Extraído de El País
Líos sobre ruedas
A los 250.000 conductores de Montevideo, tener un auto les sale caro: sólo en impuestos gastan 2.000 dólares por año. Son perseguidos por la comuna y todos recuerdan episodios de violencia en esquinas problemáticas.
Eloísa Capurro
A los 250.000 conductores de Montevideo, tener un auto les sale caro: sólo en impuestos gastan 2.000 dólares por año. Son perseguidos por la comuna y todos recuerdan episodios de violencia en esquinas problemáticas.
Eloísa Capurro
Una de las patentes más caras del país, controles mecánicos obligatorios, estacionamiento tarifado y el estrés de ser increpado en cada esquina por jóvenes que piden unas monedas a cambio de limpiar el parabrisas. Aunque el pudor de la clase media impide a muchos reconocerlo, tener un auto en la capital se ha vuelto un verdadero problema.
También tiene cosas buenas, como lo sabe aquel que vuelve del trabajo en un ómnibus repleto y con un guarda de malhumor. Pero eso no impide que por ahí se repita aquello de que "en este país tener un auto es para problemas".
Sólo en gastos impositivos un auto de clase media puede consumir entre 1.400 y 2.500 dólares anuales. Los gastos de mantenimiento, que todo dueño de un automóvil asume al momento de la compra, quedan bastante menores en la comparación: entre 500 y 1.600 dólares anuales dependiendo de los kilómetros recorridos y de la dedicación del dueño. Otros 1.500 dólares por año se van en pagar el combustible. Y todo esto, claro, sin contar con las monedas que uno debe tener a mano si no quiere enojar a los cuidacoches o a los jóvenes que limpian vidrios.
Pero no se trata únicamente de pagar o de haber quedado preso de esa incomprensible polémica que ha dado en llamarse "la guerra de las patentes". Es también salir a la calle sin saber cómo eso se va a fiscalizar y qué papeles debería uno tener en la guantera.
vigilados. Desde que se anunció que el 1° de enero comenzaría el control de vehículos que estuvieran empadronados en otros departamentos, los trascendidos acerca de qué implicaría la fiscalización incluyeron un pase al Clearing de Informes para los deudores y el recurrir al servicio 911 para el retiro de chapas de los infractores.
Ahora se estudia un protocolo bastante más afable para los 250.000 conductores que circulan por Montevideo. Se pedirá el año del vehículo, el domicilio del propietario y la libreta de conducir del conductor. Si hay anomalías habrá que presentarse a una oficina de reempadronamiento. Bastante menos que sacar la chapa o llamar al 911.
Pero el problema de fondo, sigue ahí. Montevideo tiene una de las patentes más caras del país. Un vehículo del año 2000 Volkswagen Gol (una de las marcas más solicitadas por la clase media junto al Chevrolet Corsa y los Fiat Uno y Palio, según expertos), puede pagar hasta 11.000 -casi lo mismo que los aforos para los vehículos de 2009 y 2010-. En Colonia el mismo auto apenas pagaría unos 3.000 pesos y en Maldonado y San José unos 7.000, de acuerdo a datos de la Asociación de Concesionarios de Marcas de Automotores (Ascoma).
Según explicó el director de Tránsito de la comuna, Gerardo Urse, se calcula que un 40% de los autos que circulan por Montevideo no tiene matrícula capitalina. Muchos de ellos deberán ser reempadronados o pagar la multa que equivale al 100% del valor de la patente.
a pagar. Otro de los gastos obligatorios al tener auto es, desde el año pasado, el seguro. Aprobada en noviembre de 2008, la ley que establece la obligatoriedad del seguro contra accidentes de terceros recién comenzó a fiscalizarse en agosto de 2009 ya que -al igual que con las patentes- existieron dudas acerca de cómo fiscalizarla.
Hasta ahora el Banco de Seguros del Estado concretó 191.800 seguros obligatorios, cuyo precio único es de 1.900 pesos y que debe renovarse anualmente. Sin embargo la mayoría de los automovilistas consultan por otros planes que van desde un seguro de responsabilidad civil, hasta uno total. Para un auto Volswagen Gol de 2009 a nafta, el BSE calcula un seguro total de 24.413 pesos sin bonificaciones.
Es que si se pertenece al Automóvil Club, al Sindicato Médico del Uruguay o a la Caja de Profesionales, se puede pagar hasta un 11% menos. Incluso dónde tener la patente puede ser un beneficio. Para un auto empadronado en Montevideo y Canelones, hay una bonificación del 10%. Para el resto del país, del 20%.
También por reglamento municipal los autos con cinco años de antigüedad deben pasar una prueba de mantenimiento, y llevar un sticker que lo acredite. Esto cuesta unos 950 pesos y se realiza por primera vez a los cinco años de antigüedad del auto. Luego el control debería realizarse cada tres años y pasados los 15 años de antigüedad, cada dos. Los vehículos que tengan más de 25 años deben hacerse un control anual.
Pero de este chequeo los montevideanos escapan. Según informaron desde Autotest, empresa habilitada para realizar estos controles, se realizan unas 60.000 inspecciones anuales en vez de las 200.000 que deberían hacerse.
