sábado, 23 de octubre de 2010

Respetar al ciudadano

Este artículo lo escribió el "guapo", y la verdad que refleja muy claramente lo que pienan muchos ciudadanos, de todos los partidos.

Otra opinión...

Extraído de El País
Respetar al ciudadano

Jorge Larrañaga

Contra la voluntad del ciudadano no. Por estos días, la opinión pública nacional vuelve a ser testigo de una discusión que ya lleva veinticinco años. Una nación joven como la nuestra, que se apresta a conmemorar el bicentenario, ha dedicado -por ahora- más de la octava parte de su historia a la discusión sobre la conveniencia o no de la ley de caducidad.

Un absurdo.

En su momento, los uruguayos nos dimos un instrumento para dilucidar el te-ma. En 1989 y en 2009 fue la ciudadanía, en forma directa, la que sentenció el asunto a consideración.

Sectores del oficialismo han vuelto a la carga, y han presentado un proyecto de ley interpretativo, y esto nos obliga a dejar en claro nuestra posición.

Hay un desconocimiento de la voluntad de la gente. No se trata del respeto a los Derechos Humanos -eso no está en discusión-, el punto es si se respeta o no la voluntad popular.

Hubo sobre el tema pronunciamientos populares indubitables. En circunstancias históricas diferentes, con electorados diferentes, un mismo resultado. Lo que hoy se promueve por sectores del oficialismo, es un verdadero desborde frente a la voluntad de la gente, un agravio al ciudadano y una afrenta a la Constitución Nacional, vulnerando sus institutos de consulta directa.

Cuando les conviene, convocan a la ciudadanía, pero cuando ella se pronuncia de manera contraria a lo que quieren, la desconocen.

Quienes han promovido los referéndums y plebiscitos invocando la necesidad de recurrir directamente a la ciudadanía, de acudir a la fuente primaria de soberanía, ahora pretenden desconocer el resultado.

Los panegiristas de la democracia directa, detractores del sistema representativo, hoy se refugian en una mayoría parlamentaria para alterar el veredicto popular.

El Partido Nacional no puede acompañar esta iniciativa. El Partido Nacional respeta al ciudadano.

Más allá de las cuestiones jurídicas sobre la constitucionalidad o no del proyecto, hay algo cuya gravedad es motivo de preocupación, se pretende socavar el contrato político que sirve de base a nuestro pacto de convivencia ciudadana.

Ciertos sectores presuntamente "iluminados" se sienten legitimados a corregir "el error" de la gente. La decisión de la gente "estuvo mal", o peor, "no vale", "se equivocaron" y entonces, hay quienes se adjudican el derecho a "interpretar" a la gente, cambiando su pronunciamiento.

Esto afecta a la democracia, afecta a la credibilidad del sistema político y de partidos, que se apartan de la fuente legitimante del poder que es la soberanía popular. "Mi voluntad emana de vosotros y ella cesa ante vuestra presencia soberana" expresaba el mejor de los orientales, haciendo que los representantes abrevaran del manantial popular.

Pero la lección artiguista parece no haber sido aprendida por todos los representantes frenteamplistas.

El propio senador Eleuterio Fernández Huidobro ha declarado que hasta la dictadura respetó el plebiscito del `80.

Amparados en el supuesto mandato de los tratados internacionales, los promotores del proyecto oficialista le dicen a los uruguayos: su decisión no vale; en forma paradójica, los representantes le dicen a los representados, tu mandato no me obliga, voy a hacer lo contrario.

No lo presenten como una cuestión de derechos humanos. Por aplicación de la ley, los que tenían que estar presos, lo están.

Pertenezco a un Partido que ha ofrendado hasta la vida de sus hombres luchando contra la dictadura y defendiendo la democracia. Pertenezco a un Partido que no tiene que dar exámenes de adhesión democrática.

El Partido Nacional defiende al ciudadano, se allana al "pueblo", porque de él y para él se debe.

Escuchamos a la gente y la respetamos, cuando nos gusta lo que dice y cuando no nos gusta también. La democracia nos sirve siempre.

En 1989 voté verde, no estaba convencido del modelo de "la salida". Pero el Pueblo habló. Veinte años después, volvió a pronunciarse; sin embargo, se insiste.

La democracia está para acatarse, para eso se consulta a la gente, para respetar su pronunciamiento. Siendo gobierno el Partido Nacional ha vivido instancias de pronunciamientos populares y las hemos respetado estrictamente. El Partido Nacional no va contra la voluntad de la gente.

Los sectores del Frente Amplio proponentes del proyecto impulsan una suerte de golpe contra la soberanía popular y la Constitución.

Se quiere hacer caducar la voluntad popular, invalidar el sagrado inviolable que en una democracia representa la voz del ciudadano. Respetar la decisión de la ciudadanía es una obligación ética y moral de la política, no se puede hacer, como sentenció Aparicio, "de las prerrogativas del ciudadano, nubes que el viento lleva".
El País Digital


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2 comentarios:

Rodrigo dijo...

CUATRO LAGRIMAS EN FIN DE SEMANA

UNA LAGRIMA..... Por "El Sabalero"

UNA LAGRIMA..... Por El Cilindro

UNA LAGRIMA..... Por LA VOLUNTAD DEL PUEBLO PISOTEADA POR 100 pies con 50 MANOS EN ALTOS !!!

UNA LAGRIMA.....

"Ni los milicos se animaron a ir en contra de un plebiscito" lo dijo Jorge Saravia

Rodrigo dijo...

COMO ES UN Proyecto Interpretativo a la LEY .....100 PIES Interpretaron que LA MAYORÍA NO QUISO DECIR LO QUE DIJO ....LA MAYORÍA DIJO.... LA LEY DE CADUCIDAD NO SE DEROGA ..... Señores LEGISLADORES dejensen de SEMBRAR ODIOS Y RENCORES EN LA JUVENTUD ...Y pongansen a trabajar que para eso son LOS IMPUESTOS QUE PAGA UN PUEBLO CON HAMBRE !!!!