Extraído de El Observador
Contacto con Héctor Amodio
Pérez
El legendario extupamaro acusado de traición por el MLN mantuvo varias
conversaciones con El Observador y respondió a 15 preguntas por escrito
+ Gabriel Pereyra @gabrielhpereyra
“Sí, es el Negro”, dijo el
veterano dirigente tupamaro Julio Marenales cuando le mostraron algunas de las
cartas que llegaron a varios medios de comunicación, fechadas en España y
firmadas por un presunto Héctor Amodio Pérez, dirigente tupamaro considerado
por el MLN como el mayor traidor que contribuyó al demembramiento de la
guerrilla en la década de los 70. Desde entonces la figura de Amodio ha sido la
de un fantasma legendario, que los tupamaros intentaron asesinar en varias
ocasiones y cuyo paradero se desconoce.
Los medios que recibieron
las misivas decidieron no publicarlas al no estar 100% seguros de su
autenticidad. A juicio de El Observador, los grados de certeza de si se trataba
o no de Amodio aumentaron de manera importante cuando este le envió una carta
personal a otro extupamaro, Marcelo Estefanell, en la que aludía a
circunstancias del pasado que solo ellos dos podían conocer. Para Estefanell,
como para Marenales y otros tupamaros, no quedan dudas: “Es Amodio”, declaró a
El Observador, medio que no había recibido ninguna de estas misivas.
Hace unos días en su portal
web El Observador publicó 15 preguntas que sería pertinente hacerle a Amodio.
Desde entonces, el exdirigente tupamaro mantuvo varios contactos directos con
el diario. En uno de esas conversaciones, se le plantearon dos preguntas con
hechos poco conocidos extraídos del extenso periplo de Amodio como guerrillero
y, sin dudarlo, este dio las respuestas correctas.
En consideración de estas circunstancias es que El Observador publica a continuación las respuestas que Amodio Pérez hizo llegar por escrito al diario en relación a aquellas 15 preguntas publicadas el 11 de mayo:
En consideración de estas circunstancias es que El Observador publica a continuación las respuestas que Amodio Pérez hizo llegar por escrito al diario en relación a aquellas 15 preguntas publicadas el 11 de mayo:
“Sábado, 11 de mayo de 2013. Como todos los
días, después de desayunar, abro el correo. El Observador ha decidido
hacerme quince preguntas, una vez que se ha convencido que soy yo el autor de
las cartas que El País, la diaria, La República y Brecha han recibido desde
marzo, además de la enviada a Marcelo Estefanell. No se menciona para nada una
carta enviada el 26 de abril desde Córdoba, por lo que ignoro si no la han
recibido o están dosificando la información, para ver qué pasa.
Paradojas de la vida. Un diario que ignoré como destinatario de mis cartas es el primero que está dispuesto a darme voz.
Aquellos que pregonan su
condición de periodistas independientes y que se han hecho portavoces de una
mentira histórica que no resiste un simple análisis hacen malabares para
ocultar lo que digo, y me exigen a mí pruebas de lo que afirmo sin exigirle lo
más mínimo a quienes durante estos cuarenta años se han servido de la mentira
para ocultar su responsabilidad en la debacle del MLN, que alcanzó su momento
culminante en 1972 pero que fue iniciada tiempo antes, en los patios y
celdarios del Penal de Punta Carretas.
Mientras, cualquier
aprovechado tuvo carta blanca para decir de mí lo que se le ocurriera, dando
voz y credibilidad a todo aquel que estuviera dispuesto a enchastrarme.
1. ¿En qué momento y por qué usted decide comenzar a colaborar con los militares?
1. ¿En qué momento y por qué usted decide comenzar a colaborar con los militares?
