"Debo confesar que algunas de las cosas que escucho en la campaña electoral me causan asombro, no por lo que se publicita destacando rasgos positivos, sino por el cúmulo de falsedades que muchas afirmaciones conllevan.
Es muy claro que el marco bajo el que se desempeña un gobierno no es el mismo cualquiera sea el período. Los hay mejores y peores, sea por circunstancias externas, en especial regionales, como por acontecimientos internos. Tampoco es lo mismo, una devaluación recurrente que una crisis terminal, con default incluido. Naturalmente que la pericia o no de quienes conducen el destino de la Nación también juega y mucho pero, lo que jamás puede hacerse de manera "justa", es una comparación de períodos medidos meramente en valores absolutos como si estuviéramos aislados dentro de un laboratorio en similares condiciones.
Cualquier habitante de nuestro país comprende que Uruguay tiene buena parte de su destino atado a los de Argentina y Brasil, al menos mientras no logre disminuir drásticamente la importancia relativa de los flujos de comercio y en especial de servicios con ellos. En los hechos, nadie puede pensar que a Bélgica u Holanda, pese a que esta última tiene amplios grados de libertad por su estructura productiva, les iría bien si Alemania y Francia son inestables y pasan de crisis en crisis. Para nosotros es lo mismo; de hecho, desde el punto de vista macroeconómico Uruguay se comporta como una provincia argentina, únicamente que con independencia en sus políticas económicas y moneda propia, lo que no es poca cosa.
En esta columna me propongo repasar período a período de gobierno desde el retorno a la democracia, rememorando los principales acontecimientos, al menos los que influyen en los resultados económicos, exponer algunos indicadores claves y de esta manera intentar establecer una comparación más objetiva y desapasionada.
La teoría indica que, cuando se crece, razonablemente, los salarios y pasividades deben crecer por encima del PIB, el empleo crecer y la pobreza y desigualdad, al menos en períodos de cinco años, disminuir. Lo contrario cuando se contrae la actividad.
DEFINICIONES. En el cuadro anexo se muestran las variables seleccionadas, ciertamente no son todas, pero entiendo relevantes e indicadoras también del comportamiento de otras. A vía de ejemplo, si crece el PIB, los salarios y las pasividades, es seguro que crezca el consumo. En todos los casos se muestra la evolución entre el último año del período de gobierno con el mismo del período anterior. Nuestro PIB está muy atado al de Argentina, que tiene una influencia superlativa y en menor medida a Brasil, por ello se presenta la evolución del mismo conjuntamente con el de nuestros dos vecinos. La evolución de la masa salarial y de pasividades mide el total de ambas, es decir, el salario o la pasividad real (el precio) más la cantidad de trabajo o pensionados. A vía de ejemplo, si aumenta el salario real (la remuneración por hora trabajada), pero cae el total de horas, el total de ingresos que reciben los trabajadores puede no aumentar. Luego se presenta una evolución del conjunto de salarios y pasividades, ponderados en función de su masa para poder establecer una comparación con el PIB. Por último dos indicadores importantes; el porcentaje de personas por debajo de la línea de pobreza y una medida de desigualdad en la distribución del ingreso, cuantas veces es el ingreso promedio del 20% más ricos respecto al 20% más pobre. Cuanto mayor este cociente mayor desigualdad. No expongo el clásico índice de concentración (Gini) porque carezco de las cifras para todos los años. De todos modos, las disponibles cuentan la misma historia.
Una precisión, cuando se expone la variación de la masa salarial se corrigieron las cifras por los cambios de muestras en 1997 y 2006 a efectos de poder comparar las variaciones que, precisamente es lo que importa. Respecto a la medición de la pobreza, la cifra corresponde al 2008 y está corregida por el cambio introducido al computar como ingreso ficto la cuota salud. Por último, los valores del 2009 son estimados con la información disponible. Tampoco estas estimaciones alteran las conclusiones.
1985-1989. El gobierno asume con el país en default desde diciembre de 1984 (en aquel momento la deuda era con la banca y había seis meses para arreglar).
