"PASCASIO BAEZ : EL TRABAJADOR
RURAL"
El
Presidente de la República se trasladó a Caraguatá, para
celebrar y homenajear a los "trabajadores rurales" en su día.
El
jefe de estado uruguayo -como siempre- habló, habló y continuó hablando. Fiel a
su estilo chavista, entre asado y vino, sin saber mayormente de lo que hablaba.
Durante ocho horas, defendió a los peones rurales, sus necesidades de
alimentación, su descanso, etcétera. En definitiva, defendió lo que todos defendemos,
esto es, la calidad de vida que merece cualquier ser humano.
En su
maratonica retórica, José Mujica se arrogó ser el primer presidente en la
historia del Uruguay que asistía a celebrar el día del trabajador rural, pero
olvidó que ese día -el de los trabajadores del campo- debió haber recordado al
"Mandela" de los peones rurales. El presidente obvió mencionar a Pascasio
Báez, y pedir perdón por su asesinato. Lo correcto hubiera sido que
recordara que él también es el primer jefe de estado que ha sido cómplice, del
homicidio de un humilde "peón rural".
Antes
de que otros intenten poner arriba de los libros falsas historias -como se han
ocupado de hacerlo hasta el día de la fecha, mostrándose como supuestas
"almas buenas"-, es menester recordar a Báez.
Pascasio
Báez era -como ya se dijo- un peón rural. Tenía 46 años, era casado y tenía
hijos, y siempre había residido en el campo, preferentemente por la zona de Pan
de Azúcar.
Votaba a los Blancos, pero jamás había militado en
política.
Se ganaba la vida con changas: éstas arribaban en la forma de
trabajos en la construcción, confeccionando alambrados, o lo que 'saliera'. Ese
día en particular, había salido a buscar el caballo perdido de un vecino.
Esto
sucedió a fines de diciembre del año 1971.
Existía democracia; había
parlamento... pero también habían Tupamaros.
En su
búsqueda, Báez llegó hasta la cabaña "Espartaco", localizada en la
Ruta 9, a unos diez kilómetros de Pan de Azúcar; se topó con un hombre que
salía de una tatucera.
Aquella era la "Caraguatá",
quizás, la más importante del MLN, a los efectos de extender su radio de
operaciones hacia el interior del país. Pascasio Báez fue detenido, y su
destino final comenzó a jugarse.
Esas instalaciones valían mucho para los
guerrilleros Tupas, y las alternativas que se manejaron fueron tres:
detenerlo indefinidamente, llevarlo al exterior, o ejecutarlo.
La
decisión fue darle muerte.
A fines del '71, la dirección del MLN
estaba integrada por Mauricio Rosencof, Henry Engler, Wasem Alaniz,
Donato Marrero y Píriz Budes.
El ejecutor, Ismael Bassini,
fue quien le dio la inyección letal de pentotal a Báez Mena.
Dejarlo
suelto los hubiera forzado a abandonar la tatucera y perder su costo;
abandonar Espartaco y todo lo hecho allí. Se arriesgaban la suerte y
el destino de muchos "compañeros".
Así
encontró la muerte Pascasio Báez.
Asesinado -con premeditación y alevosía- bajo
el justo manto del eufemismo "ejecutado", por el grave delito de
toparse con un señor terrorista que salía de una tatucera en medio del campo...
para mayor gloria de los santos Tupamaros.
Porque el valor de una tatucera era superior a la vida de un humilde peón rural.
Visto el olvido del Presidente Mujica y su entorno, sería
oportuno que la oposición recordara y rinda homenaje a Pascasio Baez en el Parlamento,
y proponga que el dia del "Trabajador Rural" sea denominado, desde
hoy, "Pascasio Báez".
Quizás,
este accionar de la oposición política sirva al noble objetivo de refrescar la
memoria y la consciencia del Presidente José Mujica...
Jorge Azar-Gómez
Ex representante de Uruguay ante ONU
Mail : azargomezjorge@gmail.com
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