martes, 17 de noviembre de 2009

Lo siento Mujica prescindente

Recibo y publico
Los subrayados son míos.
Lo siento Mujica prescindente - Por: Ignacio Álvarez

Perdón por la catarsis, pero como diría el Pepe, estoy "decepcionao". Y por culpa de él; aunque quizás cuando nos decepcionamos siempre haya una cuota de culpa propia por habernos ilusionado, por haber pecado de ingenuos, por no haber tenido la lucidez para vislumbrar cómo es realmente el otro.

A Mujica lo entrevisté varias veces, pero la más profunda fue en el 2007, cuando fui a su chacra y pasé tres horas con él para el programa "Pan y Circo", que conducía en Canal 10. Una entrevista muy disfrutable, y me consta que para ambos. Con momentos de tensión, de reflexión y también de emoción.

Pasaron dos años, y ya no estoy en televisión ni Mujica me da una entrevista para la Radio. Aunque por ambas cosas siento un amargo orgullo. Son las reglas del juego, y no puedo cambiarlas. Pero sí puedo decidir si cambiar o no cambiar yo. Y hay cosas en las que no transo. No transo en empezar a ser complaciente en una entrevista, no transo en mirar para otro lado cuando algo no me cierra, no transo en pensar en mi conveniencia a la hora de denunciar algo, no transo en dejar de preguntar lo que muchos querrían preguntar si estuvieran en mi lugar. En definitiva, no transo en traicionarme ni traicionar a la gente que espera que la informen como corresponde.

El otro día, un amigo empresario me decía que le había parecido muy buena la entrevista que le hice a Lacalle, pero que no le había parecido oportuna. "Alguien de tu talla tiene que medir el alcance de sus acciones, y pensar qué es mejor para el país", me dijo. A lo que yo le respondí que entendía su punto, desde el lugar de alguien que opina que Lacalle sería mejor presidente que Mujica, pero que como periodista era simplemente inadmisible: mi trabajo es preguntar; y muchas veces, por ende, incomodar. A todos, más allá de mis afinidades y diferencias.

No por encontrar en ello un placer sádico, sino porque nuestra tarea consiste precisamente en hurgar en las grandezas y las miserias del otro, para llegar a conocerlo en profundidad. Confrontar sus puntos de vista, evidenciar sus eventuales contradicciones, desafiarlo a seducirnos.

Y guay de los que creyendo que le están haciendo un bien al país, evitan molestar a unos mientras se ensañan con otros.
Porque ese día dejaron de ser periodistas, para erigirse en una suerte de dioses del micrófono, que desde sus mentes iluminadas pretenden llevar a las masas hacia el bien común. Hacia lo que para ellos -honestamente quizás- sea el camino hacia el bien común. Pero ese es otro trabajo: el de los políticos, el de los predicadores; no el de los periodistas. Periodistas que pueden tener sus legítimos puntos de vista sobre la realidad, pero que a la hora de hacer su trabajo deben tener una apertura de mente y de espíritu, para no casarse con nadie más que con los ciudadanos. Ciudadanos a los que deben respetar, en lugar de manipular.

Desde aquel mes de junio en que entrevisté a Lacalle en Radio Sarandí, vengo pidiéndole una entrevista a Mujica.

Sus asesores dijeron que tenía una agenda muy apretada, por lo que fue imposible tenerlo antes de las internas.

Quedaban cuatro meses para las elecciones, y en setiembre me hicieron saber que el Pepe iba a venir a mi programa. Pero pasaron las semanas, y junto a la cancelación de varias entrevistas, nunca concretó la mía.

Una semana antes de las elecciones, uno de sus asesores me dijo que la razón era "cuantitativa", y que Mujica no podía darle notas a los centenares de periodistas que se lo solicitaban.

Suena lógico, si no fuera porque el programa que yo conduzco es el periodístico más escuchado de la AM nacional. Pero sin embargo Mujica no vino a "Las cosas en su sitio", y sí fue a Océano FM y a Radio El Espectador. Bien por ellos, que son excelentes colegas con grandes audiencias. Y mal por mí, que seguía esperando la oportunidad. Máxime cuando el propio Mujica me elogió en una de sus audiciones radiales, diciendo que reconocía mi "honradez intelectual" al escribir aquí mismo una columna titulada "Mujica Presidente".

¿Qué estaba faltando entonces? La respuesta definitiva me la dio esta semana uno de sus allegados, cuando lo llamé por enésima vez para procurar la entrevista antes del balotaje: "Tengo malas noticias -me dijo-. El Pepe no va a ir a tu programa porque sus asesores le aconsejaron que no se arriesgara. El quería, pero le dijeron que estaba jugando a la ruleta con plata ajena. Y sobretodo se consideró que después de la entrevista que le hiciste a Lacalle, te ibas a ver obligado a apretarlo".

Hermoso.
Le contesté que me parecía "contradictorio e hipócrita".
¿Resulta que Mujica, que critica a los periodistas "de oposición" y los acusa de "mandaderos", cuando se tiene que enfrentar a un periodista que él mismo reconoce como independiente, lo castiga negándole una entrevista mientras va a dejarse mimar por Sonia Breccia o Raquel Daruech?