1. En junio
de 1972. Wassen había sido trasladado al Florida para participar en las
negociaciones acerca de una posible tregua, iniciativa que partió de Fernández
Huidobro. Como ya expliqué anteriormente, el que dio los datos para la
ubicación de la Cárcel del Pueblo fue Wassen, lo que acordamos él, Wolff y yo,
hecho que hoy es aceptado, asumido e incluso perdonado, pero que en mayo de
1972 fue el punto de partida para mi acusación. Wassen quiso informarme de que
él ya había hecho suya la responsabilidad, pese a lo cual el MLN mantuvo que
era yo “el delator” y yo le informé acerca de las discusiones mantenidas por mí
con Sendic y Marenales y juntos llegamos a la conclusión de que se me tomaba
por “cabeza de turco”.
2. ¿En qué consistió esa
colaboración?
2. Las FF.AA. entraron
en la represión sin tener idea de nada. La Policía les pasó parte de la
documentación que tenía acumulada, pero eso fue como si a un niño que está
aprendiendo a leer y escribir se le pide un análisis de La Odisea. Cada unidad
actuaba por su cuenta, en base a criterios propios, sin que hubiera ninguna
coordinación entre ellas. Ello produjo en unos pocos días un caos total, ya que
los detenidos lo eran por docenas y cada uno proporcionaba información en base
a nombres y seudónimos que se repetían docenas de veces. Así, una unidad del
interior tenía detenidos a militantes que eran buscados en Montevideo y
viceversa. Lo mismo pasaba con los locales: el mismo local era señalado por
tres o cuatro detenidos, lo que produjo allanamientos casi simultáneos,
produciéndose enfrentamientos entre las unidades intervinientes, incluso con
muertes de por medio entre las FFAA. El estado mayor de entonces había creado
una repartición, la OCOA, pero sin dotarla de medios ni personal capacitado.
(Armando) Méndez, en esos momentos teniente segundo, era el único oficial que
valoraba la importancia de la coordinación entre las unidades, y ya a poco de
mi detención me propuso “ordenarle los papeles” a cambio de mi liberación
posterior. Yo me di cuenta de que era una labor imposible, y así se lo
manifesté a Méndez, y cuando Alicia (Rey Morales) fue trasladada al (Batallón)
Florida (mi exigencia de su traslado coincidió con el pedido de su presencia
hecho por los otros presos que iban a participar en las negociaciones) retomé
la iniciativa de Méndez como medio de lograr nuestra libertad. No nos quedaba
otra alternativa. Méndez aceptó, previa consulta con (el general Esteban)
Cristi. El intento duró apenas unos días, ya que a lo inútil de la tarea se
unió el intento de secuestro de Méndez, fraguado entre Fernández Huidobro y el
propio Wassen, que Alicia y yo desbaratamos. Esto fue lo fundamental, aunque
Cristi puso como condición adicional que testificáramos contra (el senador
Enrique) Erro, ya que dudaban que los demás que lo habían señalado como
colaborador (Fernández Huidobro, Rosencoff y Maneras) lo hicieran ante el juez.
3. ¿Por qué llegó al extremo de salir vestido de militar a marcar gente por la calle?
3. ¿Por qué llegó al extremo de salir vestido de militar a marcar gente por la calle?
3. Eso forma parte de
la estrategia para acusarme. Nunca lo hice. Como a todos los detenidos, se nos
vestía de soldados para los traslados, ya fueran a los juzgados, al hospital o
a visitar a nuestros padres, que de todo hubo y no he sido el único. ¿Por qué
nunca se ha señalado a los que “marqué? ¿Por qué, si eso hubiera sido verdad el
MLN no modificó nunca la forma en que se producían los encuentros callejeros?
4. ¿Qué dice a los rumores
acerca de que usted era un infiltrado desde antes de empezar a colaborar?
4. Según todos
los códigos éticos por los que la prensa se rige, los rumores exigen
confirmación, y en lo que a mí respecta, esos no han sido confirmados nunca. Lo
mismo sucede con las afirmaciones realizadas por historiadores, escritores,
politólogos y comentólogos varios. Por el contrario, los rumores se han visto
aumentados por maquinaciones de
todo calibre y que más bien responden a ajustes de cuentas personales de ex
compañeros a los que en su momento tuve que enfrentarme por cuestiones
organizativas y han pretendido “ajustarme las cuentas”.