Todo el período transcurre en medio de crisis y devaluaciones recurrentes, planes de estabilización y "magias" varias en Argentina y Brasil. Se recibía, al menos, un golpe por año de cada lado. Para culminar, en 1989 se producen hiperinflaciones en Argentina y Brasil y una sequía nunca vista. Si miramos el cuadro, los resultados son increíbles y ciertamente habría que estudiar muy bien las políticas aplicadas para aprender. El PIB per cápita crece 16,8%, por encima del de Brasil, pese a que en Argentina cae 13,2%, el crecimiento de salarios y pasividades más que duplica al del PIB, la pobreza cae casi a la mitad y mejora la distribución del ingreso de manera muy notoria. En síntesis, resultados brillantes en un entorno hostil.
1990-1994. Hasta mediados de 1991 Argentina seguía a los tumbos, en medio de hiperinflaciones. Por su parte Brasil también estaba mal, (gobierno de Collor de Mello) y pasaba de la euforia a la debacle. De todas maneras las crisis no eran a razón de una por año por país, sino bastante menos. El Mercosur obligó a abrirse y modernizar la economía, había necesidad de avances y en el inicio los cambios siempre duelen. A su vez, la reforma constitucional de las pasividades obligaba a volcar muchos recursos a ellas, en detrimento de otros ingresos. Los resultados igualmente son excelentes, el PIB per cápita crece 19,2%, pese a que el Brasil cae 1,7%, la masa de salarios y pasividades crece por encima del PIB, la pobreza cae más de 40%. Hay cierta concentración del ingreso.
1995-1999. Se arranca con el Tequila y Argentina temblando, se culmina con la crisis de Rusia y los emergentes, desplome casi sin precedentes del precio de las materias primas en agosto de 1998 y la devaluación brasileña, consecuencia de lo anterior, en enero de 1999. Las necesidades de modernización continúan, y se avanza con dificultades. El resultado vuelve a ser bueno, pese al menor dinamismo de la región y los problemas crecientes, el PIB per cápita crece por encima del de Argentina y Brasil, la pobreza no crece, los salarios y pasividades crecen por encima del PIB. En el debe, la distribución del ingreso vuelve a niveles de 1984.
2000- 2004. ¿Para qué recordarlo? Las siete plagas de Egipto todas juntas. Brasil con problemas hasta el 2003 (4 reales por dólar), Argentina en caída libre hasta su quiebra y anarquía. La aftosa golpeando, y un largo etc. Como todos sabemos, cuando los problemas son financieros, la cosa en mucho más grave que cuando provienen del lado real de la economía. La debacle de Argentina y la relación de ciertos bancos locales con ese país, hizo que sufriéramos una crisis financiera de proporciones desconocidas, agravada por la psicosis que ganó a la población al ver por TV lo que pasaba en las calles de Buenos Aires. Pese a ello, el PIB per cápita cae menos que en Argentina y el ratio de desigualdad mejora un poco. Cierto es que la pobreza creció y los salarios y pasividades cayeron. Ambos resultados se concentraron luego de la devaluación de junio 2002, hasta allí la caída era moderada.
2005-2009. Todo jugó a favor, el mundo en el mejor momento, la región por primera vez pasó cinco años sin ningún sobresalto. Argentina y Brasil tienen las mayores tasas de crecimiento de 25 años. Se venía ya de 24 meses de inicio de recuperación, la base de comparación estaba disminuida, menos que en 85-89, los precios de las materias primas en las nubes, las reformas modernizadoras habían comenzado a dar sus resultados, aunque como siempre había que encarar otras y profundizar las existentes. El escenario inmejorable, soñado.
Pese a ello, los resultados comparados lucen pobres. Si bien el crecimiento es el mayor, corregido por lo que pasó en Argentina y Brasil es de los peores desempeños. La masa de salarios y pasividades crece por debajo del PIB, única vez en período de crecimiento, la pobreza cae apenas 25% y la desigualdad social alcanza el peor registro desde el retorno a la democracia.
