Recibo y publico esta nota de Agustín Tajes que, en lo personal, pienso que está impecable.
RUMBO AL GOLPE
En el último medio siglo de su corta vida, nuestro país ha sufrido un desgarramiento de su tejido social, que ni siquiera puede compararse con lo que le produjeron los más de los 70 años de enfrentamientos revolucionarios, comenzados con su nacimiento y cerrados para siempre en 1904.
Es difícil de comprender que luego que los orientales entendieran que debían colgar las lanzas, para dedicarse a tirar todos juntos hacia adelante, como única forma de construir una nación sana y próspera y que como resultado de ello, alcanzáramos un sitial en el mundo en el que se nos comparaba con Suiza, un día, un grupo de alienados se alzara en armas y destruyera ese paraíso del que gozábamos y que muchos envidiaban.
Ese alzamiento tuvo como resultado todo lo malo que hemos vivido en ese medio siglo que citábamos, ya que primero sembró el terror, a través de todos los crímenes que pueden cometerse, en forma organizada, planificada, con total premeditación y alevosía - aunque hoy nos mientan alegando una lucha contra una dictadura inexistente-. Eso trajo como consecuencia un quiebre institucional, que nadie hubiera querido, con todas las implicancias que de ello se derivaron, pero en 1985 retomamos la senda democrática y la gente, cansada de casi 25 años de luchas intestinas, sólo deseaba seguir el ejemplo de nuestros mayores luego de Masoller y dedicarse a trabajar por un futuro mejor para sus hijos, pero eso no estaba en las mentes enfermas de quienes sueñan con transformar la Patria de Artigas en la Cuba del Cono Sur.
Desde el comienzo se dedicaron a recorrer la senda que les permitiera lograr su objetivo y sobre todo a eliminar el más grande obstáculo que eran las FFAA.
No tuvieron problema de aceptar en el Club Naval las condiciones del acuerdo para la salida del proceso, ya que - como siempre han hecho - luego lo desconocerían. Por ese acuerdo se les concedió la amnistía a los sediciosos y, aunque de una manera muy imperfecta, el mismo trato a militares y policías. No obstante, ni bien se promulgó la Ley de Caducidad, comenzaron a trabajar para derogarla, lo cual no fue posible porque el pueblo respondió que NO en las urnas, a la consulta que ellos mismos impulsaron.
20 años después, en forma inconstitucional, aduciendo que entonces existieron presiones sobre el pueblo, repiten la convocatoria y una vez más, el pueblo, EL SOBERANO, les volvió a contestar que NO.
Es increíble lo que dijo el Dip. Felipe Michelini al expresar que quienes votaron por mantener la ley de Caducidad en el último plebiscito, lo que hicieron fue apoyar la tortura y las desapariciones. Si invirtiéramos ese razonamiento, se podría sostener que quienes no impugnaron la ley de amnistía de los sediciosos, estaban de acuerdo con todos los crímenes que ellos cometieron, cuando la verdad es que muchos resignaron sus sentimientos en aras de la reconquista de la concordia nacional.
Podríamos detallar todas y cada una de las violaciones jurídicas que a lo largo de estos años y, en particular, desde 2005, se han cometido respecto a la Ley de Caducidad, así como la actuación ilegal y tendenciosa de la justicia, además de las violaciones al derecho internacional, en la figura del Estatuto de Roma, absolutamente mutilado, al invocarlo para dictar la ley 18.026, por la que se están juzgando los hechos de la década del 70. También resaltar la conducta aberrante de la fiscal Guianze, totalmente involucrada en aquellos hechos, por ser militante tupamara y tener como esposo a un ex sedicioso preso. La referida Fiscal, en pleno proceso de los acusados de violar los DDHH, fue a Cuba a festejar los 50 años de la Revolución, cuando ese país ha recibido cada año durante ese lapso, sistemáticamente, la condena de las Naciones Unidas por gravísimas violaciones a dichos derechos.