5.
¿Es cierto que hizo trabajos para el Mossad israelí y para la CIA
estadounidense?
5. Sí. Cuando en 1968, a iniciativa de Fernández Huidobro y Sendic me incorporo al Comité Ejecutivo del MLN, el Mossad me asigna la tarea de desarrollar el proceso de descentralización organizativa, que tendrá como exponente máximo de su éxito a la columna 15, antaño tan denostada y hoy ejemplo de trabajo eficaz.
5. Sí. Cuando en 1968, a iniciativa de Fernández Huidobro y Sendic me incorporo al Comité Ejecutivo del MLN, el Mossad me asigna la tarea de desarrollar el proceso de descentralización organizativa, que tendrá como exponente máximo de su éxito a la columna 15, antaño tan denostada y hoy ejemplo de trabajo eficaz.
El Mossad fue también el
que me asesoró en todo lo que tenía que ver con la planificación de las
acciones, seguridad de los locales en que funcionábamos, etc.
No desperté el interés de la CIA hasta la primera fuga de la Cárcel de Mujeres, en la que no participé pero contribuí a planificar. A partir de ahí todo mi accionar será supervisado por la CIA: (el comisario Héctor) Morán Charquero, General Motors, Pelegrini Giampietro y la negociación para su liberación, el Francés Italiano, la toma de Pando, el perfeccionamiento del servicio de documentación, la falsificación de cheques de grandes empresas que durante un tiempo nos permitió financiarnos sin asaltar bancos, la falsificación de los billetes de 5.000 pesos y la inconclusa de los de 100 dólares... para por fin, a pedido de Zabalza y Mujica hacerme cargo de la segunda fuga de Punta Carretas. Producida la misma se me asigna la responsabilidad de organizar el Servicio de Inteligencia del MLN, tarea frustrada por el devenir de los hechos que se producirán de inmediato, consecuencia lógica de los desmanes organizativos y estratégicos que se habían llevado a cabo, pese a mis planteos en contrario, sugeridos ya no por la CIA sino por el FBI.
No desperté el interés de la CIA hasta la primera fuga de la Cárcel de Mujeres, en la que no participé pero contribuí a planificar. A partir de ahí todo mi accionar será supervisado por la CIA: (el comisario Héctor) Morán Charquero, General Motors, Pelegrini Giampietro y la negociación para su liberación, el Francés Italiano, la toma de Pando, el perfeccionamiento del servicio de documentación, la falsificación de cheques de grandes empresas que durante un tiempo nos permitió financiarnos sin asaltar bancos, la falsificación de los billetes de 5.000 pesos y la inconclusa de los de 100 dólares... para por fin, a pedido de Zabalza y Mujica hacerme cargo de la segunda fuga de Punta Carretas. Producida la misma se me asigna la responsabilidad de organizar el Servicio de Inteligencia del MLN, tarea frustrada por el devenir de los hechos que se producirán de inmediato, consecuencia lógica de los desmanes organizativos y estratégicos que se habían llevado a cabo, pese a mis planteos en contrario, sugeridos ya no por la CIA sino por el FBI.
6. ¿Cuánto pesó en su
decisión de colaborar el hecho de que su pareja Alicia Rey Morales hubiese sido
detenida?
6. Alicia no fue
detenida: se entregó para facilitar la fuga de quienes la acompañaban en esos
momentos, entre ellos el actual presidente uruguayo, el señor José Mujica
Cordano, en esos momentos el compañero Ulpiano. Si bien el resultado es el
mismo, hay diferencias entre ser detenido y hacerse detener para salvar a
compañeros.
Pero reconozco que tuvo una
importancia fundamental. Wolff y yo habíamos salido a buscar ayuda (hoy sé que
a casa de Marcelo Stefanell) y Alicia tomó su decisión cuando yo ya no podía
ayudarla. Los beneficiarios de la decisión de Alicia ni siquiera lo intentaron.