Dejo para el lector la evaluación final. Desde mi punto de vista, pese a los buenos resultados en términos absolutos, a poco que "controlemos" los mismos por lo que pasó en la región y la carencia absoluta de dificultades, seguramente estemos ante uno de los peores desempeños relativos. Como bien dice el dicho, no es oro todo lo que reluce. "
Es muy claro que el marco bajo el que se desempeña un gobierno no es el mismo cualquiera sea el período. Los hay mejores y peores, sea por circunstancias externas, en especial regionales, como por acontecimientos internos. Tampoco es lo mismo, una devaluación recurrente que una crisis terminal, con default incluido. Naturalmente que la pericia o no de quienes conducen el destino de la Nación también juega y mucho pero, lo que jamás puede hacerse de manera "justa", es una comparación de períodos medidos meramente en valores absolutos como si estuviéramos aislados dentro de un laboratorio en similares condiciones.
Cualquier habitante de nuestro país comprende que Uruguay tiene buena parte de su destino atado a los de Argentina y Brasil, al menos mientras no logre disminuir drásticamente la importancia relativa de los flujos de comercio y en especial de servicios con ellos. En los hechos, nadie puede pensar que a Bélgica u Holanda, pese a que esta última tiene amplios grados de libertad por su estructura productiva, les iría bien si Alemania y Francia son inestables y pasan de crisis en crisis. Para nosotros es lo mismo; de hecho, desde el punto de vista macroeconómico Uruguay se comporta como una provincia argentina, únicamente que con independencia en sus políticas económicas y moneda propia, lo que no es poca cosa.
En esta columna me propongo repasar período a período de gobierno desde el retorno a la democracia, rememorando los principales acontecimientos, al menos los que influyen en los resultados económicos, exponer algunos indicadores claves y de esta manera intentar establecer una comparación más objetiva y desapasionada.
La teoría indica que, cuando se crece, razonablemente, los salarios y pasividades deben crecer por encima del PIB, el empleo crecer y la pobreza y desigualdad, al menos en períodos de cinco años, disminuir. Lo contrario cuando se contrae la actividad.
DEFINICIONES. En el cuadro anexo se muestran las variables seleccionadas, ciertamente no son todas, pero entiendo relevantes e indicadoras también del comportamiento de otras. A vía de ejemplo, si crece el PIB, los salarios y las pasividades, es seguro que crezca el consumo. En todos los casos se muestra la evolución entre el último año del período de gobierno con el mismo del período anterior. Nuestro PIB está muy atado al de Argentina, que tiene una influencia superlativa y en menor medida a Brasil, por ello se presenta la evolución del mismo conjuntamente con el de nuestros dos vecinos. La evolución de la masa salarial y de pasividades mide el total de ambas, es decir, el salario o la pasividad real (el precio) más la cantidad de trabajo o pensionados. A vía de ejemplo, si aumenta el salario real (la remuneración por hora trabajada), pero cae el total de horas, el total de ingresos que reciben los trabajadores puede no aumentar. Luego se presenta una evolución del conjunto de salarios y pasividades, ponderados en función de su masa para poder establecer una comparación con el PIB. Por último dos indicadores importantes; el porcentaje de personas por debajo de la línea de pobreza y una medida de desigualdad en la distribución del ingreso, cuantas veces es el ingreso promedio del 20% más ricos respecto al 20% más pobre. Cuanto mayor este cociente mayor desigualdad. No expongo el clásico índice de concentración (Gini) porque carezco de las cifras para todos los años. De todos modos, las disponibles cuentan la misma historia.
Una precisión, cuando se expone la variación de la masa salarial se corrigieron las cifras por los cambios de muestras en 1997 y 2006 a efectos de poder comparar las variaciones que, precisamente es lo que importa. Respecto a la medición de la pobreza, la cifra corresponde al 2008 y está corregida por el cambio introducido al computar como ingreso ficto la cuota salud. Por último, los valores del 2009 son estimados con la información disponible. Tampoco estas estimaciones alteran las conclusiones.
1985-1989. El gobierno asume con el país en default desde diciembre de 1984 (en aquel momento la deuda era con la banca y había seis meses para arreglar).
