lunes, 2 de noviembre de 2009

Reflexiones: voto del 29 de noviembre

A los votantes resignados
Autor: Dr. Eugenio Baroffio Abadie


Cuando desde los Estados Unidos de América, el Presidente Vázquez se enteró de las declaraciones de Mujica formuladas al autor del libro Pepe Coloquios, nos dio a todos su opinión al respecto: las calificó de “estupideces”. Es que no cabía otra adjetivación a los dichos del candidato a la presidencia de una república liberal que vive, por propia determinación y mal que les pese a unos pocos, bajo un sistema económico capitalista.

Dice el diccionario de la Real Academia Española, que “estupidez” en su primera acepción es “la torpeza notable en comprender las cosas” y en la segunda, “el dicho propio de un estúpido”. Queda claro que la opinión del Presidente respecto de su correligionario no es en modo alguno una alabanza, sino de una dura reprobación y censura. Por si su actitud hubiese dejado dudas, el Presidente se vio obligado a aclarar poco después, que lo votaría por disciplina partidaria, algo así como admitir que lo haría resignadamente, obligado o contra su voluntad.

Es obvio que con ese episodio se demolió todo argumento a favor de la tesis de que un gobierno conducido por Mujica pudiera ser en modo alguno la continuidad del que ha presidido el Dr. Vázquez. Ya lo ha entendido así más de un 10 % de los votantes que, aunque concediendo una aprobación al Presidente de casi el 60 %, no apoyó a su partido en las elecciones del 25 de octubre sino en un 48 %.

No obstante, todavía queda un elevado porcentaje de electores que igualmente votó en la primera vuelta al partido del Presidente con la misma resignada actitud del Dr. Vázquez. Es que, con razonable esperanza, seguramente confiaron que la “torpeza notable en comprender las cosas” que padece Mujica, resultara neutralizada en su propia interna partidaria, por una buena votación del “Frente Líber Seregni”. De tal modo se habría logrado, dentro de la coalición, un límite impuesto por los astoristas y sus laderos que proporcionara al eventual gobierno de Mujica, el equilibrio y el control necesarios como para que una tendencia -que no comparto pero respeto- (la del Dr. Vázquez), pudiera poner la proa de la nación en un camino de sensatez y mesura. Para ellos valía la pena intentarlo ya que en esa primera vuelta, la obtención de bancas parlamentarias en proporción importante, habría forzado la armonía adecuada para que no fuera la “estupidez” la que tuviese preponderancia.

Con los resultados a la vista y en conocimiento de las explícitas declaraciones de Mujica, su MPP y los aliados comunistas, advertimos que el tal equilibrio no existe. Los que comparten la verdadera visión de Mujica expuesta tan explícitamente en “Pepe Coloquios” y ratificada días después en un reportaje de Búsqueda, ya a pocas horas del inicio de la veda pre electoral, resultaron mayoría en las dos Cámaras dentro de la coalición. Pero, además y mucho antes de eso, ya eran mayoría y lo serán ahora aún más, en la orgánica del Frente. Por esa razón es que se impuso la línea más radical en el Congreso que aprobó el programa de gobierno; mayorías ambas que reclamarán su cumplimiento.

Tiene –por lo tanto- que haber una proporción grande de esos votantes que, como el Dr. Vázquez, por resignación o disciplina partidaria votaron en octubre a Mujica, pero en las listas de sus adversarios de la interna. Debemos concebir que ahora no estén dispuestos a admitir que la coalición fundada por el General Seregni se encamine a ser la herramienta exclusiva y excluyente de los Tupamaros y de los marxistas leninistas.

Es de esperar que esos electores, gracias a la oportunidad que brinda nuestro sistema electoral de doble vuelta, no deseen entregar el Poder Ejecutivo a quien se ha adueñado del lema con un programa de gobierno como el diseñado en el Congreso de la Coalición, que se encuentra en las antípodas de la gestión pragmática y moderada del presente gobierno.

A esos votantes es que me dirijo y solicito un momento de íntima y reflexiva consideración de las circunstancias. A ellos ruego un instante de objetivo juicio de los postulados sinceros del candidato Mujica, cuando se le permite expresarse a su libre albedrío, y los invito a compararlos con la posición del Dr. Vázquez.

Llegó la hora de elegir Presidente. Por el partido y los parlamentarios de nuestra preferencia ya optamos en octubre. Ésta es la ocasión de escoger un conductor nacional, una persona cuya dignidad represente a todos los orientales y exprese la esencia de la nacionalidad uruguaya en su imagen exterior, un conductor que alejado de las tan invocadas como ocultas “barras” que ejercen el verdadero poder de decisión, se erija en árbitro de las diferencias internas, jefe y guía del Poder Ejecutivo, Comandante supremo de las Fuerzas Armadas y ejerza el poder coercitivo que requiere la ley para ser cumplida y respetada.

Ya no hay más que tres opciones: o se vota por el ex presidente Lacalle, alternativa que acompaña sin la menor vacilación este articulista, o se vota al “estúpido –al decir del Presidente Vázquez- o se eligen la abstención y el voto en blanco. A la hora decisiva en que el sufragante se encuentre solo con su propia consciencia, pensando cuál es el destino que desea para él y para las generaciones venideras, en el cuarto secreto, espero que sepa discernir lo que a todos conviene y no claudique, entregando todo el poder a quien se mofa de la democracia, descree de la justicia, nos propone la colectivización de la tierra y tuvo y conserva admiración por las tiranías oprobiosas que han sumido en la pobreza y la falta de libertad a otras naciones que hoy son su paradigma.

Dr. Eugenio Baroffio Abadie

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2 comentarios:

Anónimo dijo...

La nota está plagada de argumentos falaces que no comparto y que no comparte buena parte de nuestra sociedad. Esgrimir argumentos que se apoyan en supuestos no ciertos, es suponer que pueden ser aceptados "estupidamente" por los lectores. El país necesita una derecha un poco más inteligente, capaz de hacer propuestas y no de enredarse en su rancia y conservadora intolerancia.

La Ciudadana dijo...

Hola Anónimo
no se trata de derechas o de izquierdas, se trata de personas, en este caso y de poder.

De todas formas, no veo donde están los argumentos falaces. Pepe Coloquios es una realidad, las citas de lo que dijo Vázquez también, entonces?