LA COLUMNA DE AGUSTÍN TAJES
movdena2@yahoo.es
Son indignos
(Los resaltados son míos)
Hace 2 años, el entonces Ministro Astori, apareció en la TV con un muy deteriorado Dr. Casinelli Muñoz, para tratar de dar un viso de legalidad al IRPF, primero y al IASS, luego, que grababan las jubilaciones y pensiones, cuando en aquella ocasión, con la complicidad de una nueva conformación de la Suprema Corte de Justicia, se violaba la Constitución y el resultado de dos plebiscitos.
En efecto, se violó el Art. 67 de la Carta, resultado del plebiscito del 89 y el Literal V** de las Disposiciones transitorias y especiales de la misma, que fuera votado por la ciudadanía en el plebiscito de 1994. Es notable que en una nota de fecha 29 de octubre de 1994, dirigida al Sr. Ernesto Murro - a la sazón Director del BPS por los trabajadores - a pedido de éste, El Dr. Casinelli le dic: “En otras palabras: las fuentes de financiamiento de las prestaciones de seguridad social, o de los servicios de previsión social, o de los seguros sociales no están comprendidas en la disposición proyectada, si no se traducen en modificaciones de los seguros sociales así financiados, o en las prestaciones de seguridad social, o de previsión social correspondientes”.
Traigo este hecho a la memoria, porque fue triste ver a uno de los referentes del universo jurídico uruguayo ya decrépito, desdecirse para dar un apoyo a quienes estaban violando la Carta Magna. Pero fue ese un acto de apoyo ideológico, más que legal, en un tema, quizás, un poco más polémico, pero es más que llamativo que en el caso de este engendro sobre la Ley de Caducidad, que inventó el Canciller Almagro -por directivas del propio Presidente de la República- no consiguieron ni un jurista de talla que lo defendiera y, por el contrario, una gran número le ha hecho un sin fin de críticas que son imposibles de rebatir.
Como escribimos en otras notas, no se trata de la Ley de Caducidad, podría ser la del agua, la de la asociación de Ancap, u otras normas objeto de referéndums o plebiscitos, institutos esto de consulta popular -que tanto han usado quienes hoy nos gobiernan, contra todo intento de verdadero progreso– que la cosa sería igual, moralmente se estaría desconociendo la voluntad de quienes fueron consultados y emitieron su veredicto y jurídicamente, se estaría pasando por encima de la decisión de la máximo institución que establece la Constitución y quién ejerce la soberanía en forma directa: El Cuerpo Electoral.
Lo malo, es que la mayoría de los representantes del pueblo en el Parlamento también están de acuerdo con que es una groserísima inconstitucionalidad, al punto que el Senador del Frente Jorge Saravia -en consonancia con lo que hemos venido denunciando- lo ha calificado como un “golpe de estado técnico”, pero debido al sistema totalitario de dicha fuerza política, reciben un “mandato imperativo” de votar un disparate de esta naturaleza.
Y ahí vemos algo más repugnante aún: la falta de personalidad para actuar de acuerdo a sus convicciones democráticas, que aunque no son muchos en el Frente, hay algunos “cretinos útiles” (como ellos mismo los llaman). Hubieran bastado esos pocos discordes, para terminar de una vez por todas con la situación.
Si bien estamos en la otra vereda de quienes votan este desaguisado por convicción, al menos lo hacen porque así son. Ellos desprecian al “lumpenaje” y se consideran los iluminados para llevar adelante la revolución, por lo tanto no tienen que respetar el resultado de un plebiscito, instituto de la democracia burguesa, que ya van a destruir cuando las condiciones, finalmente, se lo permitan, dado que antes lo hicieron con las armas y ahora desde el templo de la democracia, gracias a las suicidas libertades que ésta les ofrece. Pero los otros, los que saben a donde conduce esto, son indignos de llamarse representantes de nadie.