Todo el período transcurre en medio de crisis y devaluaciones recurrentes, planes de estabilización y "magias" varias en Argentina y Brasil. Se recibía, al menos, un golpe por año de cada lado. Para culminar, en 1989 se producen hiperinflaciones en Argentina y Brasil y una sequía nunca vista. Si miramos el cuadro, los resultados son increíbles y ciertamente habría que estudiar muy bien las políticas aplicadas para aprender. El PIB per cápita crece 16,8%, por encima del de Brasil, pese a que en Argentina cae 13,2%, el crecimiento de salarios y pasividades más que duplica al del PIB, la pobreza cae casi a la mitad y mejora la distribución del ingreso de manera muy notoria. En síntesis, resultados brillantes en un entorno hostil.
1990-1994. Hasta mediados de 1991 Argentina seguía a los tumbos, en medio de hiperinflaciones. Por su parte Brasil también estaba mal, (gobierno de Collor de Mello) y pasaba de la euforia a la debacle. De todas maneras las crisis no eran a razón de una por año por país, sino bastante menos. El Mercosur obligó a abrirse y modernizar la economía, había necesidad de avances y en el inicio los cambios siempre duelen. A su vez, la reforma constitucional de las pasividades obligaba a volcar muchos recursos a ellas, en detrimento de otros ingresos. Los resultados igualmente son excelentes, el PIB per cápita crece 19,2%, pese a que el Brasil cae 1,7%, la masa de salarios y pasividades crece por encima del PIB, la pobreza cae más de 40%. Hay cierta concentración del ingreso.
1995-1999. Se arranca con el Tequila y Argentina temblando, se culmina con la crisis de Rusia y los emergentes, desplome casi sin precedentes del precio de las materias primas en agosto de 1998 y la devaluación brasileña, consecuencia de lo anterior, en enero de 1999. Las necesidades de modernización continúan, y se avanza con dificultades. El resultado vuelve a ser bueno, pese al menor dinamismo de la región y los problemas crecientes, el PIB per cápita crece por encima del de Argentina y Brasil, la pobreza no crece, los salarios y pasividades crecen por encima del PIB. En el debe, la distribución del ingreso vuelve a niveles de 1984.
2000- 2004. ¿Para qué recordarlo? Las siete plagas de Egipto todas juntas. Brasil con problemas hasta el 2003 (4 reales por dólar), Argentina en caída libre hasta su quiebra y anarquía. La aftosa golpeando, y un largo etc. Como todos sabemos, cuando los problemas son financieros, la cosa en mucho más grave que cuando provienen del lado real de la economía. La debacle de Argentina y la relación de ciertos bancos locales con ese país, hizo que sufriéramos una crisis financiera de proporciones desconocidas, agravada por la psicosis que ganó a la población al ver por TV lo que pasaba en las calles de Buenos Aires. Pese a ello, el PIB per cápita cae menos que en Argentina y el ratio de desigualdad mejora un poco. Cierto es que la pobreza creció y los salarios y pasividades cayeron. Ambos resultados se concentraron luego de la devaluación de junio 2002, hasta allí la caída era moderada.
2005-2009. Todo jugó a favor, el mundo en el mejor momento, la región por primera vez pasó cinco años sin ningún sobresalto. Argentina y Brasil tienen las mayores tasas de crecimiento de 25 años. Se venía ya de 24 meses de inicio de recuperación, la base de comparación estaba disminuida, menos que en 85-89, los precios de las materias primas en las nubes, las reformas modernizadoras habían comenzado a dar sus resultados, aunque como siempre había que encarar otras y profundizar las existentes. El escenario inmejorable, soñado.
Pese a ello, los resultados comparados lucen pobres. Si bien el crecimiento es el mayor, corregido por lo que pasó en Argentina y Brasil es de los peores desempeños. La masa de salarios y pasividades crece por debajo del PIB, única vez en período de crecimiento, la pobreza cae apenas 25% y la desigualdad social alcanza el peor registro desde el retorno a la democracia.
Dejo para el lector la evaluación final. Desde mi punto de vista, pese a los buenos resultados en términos absolutos, a poco que "controlemos" los mismos por lo que pasó en la región y la carencia absoluta de dificultades, seguramente estemos ante uno de los peores desempeños relativos. Como bien dice el dicho, no es oro todo lo que reluce. "
Blogalaxia Tags: uruguay, montevideo, vicepresidente, corrupción, fraude, presidente, intendencia, impuestos, IRPF gobierno, seguridad, ley
8 comentarios:
Viejita, te vas a tener que poner a laburar y este blog hacerlo de recetas de cocina, porque se viene el PEPE como te lo dije siempre , así que por nuevos proximos 5 años te deseo a tí y a los lectores un gran: " HASTA LA VICTORIA SIEMPRE"
PD: El camaleón ni poniendose rosadito nos ganan! jajajaja , laburen rosaditos y dejen de acomodarse.
