en Artigas conociendo distintos lugares.

Al acercarse el término de nuestros 15 días de vacaciones emprendimos el regreso, ya no haciendo tantas paradas como a la ida.

Cuando llegamos a casa, y ya metidos nuevamente en los temas cotidianos, empezamos a evaluar qué hacer con las 8 notificaciones. Nos preguntábamos si deberíamos nuevamente recorrer todas las intendencias para probar nuestra residencia, o de lo contrario tendríamos que pagar la multa del 100% de cada patente de cada departamento. La verdad que no supimos que hacer.

Parece de ficción..."

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