Un capítulo aparte es el Senador Saravia y parece que Nin también honraría su investidura con su voto en contra de la iniciativa de “Mujica – Almagro” (Mujica no acepta, pero sería impensable que el Canciller tuviera una iniciativa de esta índole sin su aceptación), ya que aún con una gran presión de su fuerza política, están anteponiendo sus principios democráticos sobre cualquier otra cosa.
Lo otro que también me ha resultado lamentable es que en Diputados, sólo hubo 30 de la oposición votos en contra del proyecto frentista, es decir que 19 representantes no lo hicieron, en un tema donde la democracia está en juego. ¿Dónde carajo estaban?
Hace poco se ofendieron con el Dip. Amado porque les dijo que el 9 de febrero de 1973 los representantes estaban en la playa y allí siguieron cuando Bordaberry los llamó a la Plaza Independencia en respaldo de la democracia.
Sabemos que si votan todos los parlamentarios oficialistas tienen mayoría, pero una cosa es 50 a 30 y otra 50 a 49, cuando esos 50 sólo tuvieron el apoyo electoral del 48% de los votantes. Ya se lo van a recordar cuando les convenga, diciendo que no les importaba.
Es probable que finalmente no tengan los votos en el Senado, pero no debemos olvidar las actitudes de quienes pusieron por delante de la Constitución y la decisión del Cuerpo Electoral el mandato de su Fuerza Política, sabiendo que se viola la Constitución, poniendo en peligro a la propia institucionalidad, así como aquellos que se desentendieron del problema, como si fuera algo sin importancia, porque ellas son las que al final facilitan a quienes quieren terminar con el sistema democrático.
Mientras escribo estas líneas, en el informativo del Canal 12 le pasaron al Vicepresidente Astori un video en el que, junto con Mujica, afirmaban, en noviembre de 2009 el absoluto acatamiento a la voluntad del soberano y entonces hizo toda clase de piruetas para justificar su posición actual.
Si no son capaces de cumplir con su palabra en algo tan esencial para la democracia, esos que votan por disciplina partidaria o que no votan en contra, facilitando esa agresión la institucionalidad, ¿piensan que llegado el momento de ir más lejos se van a detener en consideraciones morales o éticas?
Dios quiera que no llegue ese momento.
En efecto, se violó el Art. 67 de la Carta, resultado del plebiscito del 89 y el Literal V** de las Disposiciones transitorias y especiales de la misma, que fuera votado por la ciudadanía en el plebiscito de 1994. Es notable que en una nota de fecha 29 de octubre de 1994, dirigida al Sr. Ernesto Murro - a la sazón Director del BPS por los trabajadores - a pedido de éste, El Dr. Casinelli le dic: “En otras palabras: las fuentes de financiamiento de las prestaciones de seguridad social, o de los servicios de previsión social, o de los seguros sociales no están comprendidas en la disposición proyectada, si no se traducen en modificaciones de los seguros sociales así financiados, o en las prestaciones de seguridad social, o de previsión social correspondientes”.
Traigo este hecho a la memoria, porque fue triste ver a uno de los referentes del universo jurídico uruguayo ya decrépito, desdecirse para dar un apoyo a quienes estaban violando la Carta Magna. Pero fue ese un acto de apoyo ideológico, más que legal, en un tema, quizás, un poco más polémico, pero es más que llamativo que en el caso de este engendro sobre la Ley de Caducidad, que inventó el Canciller Almagro -por directivas del propio Presidente de la República- no consiguieron ni un jurista de talla que lo defendiera y, por el contrario, una gran número le ha hecho un sin fin de críticas que son imposibles de rebatir.
Como escribimos en otras notas, no se trata de la Ley de Caducidad, podría ser la del agua, la de la asociación de Ancap, u otras normas objeto de referéndums o plebiscitos, institutos esto de consulta popular -que tanto han usado quienes hoy nos gobiernan, contra todo intento de verdadero progreso– que la cosa sería igual, moralmente se estaría desconociendo la voluntad de quienes fueron consultados y emitieron su veredicto y jurídicamente, se estaría pasando por encima de la decisión de la máximo institución que establece la Constitución y quién ejerce la soberanía en forma directa: El Cuerpo Electoral.