De una forma u otra, todos los autos terminan en el taller. Un Volswagen Gol nuevo que durante el año vaya a recorrer unos 24.000 kilómetros anuales (se calcula que el conductor promedio circula entre 1.500 y 2.000 kilómetros por mes) puede insumir unos 700 dólares anuales entre cambio de aceite, chequeo de alineación o cambio de filtro de aire. La cifra por mantenimiento puede ascender hasta los 1.600 dólares si se trata de un vehículo que haya superado los 90.000 kilómetros.
Malos vecinos. Manejar en la ciudad, es también estacionar en la ciudad. Y eso en Montevideo puede llegar a representar un problema. El sistema de estacionamiento tarifado continúa vigente para el Centro, Cordón y Ciudad Vieja. Un abono mensual que habilita el estacionamiento durante todo su horario de vigencia (de 10 a 18 horas), cuesta 1.250 pesos.
Esto no significa que en el resto de la ciudad se pueda estacionar gratis. Testimonios de lectores de El País digital obtenidos a través de una consulta online reflejaron la existencia de zonas como el Hipódromo o el Velódromo en donde los cuidacoches establecen tarifas para estacionar. Estas pueden ir desde los 20 pesos hasta los 50 pesos. Y no pagarlos significó, para muchos, rayones o carteles identificándolos como no pagadores.
De acuerdo a cálculos de la comuna, existen 3.000 cuidacoches reglamentados, lo que implica que tienen controles como el carné de salud. Si estos se incumplen, se retira el permiso. Pero es más que evidente que no todos están registrados.
Otro problema de convivencia capitalina parece darse en ciertas esquinas o semáforos en donde jóvenes ofrecen limpiar el parabrisas. Algunos lectores hicieron referencia a situaciones de violencia al rechazar el servicio, que iban desde un insulto, hasta querer abrir la puerta del vehículo, tirar el balde de agua sucia sobre el parabrisas o directamente empezar a patear el auto.
Las esquinas donde parece haber más problemas (en el trato con ciudacoches y con los jóvenes que limpian parabrisas) son: Rivera y Bulevar Artigas, Avenida Italia y Propios, la rambla portuaria, Centenario y Avenida Italia, entre otras.
"Una noche yendo con mis hijos de nueve y 12 años, uno de los limpiavidrios se acercó a mi ventana y comenzó a insultarme. En la esquina de Constituyente y Jackson, hay un `payaso` que hace malabarismo. Un día que llovía, no le di dinero y se enojó y me tiró una de las clavas con las que hace sus acrobacias en el parabrisas", cuenta una de las lectoras. Las agresiones a las mujeres que conducen, coinciden los lectores, son más frecuentes.
Pero ni la Jefatura de Policía de Montevideo ni la oficina de Defensor del Vecino, dicen recibir denuncias recurrentes sobre este tema. Aunque, por lo menos desde la última, sí se reconoce como un problema. "Es un tema en carpeta que no hemos encarado pero que habría que tratar en forma conjunta con otras oficinas", estimó el ombudsman, Fernando Rodríguez.
Por ahora no hay una solución cercana, más que la de seguir aguantando y pagando caro ese privilegio que es tener un auto en la ciudad.
Blogalaxia Tags: uruguay, montevideo, vicepresidente, corrupción, fraude, presidente, intendencia, impuestos, IRPF gobierno, seguridad, ley
2 comentarios:
CARNAVAL DE LAS PATENTES
UN INSPECTOR ME DETIENE
Y ME PIDE DOCUMENTOS,
Y SE CREYÓ QUE ERA UN CUENTO
LO QUE YO LE COMENTABA.
ES UNA HISTORIA MUY RARA
Y DA MUCHO QUE PENSAR,
CUANDO EL HOMBRE, SIN DUDAR:
"¿DÓNDE VIVE?", ME PREGUNTA,
ES LÓGICA SU CONSULTA,
Y LE COMIENZO A CONTAR:
EN COLONIA NACI YO;
EN ROCHA ME BAUTIZARON.
HICE LA ESCUELA EN SORIANO
Y LICEO EN TACUAREMBÓ.
EN DURAZNO VIVIA YO;
EN RÍO NEGRO ME CASÉ;
EN SALTO ME DIVORCIÉ.
TRABAJO DE NOCHE EN FLORES;
Y DE DÍA EN CANELONES,
PERO ALMUERZO EN TREINTA Y TRES.
SAQUÉ LIBRETA EN ARTIGAS;
CREDENCIAL EN SAN JOSÉ
Y EL COCHE ME LO COMPRÉ,
UNA TARDE ALLA EN FLORIDA.
EN LAVALLEJA, POR MINAS,
ANDUVE MAL DE SALUD.
FUI A LAS TERMAS EN PAYSANDÚ.
ME OPERÉ EN MONTEVIDEO;
EN RIVERA CASI MUERO
Y PREVIENDO UN TRAGO AMARGO,
COMPRÉ UN NICHO EN CERRO LARGO
Y EN MALDONADO PASEO.
EL TIPO QUEDÓ ATURDIDO
Y SE RASCÓ LA CABEZA,
Y YO CON GRAN LIGEREZA
LO DEJÉ MAS SORPRENDIDO.
"¿QUÉ ME RECOMIENDA, AMIGO?"
"¿DÓNDE DEBO EMPADRONAR?"
"EN CUALQUIERA ME DA IGUAL"
"NO IMPORTA EL DEPARTAMENTO"
EL TIPO DUDÓ UN MOMENTO
Y ME DIJO: "¡ANDÁ A C.G.R!"
Hola Anónimo
buenísimo, jajaja, me hiciste reír mucho.
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