Cuando mantengo la última discusión con Marenales, Sendic y Engler en el
Santiso, ninguno de los tres tuvo alguna palabra de reconocimiento de su gesto,
al contrario de los demás presentes en el local, entre ellos el Coco Recalde,
Efraín Martínez Platero, Tabaré Rivero Cedrés, Wolff, Mujica y muchos más de
los que ignoro su nombre.
7 A usted se le endilga parte de la derrota militar, ¿cuál era el estado de la organización guerrillera cuando usted cayó preso?
7 A usted se le endilga parte de la derrota militar, ¿cuál era el estado de la organización guerrillera cuando usted cayó preso?
7. Según Zabalza,
que da amplios detalles en (el libro de Hugo Fontana) “La piel del otro” de las
actividades divisionistas de las que tomó parte junto al actual ministro de
Defensa y a Raúl Sendic, de cuya biografía se han borrado todos los errores y
horrores cometidos por él y/o en su nombre, se produjo el 16 de marzo de 1972
una reunión que acabará con las formas organizativas que habían permitido el
desarrollo a partir de 1968 y que hicieron posible superar las consecuencias de
Pando y la debacle producida por las caídas de Almería. A partir del 14 de
abril, como resultado de la forma desaprensiva en que se pone en marcha el plan
Hipólito, la aventura descabellada del Segundo Frente y la desaparición de las
formas organizativas, el MLN se autodisuelve. Pese a que se dice que estaba
desconectado y que no recibía información, participé en varias reuniones donde
se discutió qué camino seguir. Siempre propuse replegarnos, desaparecer de las
calles y tratar de recomponer lo que quedara. En abril creí que algo era
salvable. Prueba de ello es la nota que el Ejecutivo recibió a principios de
mayo de 1972, y que algunos han publicado como mi pedido de baja. Después pude
comprobar que no. El MLN estaba liquidado. El resultado hubiera sido el mismo.
Quizás las FFAA habrían tardado un mes más, dos, en el mejor de los casos.
8 ¿Cómo y por qué fue dado
de baja del MLN?
8. Nunca fui dado de baja. Es cierto que la pedí pero se me negó. A
un dirigente que ha ocupado los puestos que ocupaste, no se le da la baja,
palabras más o menos, de boca de Marenales y Sendic. Darme la baja
hubiera sido tener que explicar las razones, y eso fue lo que se quiso evitar.
Si como se dice estaba desmoralizado, pesimista, desplazado y ya se pensaba que
iba a “traicionar”, quedaban dos soluciones: tenerme controlado en un local lo
más seguro posible o pegarme un tiro.
Sin embargo, lo que se hizo
fue ponerme en circulación, enviándome a un local que se sabía quemado. Lo
demás vendrá por añadidura.
9
¿Qué piensa del nivel de autocrítica que hizo el MLN sobre acciones como la
ejecución del peón Pascasio Báez?
9. Hasta diciembre de 1971, fecha en que se produce la muerte de
Pascasio Báez, todas las decisiones de esa envergadura eran consultadas por la
Dirección del MLN con los organismos intermedios. Esa decisión no se consultó,
ya que en esos momentos yo integraba el Comando General de Montevideo y me
enteré de lo sucedido estando preso, creo que en el Florida. Ignoro los
alcances de la autocrítica, ya que solo conozco lo que el MLN ha tenido a bien
comunicar y las apreciaciones de Zabalza. Ahora bien, el MLN en su conjunto
nunca hizo autocríticas profundas sobre ningún tema, y los que lo hicimos
tuvimos que soportar algunas bromas provenientes de algún insigne líder, que
nos bautizó como “los camióncríticos”, dando pruebas de lo mucho que le
importaban. En cuanto a las apreciaciones de Zabalza, él desvía toda la
responsabilidad hacia Píriz Budes, ocultando que la tatucera era de la columna
del Interior, cuyo gran timonel era el compañero Raúl Sendic y dudo mucho, pero
que muy mucho que su opinión no hubiera sido tenida en cuenta si hubiese sido
en sentido contrario al adoptado. Nada tiene que ver la muerte de Pascasio Báez
ni las otras posibles formas de evitar su denuncia ni con la Justicia
Revolucionaria ni con el Segundo Poder que reivindicábamos como derechos.
