martes, 17 de noviembre de 2009

Colorados resisten, frentistas meditan

Extraído de El País

Colorados resisten, frentistas meditan

Julio María Sanguinetti

El 25 de noviembre no es una encuesta. Es el más importante acto de gobierno, el que la Constitución pone en manos de la ciudadanía. O sea el ejercicio mismo de la soberanía. La desgracia es que en ocasiones, irresponsablemente, se votan propuestas demagógicas o, como ocurre tantas veces en América Latina, luego invade una ola de arrepentimiento que mira hacia los dirigentes cuando fueron los ciudadanos quienes provocaron el desastre. Un caso bien típico es el Perú, donde ahora "nadie votó" a Fujimori, notoriamente electo y reelecto.

La cuestión planteada a la ciudadanía uruguaya es la opción propia de la segunda vuelta. Es una alternativa de hierro: o es uno o es otro. No hay tercera opción, porque -en el paisaje electoral actual- votar en blanco es favorecer al Senador Mujica, ya que en ese caso su 48% se arrima al 50%.

Podemos decir, entonces, que habiendo algo así como un 85% ya decidido para un lado y para el otro, la definición está en el porcentaje restante, que se compone de un porcentaje de colorados que aún rechazan al Dr. Lacalle y un núcleo de votantes frentistas independientes, no encuadrados, que siendo admiradores del Dr. Vázquez, han escuchado con atención los mensajes enviados por el Presidente a partir de afirmar -como es notorio- que el Senador Mujica "se pone en tono pontifical a filosofar y termina diciendo estupideces".

Estos frentistas advierten la diferencia de estilo entre el puntilloso oncólogo y el desenfadado Senador, cuyo lenguaje vulgar ha llevado hasta a escándalos fuera de fronteras, como el ocurrido hace un par de meses con su libro "Pepe coloquios" en Buenos Aires. Varios miles de ellos, incluso, en una actitud racional e independiente, abandonaron la papeleta rosa que les dieron y así decretaron un nuevo rechazo popular a la anulación o derogación de la ley de caducidad.

Además del estilo, está el fondo. Vázquez y Astori quisieron hacer un Tratado de Libre comercio con los EE.UU. y Mujica, su "barra" y Gargano no los dejaron. Vázquez se enfrentó con el matrimonio Kirchner, en tanto Mujica cruzaba una y otra vez el río para abrazarse con ellos, anunciando que su defensa de nuestra soberanía sería sentarse en la puerta de nuestra Embajada y llorar y llorar, como le dijo a La Nación. Esos ciudadanos frentistas comienzan a sentir que una presidencia de Mujica puede comprometer la imagen del Frente Amplio e hipotecar incluso las posibilidades futuras del Dr. Vázquez.

En los contactos individuales se percibe que esos votantes frentistas hoy cavilan. Ojalá ese necesario ejercicio de razón llegue a la conclusión que la sensatez impone: un real partidario de este gobierno no puede votar por el salto atrás, en educación e ideas, que representaría el Senador Mujica.

En la ciudadanía colorada, la mayoría se viene inclinando claramente a seguir la directiva emanada de la autoridad partidaria de votar la fórmula Lacalle-Larrañaga. Sin embargo, hay resistentes. Y nos lo explicamos: Lacalle es una representación muy nítida de la tradición blanca y herrerista, bien distante de la colorada y batllista. Como siempre, sin embargo, la cuestión está en el balance. Las diferencias -en cuanto al Estado, a la seguridad social- las conocemos; el tema son las garantías y allí es donde está claro que ningún colorado podría pensar en la opción de Mujica:

1) Lacalle asegura un Estado de Derecho desde la prueba irrefutable de que ya ejerció democráticamente el gobierno, mientras el Senador Mujica, que nunca quiso la democracia, ha reiterado su desprecio por una Constitución "a la que después le damos pelota más o menos" y por una Justicia que "tiene un hedor a venganza de la p… madre que lo parió".