Lo malo, es que la mayoría de los representantes del pueblo en el Parlamento también están de acuerdo con que es una groserísima inconstitucionalidad, al punto que el Senador del Frente Jorge Saravia -en consonancia con lo que hemos venido denunciando- lo ha calificado como un “golpe de estado técnico”, pero debido al sistema totalitario de dicha fuerza política, reciben un “mandato imperativo” de votar un disparate de esta naturaleza.
Y ahí vemos algo más repugnante aún: la falta de personalidad para actuar de acuerdo a sus convicciones democráticas, que aunque no son muchos en el Frente, hay algunos “cretinos útiles” (como ellos mismo los llaman). Hubieran bastado esos pocos discordes, para terminar de una vez por todas con la situación.
Si bien estamos en la otra vereda de quienes votan este desaguisado por convicción, al menos lo hacen porque así son. Ellos desprecian al “lumpenaje” y se consideran los iluminados para llevar adelante la revolución, por lo tanto no tienen que respetar el resultado de un plebiscito, instituto de la democracia burguesa, que ya van a destruir cuando las condiciones, finalmente, se lo permitan, dado que antes lo hicieron con las armas y ahora desde el templo de la democracia, gracias a las suicidas libertades que ésta les ofrece. Pero los otros, los que saben a donde conduce esto, son indignos de llamarse representantes de nadie.
Un capítulo aparte es el Senador Saravia y parece que Nin también honraría su investidura con su voto en contra de la iniciativa de “Mujica – Almagro” (Mujica no acepta, pero sería impensable que el Canciller tuviera una iniciativa de esta índole sin su aceptación), ya que aún con una gran presión de su fuerza política, están anteponiendo sus principios democráticos sobre cualquier otra cosa.
Lo otro que también me ha resultado lamentable es que en Diputados, sólo hubo 30 de la oposición votos en contra del proyecto frentista, es decir que 19 representantes no lo hicieron, en un tema donde la democracia está en juego. ¿Dónde carajo estaban?
Hace poco se ofendieron con el Dip. Amado porque les dijo que el 9 de febrero de 1973 los representantes estaban en la playa y allí siguieron cuando Bordaberry los llamó a la Plaza Independencia en respaldo de la democracia.
Sabemos que si votan todos los parlamentarios oficialistas tienen mayoría, pero una cosa es 50 a 30 y otra 50 a 49, cuando esos 50 sólo tuvieron el apoyo electoral del 48% de los votantes. Ya se lo van a recordar cuando les convenga, diciendo que no les importaba.
Es probable que finalmente no tengan los votos en el Senado, pero no debemos olvidar las actitudes de quienes pusieron por delante de la Constitución y la decisión del Cuerpo Electoral el mandato de su Fuerza Política, sabiendo que se viola la Constitución, poniendo en peligro a la propia institucionalidad, así como aquellos que se desentendieron del problema, como si fuera algo sin importancia, porque ellas son las que al final facilitan a quienes quieren terminar con el sistema democrático.
Mientras escribo estas líneas, en el informativo del Canal 12 le pasaron al Vicepresidente Astori un video en el que, junto con Mujica, afirmaban, en noviembre de 2009 el absoluto acatamiento a la voluntad del soberano y entonces hizo toda clase de piruetas para justificar su posición actual.
Si no son capaces de cumplir con su palabra en algo tan esencial para la democracia, esos que votan por disciplina partidaria o que no votan en contra, facilitando esa agresión la institucionalidad, ¿piensan que llegado el momento de ir más lejos se van a detener en consideraciones morales o éticas?
Dios quiera que no llegue ese momento.
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