El asesor me reconoció que estaban en falta conmigo, y que conscientes de ello, habían decidido ofrecerme la primera entrevista en caso de que saliera Presidente. De más está decir que no contesté.

Claro que entiendo la estrategia de Mujica, como la de todos los políticos: voy donde me conviene, no voy donde no me conviene. Debato si voy segundo, y me niego si voy primero. Pero sucede que justamente el Pepe se vende como alguien de a pie, auténtico, que va de frente.
Y lo peor es que por más brillante que sea el periodista, nada habría de temer si no hay nada que esconder. Pero Mujica sabe que tiene flancos importantes, y que su principal peligro es él mismo.

Y que quede claro: mi decepción con él no es por no haberme dado una nota (que no deja de ser algo menor, y una negativa a la que tiene todo el derecho del mundo).

Mi decepción es con lo que esto revela; con la lógica de la conveniencia antes que las convicciones, de la especulación por encima de la razón. Y mi pregunta es si ahora sí, se habrá terminado de mostrar "tal cual es".

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8 comentarios:

Marmota dijo...

No soy precisamente 'fan' de Ignacio Alvarez, pero la nota es concisa y sin reparos en decir las cosas como son. Demasiada falta no hacer remarcarlo de todas maneras, si el propio candidato declara textualmente que "debate si le conviene y si no, no".

Menuda autoconfianza, mis buenos señores y damas: quiere dirigir un país pero no se anima ni a pararse frente a una cámara. Ey, media pila: algunos somos tímidos, pero esto ya bordea lo hilarante - o bordearía lo hilarante si no estuviésemos lidiando con una tremenda falta de respeto a la gante, entre otras tantas que ha protagonizado este personajillo.

Anónimo dijo...

Este "periodista" escribe esto despues de hacerle a Lacalle una entrevista muy sadica, a modo de justificacion de su poca equanimidad porque no fue esa la unica entrevista dificil a un dirigente blanco, esta la que le hizo a Borsari luego de la interpelacion que tambien fue muy dura. De todas formas la culpa la tienen los blancos por no avivarse y dejar de dar entrevistas de la misma forma que hace mujica. Es increible como a algunos "periodistas" se le cae la baba por el viejo mugriento....le perdonan todo, cualquier idiotez que propone ya tiene un coro de opinologos y otros cretinos utiles aplaudiendo y haciendo vaticinios si ganan por un 10 o un 15% el ballotage.

Anónimo dijo...

pobre Ignacio, parece que lo retaron porque no estaba haciendo bien los deberes... se olvida de la entrevista a Mujica en julio donde le preguntaba cualquier cosa sobre los tupamaros, muertes, secuestros..y ese viejo mugriento le contesto una por una, pero ahora Nachito salio enojadito diciendo todas estas cosas... son los comunistas Heberrrrrrrrrrrr, pero feliz Nachito, tiene su trabajo asegurado en el diario EL pais, un sueldo interesante pa escribir una columna cada tanto, no?

55% es paliza

atea dijo...

si a mi no me cae este loco, porque nunca lo escuche que enfrentara a los del frente de la misma forma que a los blancos y colorados.
por que no siguio mas zona urbana desp de asumir el frente?
si era uno de los programas con mas rating? Mmmmmmm....

La Ciudadana dijo...

HOla Anónimo
Si realmente es duro con quien le apetece.

Ahora está enojado porque Mujica no lo atendió.

Y si, Lacalle, Borsari y muchos han pasado por ahí y Alvarez es un tipo obsesivo, él mismo lo reconoce y antes de hacer una entrevista, busca toda la información posible para hacer las preguntas más incómodas.

Mujica está desaparecido, lo están escondiendo justamente para que no le pregunten nada, y lo que le preguntan, está pautado.

Probablemente no hagan bien los blancos en prestarse para que los vapuleen, pero también es marcar la diferencia entre un Mujica miedoso y un equipo que no le tiene confianza, y un Lacalle que sin importar dónde, va igual y se somete a las preguntas que le caigan.

La verdad es que nunca sabés que es lo mejor...

La Ciudadana dijo...

Hola ATea,
la verdad que no se, fue todo muy raro, porque depués Álvarez quedó con Pan y Circo, y también lo bajaron.

Supongo que fue presión del gobierno, porque cuando se ponían a invstiar algo, acordate lo que fue la denuncia de la IMM por los slot y varias más, en este gobierno se hubieran hecho un festival.

Sin dudas que a los del FA Álvarez los trata con otros cuidados, el corazón tira, vio?

Anónimo dijo...

Lean la entrevista a Ignacio Alvarez en montevideo com el ahí explica un poco lo que pasó y el tema de la presión es innegable

Por eso ahora se hace el oficialista, a ver si le tiran con un espacio en la tv

La Ciudadana dijo...

Hola Anónimo,
acabo de leer la entrevista.

Y si, el hombre tiene cintura y va detrás de sus propios objetivos. Yo no le creo que le pegue a todos por igual, le pega más a unos que a otros.

Definitivamente nodice porqué bajaron ZU cuando era un programa bueno, hubiera tenido tanto que denunciar....