2) Lacalle anuncia un enfrentamiento claro contra la delincuencia, mientras que el Senador Mujica nadie sabe lo que realmente piensa, porque un día dice que al muchacho drogadicto hay que "agarrarlo del forro y meterlo en una colonia (para) sacarle el vicio a prepo" y otro día se niega a definirse en forma concreta y oscila -al mismo tiempo- entre explicar que "la fábrica de crear condiciones para delinquir está en el pésimo reparto de la propia sociedad", que "es demagógico plantear que se arregla sólo a garrotazos" y que "la respuesta es reducir este problema al problema policial, pidiendo a los policías que sean más efectivos y al derecho penal que sea más gravoso".

3) Lacalle nos asegura una inserción internacional con los países occidentales y las democracias latinoamericanas; Mujica ha viajado a Caracas una y otra vez, recibiendo el cálido elogio del Coronel Chávez.

4) Lacalle intentará detener la confiscación de la educación por las corporaciones gremiales, como establece la nefasta ley que votó el Frente Amplio.

5) Lacalle asegura un gobierno de concordia cívica, mientras Mujica nadie sabe, al punto de que todos los días -de un modo u otro- intenta enfrentar a ricos con pobres, dividir la sociedad y enconar a quienes sienten necesidades.

6) Lacalle preserva el estilo de los presidentes uruguayos, correcto y sobrio, mientras que Mujica nos avergüenza cada vez que sale al exterior y es tomado como un personaje folclórico más que como un hombre de Estado.

Nos consta que hay quienes expresan su resistencia por episodios de ilicitud en la administración Lacalle. Son bien conocidos. Fueron manejados por una Justicia que no perdonó nada, que decretó procesamientos y prisiones. No hubo ocultamientos. A la inversa, ¿cuál es la mejor credencial que puede mostrar este gobierno, otrora acusador y hoy acusado en episodios escandalosos? El propio Astori sigue abrazado a un Bengoa que fue su colaborador directo y ha sido la cabeza de un esquema de ilicitud. El Senador Fernández Huidobro no ha podido aún aclarar el episodio de la limpieza del Maciel.

Todo esto es esencial para un colorado y un batllista. Son garantías fundamentales que no puede ignorar. Si hay algo que le define como colectividad política, es la integridad del Estado, eso que Mujica desprecia desde una especie de anarquismo que sus propios correligionarios -como su socio Agazzi- han señalado más de una vez como su característica sustantiva. Por eso no podemos concebir un voto a este candidato frentista que representa un salto atrás en la visión de una izquierda bastante domada por el ejercicio del gobierno y -sobre todo- un profundo retroceso de la educación cívica del país.

El País Digital

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14 comentarios:

Marmota dijo...

Oh, sobre todo respecto al punto 4, eso nos vendría de maravilla.

Está bueno que alguien remarque la diferencia, algunos no alcanzan a percibirla y otros prefieren descontextualizarla: esto no se trata de "juntarse para que no salga Mujica" (yo preferiría que no salga, desde luego), sino que es lisa y llanamente una cuestión de elegir. Se nos presentan dos candidatos y mal o bien tenemos que elegir a uno; por tanto, elegimos al que más concuerda con lo que queremos para nosotros y para el país.

Enojarse sólo porque unos elegimos algo distinto a lo que ellos quieren es algo así como muy parecido a un berrinche de niño chico al que no se le da la razón. Media pila, gente: la coalición de izquierda no es precisamente un coloide homogéneo, podríamos aducir exactamente lo mismo de ellos - que "se juntan para que no gane el otro" - pero no es ni de cerca la cuestión importante que nos ocupa este 29 de noviembre. Se trata, sencillamente, de elegir al candidato que más se parece a lo que queremos para el país, y si los votantes tanto colorados como independientes y frentistas (porque los hay) consideran que el Dr. Lacalle se ajusta más a lo que buscan que el señor Mujica, no hay excusa para armar una rabieta por eso.

Una humilde recomendación: encuentren algo más interesante de que quejarse que del color rosado; ¿no puede uno "ponerle color al voto" tranquilamente?

Pablo dijo...