Responde a la desvalorización de la vida que de manera inexorable nos fue
invadiendo, dándole más valor a las cosas materiales, todo lo contrario a los
criterios que hasta entonces se habían mantenido y que arrancan en 1966.
Es, simplemente un crimen,
no tiene justificación ninguna.
10 ¿Cómo ve actualmente un
gobierno liderado por un tupamaro?
10. Lo veo coherente con la evolución política, no solo de Uruguay sino de América Latina. El triunfo electoral del FA es consecuencia de la suma de todo lo ocurrido por lo menos desde 1960, MLN incluido. De vez en cuando convendría aclarar, ante las críticas de que el MLN inició y desarrolló su accionar bajo gobiernos democráticos, que los mismos se sustentaban en leyes electorales tramposas, que permitían que solo los partidos tradicionales pudieran gobernar, para satisfacer sus intereses económicos. No me corresponde juzgar cómo lo hace.
10. Lo veo coherente con la evolución política, no solo de Uruguay sino de América Latina. El triunfo electoral del FA es consecuencia de la suma de todo lo ocurrido por lo menos desde 1960, MLN incluido. De vez en cuando convendría aclarar, ante las críticas de que el MLN inició y desarrolló su accionar bajo gobiernos democráticos, que los mismos se sustentaban en leyes electorales tramposas, que permitían que solo los partidos tradicionales pudieran gobernar, para satisfacer sus intereses económicos. No me corresponde juzgar cómo lo hace.
11
¿Cómo y hacia dónde fue su salida de Uruguay en los 70?
11. En auto y hacia Brasil. Nos dejaron en la frontera en Rivera.
11. En auto y hacia Brasil. Nos dejaron en la frontera en Rivera.
12 ¿Qué hizo y de qué vivió
estos 40 años?
12. He vivido de mi trabajo y aún lo sigo haciendo.
13. ¿Los militares sabían
de su paradero?
13. Nunca, al menos por
mi parte.
14 ¿Sabía que el MLN lo
buscaba para matarlo?
14. Esta pregunta ya la contesté en la reunión del IMES, mayo de
1973. (Alude a una reunión con políticos en el Instituto Militar de Estudios
Superiores, aunque El Observador no está en condiciones de aclarar cuál es la
respuesta a la pregunta).
15 ¿Por qué piensa que quisieron matarlo a usted y no a Píriz Budes, el otro traidor que nunca se fue de Uruguay y todo el mundo sabe dónde vive?
15 ¿Por qué piensa que quisieron matarlo a usted y no a Píriz Budes, el otro traidor que nunca se fue de Uruguay y todo el mundo sabe dónde vive?
15. La pregunta es
capciosa, ya que se refiere a Píriz Budes como el “otro traidor”. La respuesta
es bien sencilla: yo discutí las decisiones del MLN y las combatí en la medida
de mis posibilidades, mientras que Píriz Budes es corresponsable de haberlas
tomado.
Creo haber dado cumplida
respuesta a su cuestionario.
Héctor Amodio Pérez”.
La respuesta 5 es una ironía
La respuesta que Amodio da a la pregunta 5
llamó la atención a muchos ya que reconoce haber trabajado para la CIA y el
Mossad. Luego aclaró que era una ironía. “Reconozco que mi sentido del humor es
delicado, pero creí que se entendía. Del contexto del resto de las cartas se
desprende que estoy negando las acusaciones”, afirmó el hombre que por 40 años
fue una especie de fantasma legendario
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