Pocas veces hemos vivido un año como el que acabamos de cerrar. Pocas veces
hemos deseado todos, que pasara de la manera mas rápida un período anual como
el que ya pertenece, desde hace seis días, al pasado inmediato. Cuando decimos todos,
sabemos que es así aun para quienes ejercen el gobierno, pues como nunca se ha
acumulado en estos doce meses acontecimientos negativos, errores y horrores,
responsabilidad propia e intransferible del Frente Amplio.
Un año en que hubo que soportar el azote de la guarangada, las palabrotas y la bajeza ya adoptadas como modelo de comportamiento, no solo por el Presidente sino que también por alguno de sus subordinados en el gobierno, dirigentes sindicales y el coro "progresista", que parece no poder distinguir lo popular de lo
ordinario.
Un año de falta de rumbo, de mínima claridad en cuanto al camino a
seguir tanto en lo interno como lo externo.
Encerrados en la vuelta corta, sin
vuelo para un planteo internacional imaginativo y pragmático que tuviera en
cuenta las posibilidades de clientes, aliados y apoyos en todo el mundo.
Cumpliendo en el Mercosur el sórdido papel de apuñalar al Paraguay por la
espalda, a cambio de las monedas venezolanas, dejando por el camino no solo la
lealtad sino que entregando la legitimidad que era nuestro escudo en la región.
Argentino dependientes al extremo, aceptamos canjear lo que nos corresponde por
derecho a cambio de lo que nos quieran dar. "Lo mío es mío y lo tuyo,
vamos a ver", parece ser la mejor manera de describir la posición de los
vecinos para con el gobierno del señor Mujica, a quien, de paso, botijean los
jerarcas porteños, tratándole de "che Pepe"
Y cuando las papas queman, media vuelta repentina y, ¡al estribo del Brasil!,
como si los dos vecinos fueran zonzos. Sin coherencia y sin sentido del interés
nacional
En lo interno, dos aspectos, ambos negativos.
El primero es la falta absoluta
de rumbo medianamente claro. Si se toma, como debe ser, el mensaje del
Presidente el día de asumir, nada de lo allí comprometido se ha cumplido.
El
más grande fracaso, por sus consecuencias profundas y de difícil reversión, es
la crisis educativa. En marzo llegaremos a los ocho años de gobierno frentista
con mayoría absoluta y con recursos a granel. Todo ha empeorado en la formación
de los jóvenes. No hay disciplina ni valores ni conocimientos mínimos para
encarar la vida de trabajo.
El poder político ha cedido ante el sindical en un
vaciamiento del gobierno democrático que será recordado como un escalón
importante en el descenso de la calidad representativa de nuestro gobierno. Ni
siquiera lo que con recursos se puede remediar se hizo: siguen los baños sin
uso y los techos con rajaduras.
El nuevo sistema de salud ha empeorado las
prestaciones sanitarias, ha llevado a la crisis con los especialistas y paga
sumas que no alcanzan por cada afiliado. Millones se aportan de rentas
generales, además de los que se le hace pagar a asalariados y jubilados.
Añoramos todos el tiempo en que el mutualismo era bueno y la salud publica perfectible,
cuando se construían hospitales y había una ambulancia en cada pueblo.
Seguridad inexistente, con un ministro que niega aun las cifras de muertos. Los
presos sometidos a una violación cotidiana de los más elementales derechos
humanos y siete años sin haber comprendido que sobraba el dinero para construir
lugares de reclusión dignos y especializados en menores y mayores.
¿Plan de obras públicas? No hay, no existe en el presupuesto. Todo lo que se
ganó en el avance de la agricultura y la forestación, lo que representa la
calidad de país puerto, en peligro porque no dan abasto las carreteras y los
puentes son trampas mortales.
Mortal fue el salto que protagonizó el ministro
Lorenzo cuando avisó que había más millones para repartir en el absurdo concepto
de "espacio fiscal" o sea gastemos aunque haya déficit, total un poco
más… Un poco más, bastante más, peligrosamente más es la inflación, más allá de
que se la pretenda tapar y esconder con una política monetaria que terminara
con los exportadores, quienes no pueden cerrar sus cuentas.
Como telón de fondo la "equivocación" de Pluna, que para equivocación
resultó bien grandecita. Se equivocó Astori que no llamó a los que sabían y, a
dedo, eligió a un experto … en lechería como muy acertadamente comentó el Pte.
Mujica. Empresario con suerte pues el mismo que lo eligió le regaló garantía
del estado para sus deudas, nadie sabe por qué, pero todos saben cuanto costó.
El remate, el aval, el no pago de nada ya son idea y acción del propio Mujica y
el ministro Lorenzo con la ayuda del Sr. Calloia.
Todo a lo república bananera
que parece ser el modelo chavista que el FA quiere seguir.
En fin, con razón
queríamos todos que pasara este peculiar 2012. Pero algo hay en el ineludible
futuro: que este gobierno seguirá y que lo seguirán los frutos de lo que ha
sembrado.
Por aquello de que "por sus frutos los conoceréis", nada
bueno nos espera, pero eso es para el mes que viene.
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