"Mujica nos avergüenza cada vez que sale al exterior"
Batlle llorando en Argentina.. alguien se acuerda del mayor papelón desde la vuelta a la democracia?.. y me parece que Batlle es del mismo pequeño partido de este señor

La Ciudadana dijo...

No te gastes Mefista, no lo entienden, después me dicen que no hay fanatismo.

Siempre van a la descalificación, a la burla, pero no a los argumentos.

Pocos se detienen a pensar realmente.

La Ciudadana dijo...

Hola Pablo
Batlle se equivocó pero además le jugaron una mala pasada, no me vengas con esa historia.

Mujica ha dicho cosas peores, ha hecho cosas peores y nunca lo escuché que estuviera arrepentido. Eso te muestra a este señor tal cual es.

Después que esté en el gobierno y empiece con las barbaridades que puede llegar a hacer, no te quejes, no te olvides que éste no tiene conciencia, que lo único que le importa es el poder, sino fuera así, no habría transado en callarse la boca, ponerse traje y todo el cambio de look que aceptó, porque para él todos los medios son válidos para llegar a sus fines.

Anónimo dijo...

Mi papá que es colorado de TODA la vida, me dijo que iba a votar el blanco.
Porque colorado vota colorado y todavía me dijo algo que una vez dijo Alba Roballo...a los blancos ni un pan duro...
Ta chocho el viejo?

Obtuso dijo...

Habrá que elegir entre un ladrón por un lado y un ladrón y asesino amnistiado por otro (aunque el dirá que es expropiador ajusticiador) Muchos apretaremos los dientes para votar al ladrón.

Anónimo dijo...

Obtuso, estás a tiempo
NO ELIJAS: ANULA TU VOTO

La Ciudadana dijo...

Hola Anónimo
no se trata de chochera o no chochera.

Tu papá al igual que el mío, son de otra época, pero ademas baltage es el 2do. que hay en el país.

Acá siempre estuvimos acostumbrados a los partidos, pero cuando el régimen es de balotage, y se llega a esta instancia, hay que comprender que ya no se vota a un blanco, un colorado o un frenteamplista, se vota al ciudadano que al que le queremos dar el poder para gobernar.

Yo soy colorada, pero si algo tengo decidido es que no quiero a Mujica en el gobierno, no da garantías, es mediático, no tiene autocontrol, y no tiene conocimiento de nada, más allá que desde el MGAP, a pesar de que Pepe ama el campo como dice Astori, no hizo nada por los chacareros, no presentó una sola ley como legislador, o sea, su trayectoria deja bastante que desear.

La Ciudadana dijo...

HOla Obtuso,
un poco resumido y por ahí medio duro, si, tenés razón esa será la elección que debamos hacer, yo pienso votar igual que vos.

La Ciudadana dijo...

Hola Anónimo
y si, a eso apuestan, como dijo Mujica, si no me votan a mi, tiren el voto al mar, re democrático, sumamente republicano....

Cada uno sabe lo que tiene que hacer, y justamente lo que no debería haber son votos en blanco, no en esta instancia.

Marmota dijo...

Si no votás lo que yo quiero, mejor no votes. Conveniente, extraordinariamente conveniente.

Y extraordinariamente sorprendente que algunos incluso hagan caso de tan singular amonestación.

La Ciudadana dijo...

Si, cualquier cosa es válida Mefista, hasta invitar al voto en blanco como ya lo hizo Mujica.

Es una vergüenza, no importan los medios, importa el fin....

Y me pregunto, no? Si con la ley de caducidad todavía no entendieron, si gana Lacalle, lo entenderán?

Anónimo dijo...

Interesantes respuestas:
- votar apretando los dientes!!
- si no votás lo que yo quiero...etc

puedo deducir por los diálogos y las respuestas que también para UDES cualquier cosa es cualquier cosa y válida.

La Ciudadana dijo...

Hola Anónimo

el ser humano se basa en creencia, los políticos nos tratan de seducir a través de ellas.

es una forma de decir, no lo tomes tan literal.