Los otros olvidos
Samuel Blixen
En las ultimas actuaciones del caso de la derogación del articulo 76, que posibilitó la clausura del "expediente Peirano", el ex secretario de la presidencia, Gonzalo Fernández, acumulo una serie de "olvidos" que hacen mas compleja la dilucidación de su protagonismo -y sus intenciones- en el proceso que culmino con la instalación de una seria crisis política en el Frente Amplio.
"Simplemente me olvidé", explicó Fernández a los miembros de la comisión investigadora del Senado, cuando concurrió a declarar el martes 21.
El olvido refería a su omisión en comunicar que había sido copatrocinante, junto con su esposa Cecilia Salom, en la defensa de Juan Domingo Ratti, uno de lo procesados por la quiebra del Banco Montevideo. La omisión fue, primero, ante el senador Sergio Abreu, cuando le sugirió, en 2008, que impulsara una ley para derogar el articulo 76, que interfería con las disposiciones de la flamante norma sobre concursos empresariales; Abreu manifestó en la comisión que si hubiera conocido la relación profesional de Fernández, nunca hubiera impulsado la derogación. La misma omisión se verificó, poco después, ante el diputado Álvaro Lorenzo, quien en sala había manifestado sus temores sobre un "zafarrancho jurídico", y a quien Fernández le aseguró, telefónicamente, que la derogación no tendría consecuencias en el caso Peirano (Fernández admitió que entre su versión de la conversación y la que brindó Lorenzo había "diferencia de matices ").
Finalmente, Fernández incurrió en la omisión de dar a conocer su condición de codefensor de Ratti a los senadores, cuando ocupó interinamente una banca para refutar el planteo de fueros del senador Abreu; y lo mismo ante la dirección del Frente Amplio, cuando se instalo la crisis política por la clausura del expediente, que provoco una conmoción publica.
Sin embargo, durante su extensa exposición en la comisión, el ex secretario de la Presidencia abundo en otros olvidos.
Olvido informar que la participación de su estudio jurídico en la defensa de Ratti había sido puesta en conocimiento del presidente Tabaré Vázquez, tal como este afirmo en sus respuestas a cuestionarios de miembros de la comisión.
Curiosamente, ese detalle hubiera reforzado su posición ante los cuestionamientos.
Olvido también mencionar que la secretaría de la Presidencia había tornado la iniciativa de incorporar la derogación del 76 -y otro articulo de la ley 2.230- en la versión original del proyecto de ley sobre concursos empresariales.
En la Comisión, Fernández reitero que había sido él, personalmente, quien había alertado al entonces ministro de Economía, Danilo Astori, que la derogación propuesta podía implicar la libertad de los hermanos Peirano, todavía en prisión en junio de 2006.
Dijo: "Que quiero significar en definitiva con esto? Que el gobierno anterior no planteó la derogación hoy tan cuestionada, tan luego, gracias a mi oportuna voz de alerta. En realidad, en la ocasión en que tome contacto con el proyecto de ley aconsejé que no se derogara el artículo 76 y la advertencia fue contemplada. Fui el único que advirtió que para entonces la consecuencia inmediata de la derogación de ese articulo hubiera importado también, de sancionarse la ley, la liberación inmediata de los hermanos Peirano". Pero omitió contar el incidente anterior. Fue por ello que el senador blanco Carlos Moreira se apresuro a subrayar la contradicción entre Fernández y Astori.
El actual vicepresidente había detallado: "Inicialmente, la primera versión del proyecto se elevo a la Secretaría de la Presidencia -en junio de 2006, si no recuerdo mal- sin la derogación de los artículos 76 y 77 y, luego de su análisis, esa secretaría envío recomendaciones de mérito y de forma. Fue así que la secretaría de la Presidencia, luego de su primer examen del tema, recomendó incluir la derogación de los artículos 76 y 77. El ministerio, recogiendo tales observaciones, incorporo la derogación, tras lo cual, en una segunda instancia, se produce la advertencia personal del doctor Gonzalo Fernández a través de la llamada telefónica a la que acabo de hacer referencia. Finalmente, en la versión definitiva se suprime del proyecto la derogación y así es remitido al Parlamento”. La derogación ocurrió, tras idas y vueltas, por la sugerencia de Fernández al senador Abreu.
Finalmente el ex secretario de la Presidencia olvido mencionar, en su exposición ante la comisión, que en 2006, cuando asumió la co-defensoría de Ratti, actuaba como abogado defensor en otra causa por la que una empresaria había sido procesada, precisamente, por el articulo 76 (véase nota principal).
El "olvido" asume mayor significación porque se verificó en el tramo del debate en que Fernández argumentaba a favor de su asesoramiento a los legisladores Abreu y Lorenzo. Dijo: "Cuando el ex diputado Lorenzo me plantea la inquietud por vía telefónica, le di mi parecer. En primer termino, le expliqué que únicamente un articulo de esta vieja ley de 1893 -el articulo 76- había sido parcialmente aplicado en tres ocasiones: en 1965 en ocasión de la crisis bancaria del Banco Transatlántico; en 1971, debido a la quiebra del Banco Mercantil; y en 2002, a raíz de la quiebra del Banco Montevideo. Lo que le manifesté fue que en decenas de años solo se había aplicado el inciso primero del articulo 76 en 1965, en 1971 y en 2002, y agregué que todas las normas en cuestión jamás se habían aplicado. Es mas; fuera del articulo 76, inciso primero -aclaro que esta norma tiene varios incisos- las demás no se aplicaron nunca”.
En suma, Gonzalo Fernández olvido que el articulo 76 si se había aplicado, en otra causa que el patrocinaba siendo secretario de la Presidencia, y que comprendía el inciso segundo.
DE PUBLICA NOTORIEDAD.
Durante su comparecencia, Fernández abundó en un argumento: que su calidad de codefensor de Ratti era de pública notoriedad, puesto que había sido noticia en medios de comunicación. Se refería a una crónica de El Observador, de febrero de 2007, en la que se informaba sobre los cuestionamientos a la entonces fiscal Cecilia Salom por parte de sus colegas.
La nota hacia referencia a la defensa de Ratti, y en ella tanto Salom -pareja de Gonzalo Fernández- como el diputado Gustavo Bernini alegaron que los cuestionamientos eran un tiro por elevación contra el entonces secretario de la Presidencia.
La referencia dejó en evidencia que el diputado Bernini también incurrió en olvidos.
Pese a las declaraciones explicitas incorporadas en la crónica de El Observador, Bernini alegó desconocer ese vínculo profesional de la abogada Salom cuando Brecha lo dio a conocer.
En declaraciones al programa Primera voz, que conduce Sonia Breccia, el diputado afirmo: "No puedo ocultar que no estábamos al tanto, como legisladores, de la actuación de la doctora Salom. Nosotros nos enteramos a partir de lo que publicó Brecha. Desde el punto de vista político no puedo decir otra cosa que para nosotros hubiera sido muy importante haber tenido esa información. Quedamos sorprendidos y hubiéramos preferido tener conocimiento de esta realidad”. Ahora, cuando se dejó constancia de la notoriedad, Bernini ensayó una explicación: "Lo conversamos (con Salom) y lo manejamos a nivel de trascendidos. Ella nunca confirmó que fuera cierto ", explicó a La Diaria.
El conocimiento público de esa relación profesional, y la comunicación formal al presidente se erigen como aspectos capitales para el desenlace del episodio, tanto a nivel del Parlamento (donde seguramente la comisión eleve dos informes al plenario) como a nivel de la justicia.
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