Un besote!
Tu amigo Yarzábal de Malvín.
A ver, yo siento, quizas me equivoque, que la gente se pone a escribir sin objetividad, y que cuando arranca el articulo, ya tiene claro lo que quiere demostrar, siendo el "como" un mero ejercicio de manejo de argumentos, como mas le convenga. El hilo rector de la critica, que consiste en intentar convencer de que algo debio ser muchisimo mejor de lo que fue, suena a intento de desacreditar algo, a priori, mientras que intentando mostrar que en situaciones desastrozas, las cosas pudieron haber sido peores, se intenta defender a quienes interesa poner por delante. Es otro articulo tendencioso de los que se puede comprar en cualquier tiendita de ceguera politico-electoral. A los creyentes los enfervoriza, y a los "otros" los calienta aun mas. Estas cosas solo sirven para aumentar las divisiones.
Hola Yarzábal,
viejita no, ni ahí, soy una niña de 52 añitos, así que más respeto...
Con qué autoridad moral podés decir "laburen rosaditos y dejen de acomodarse" si en este gobierno se acomodaron todos, hasta los futuros suegros, yernos, hijos desde Vázquez para abajo, o te olvidás de que tu ídolo Mujica dijo que el PS era una máquina de acomdar gente (palabra más palabra menos)??
Si hubieran sido tan impolutos como dijeron, te la llevo, pero no hubo gobierno más clientelista y corrupto que este, sin duda fueron todo un ejemplo de lo que no debe ser.
Hola Anónimo,
sólo puedo decirte que Isaac Alfie es un economista reconocido y no acomoda nada, expone como persona dedicada a los números, hechos, cosas comprobables.
Mis artículos si son tendenciosos, los informativos están para informar, yo acá estoy para decir lo que pienso.
Alfie hace un análsiis de todos los gobiernos, un análisis muy global, porque sino, no entenderíamos nada, aunque igualmente es esclarecedor, no lo veo como tendencioso.
Y si alguna duda queda, entrá en la página de BCU y revisá el último balance.
Anónimo uno: ¡Che, como se nota que te vas a acomodar lindo ehhh!!! Se te va a cumplir el sueño!!! vivir bien sin laburar...Felicitacionesss!!!
Hola Anónimo,
y si, supongo que tendrás razón, sino, no estaría tan contento, no?
La inventiva de quien funciona como espejo inmejorable de un candidato con exiguas luces: tomémoslo como de quien viene. Seamos condescendientes con los intelectos menos privilegiados.
A las cosas que verdaderamente importan: con la verdad por delante entiendo poco y casi nada de economía, pero una cosa me queda suficientemente clara y es que, por muchos encantadores records nuevos que nos presenten cada semana, si el kilo de verduras sigue subiendo a precios desorbitados y comer carne es ya un lujo y no una costumbre nacional, las cosas evidentemente no van tan bien como se pretende que parezcan.
No hablemos de la cantidad de familiares y aspirantes a ello que encontraron inmejorablemente allanado el camino para posar sus administrativas asentadoras con pasmosa facilidad, sin concursar y ni tan siquiera estar capacitados para desempeñar dichos cargos.
Es posible que tenga aburridos a algunos con la misma reiterativa pregunta, pero si alguien tiene conocimiento de algún hijo entre 18 y 24 años de la señora Arismendi que no esté comprometido, mi más sincera gratitud a quien me lo haga saber. Un salario del Mides me vendría de maravilla. Caso contrario, probaré en última instancia de hacer mi llamada a Antel para probar suerte.
Hola Mefista,
pero andá rápido y hablá con el presi, mirá que la canilla está más abierta que nunca y siguen entrando a rolete para la nueva casa de gobierno, que ya no tienen ni lugar para sentarlos, pero no importa, por ahí enganchás algo antes de que se vaya.
Publicar un comentario