Pero el tema central de la situación que estamos atravesando, no es la ley, en particular, ni las supuestas violaciones sin castigar, ni dar un castigo ejemplarizante a los militares, que hace 25 años han dado muestras más que suficientes del acatamiento al poder político y contribuido con su “silencio austero” al reencuentro de los uruguayos. Al respecto es necesario resaltar que, pese a que la ley de amnistía de los sediciosos excluía expresamente a los “homicidios intencionales consumados” que no hubieran sido condenados - de los que hubo alrededor de una treintena - nunca hubo una denuncia en tal sentido. Es llamativo que durante el período 90 – 97 no se hizo ninguna denuncia a militares y policías por los hechos de referencia y eso fue en espera de la prescripción de los asesinatos sin juzgar, cometidos por los sediciosos. Una vez que la misma se concretó, saltaron a la arena con todo. Para ello recurrieron a otro atropello jurídico, a los efectos de la prescripción de los delitos, se consideraron inexistentes los años del gobierno de facto, pero sólo para un lado, así que los asesinos que huyeron a otras tierras y nunca pagaron un día de cárcel, quedaron limpios de polvo y paja, pero “la justicia” pudo hacerse un festín con quienes los habían vencido, impidiendo (por varias décadas) que tuviéramos un régimen totalitario marxista leninista.
Volviendo a la esencia del problema, ¿es razonable - por más odio que exista - que luego de casi 40 años, con sólo 70 muertos por cada lado (cuando hay países que en situaciones similares han tenido centenas de miles y han sabido dejar atrás sus diferencias), dos leyes de amnistía y dos plebiscitos, que los orientales sigamos rehenes de esta situación?
No hay duda que esto es parte de una estrategia en la que el objetivo principal es la toma del poder absoluto y una de las metas, el sometimiento del pueblo a través del desconocimiento de la Constitución y la inversión de la titularidad de la soberanía, que de acuerdo con el Art. 82 de la Carta debe ser “ejercida directamente por el Cuerpo Electoral, e indirectamente por los Poderes representativos” que establece la propia Constitución; “todo conforme a las reglas expresadas en la misma”.
Y esa estrategia no es sólo local, sino que abraca a toda América. Es más que llamativo que cuando un presidente, como Zelaya en Honduras, viola flagrantemente la Constitución, pretendiendo eternizarse en el poder, en contra de lo que la Carta Magna de aquél país establece y las autoridades competentes, de acuerdo al mandato constitucional lo destituyen, todos, con Chávez a la cabeza, saltaron para denunciar un golpe.
Dentro de esa estrategia, se pretende demostrar que la autoridad que la ciudadanía les transfiere por medio de las urnas, es total y se olvidan que la Carta manda que debe ser ejercida “todo conforme a las reglas expresadas en la misma”.
Ya el Senador Pasquet, en “Código País”, le recordó al Dip. Michelini la frase deL Gral. Artigas – quizás la que más ha significado en la definición de nuestra Nación como Democrática y Republicana – “Mi autoridad emana de vosotros y ella cesa ante vuestra presencia soberana”.
No existe sobre la autoridad soberana del Cuerpo Electoral ninguna otra y las convenciones internacionales no pueden estar sobre la decisión del soberano.
Cuando el año pasado se consultó, por segunda vez, al pueblo, sobre la Ley de caducidad, se utilizaron todo tipo de argumentos, incluido, en forma profusa, “la necesidad” de cumplir con las normas internacionales en la materia. El pueblo, al emitir su voto pudo evaluar ese riesgo y decidió asumirlo, por lo tanto, a sus representantes solo les queda una opción, que es actuar en consecuencia, defendiendo la decisión soberana que libremente tomara el titular de la misma, ya que ese es su trabajo y para eso se les ha empleado y se les paga.
Si en lugar de cumplir con su deber, se pretende ignorar el mandato popular, se está incurriendo en un gravísimo atentado a la Constitución y entonces nos viene a la mente una pregunta.
Si ahora quieren ignorar la decisión del pueblo en las urnas, en las próximas elecciones nacionales (si las hubiera), en caso de perder, ¿van a respetar la decisión del pueblo, o van a dictar otra ley interpretativa, que explique que la ciudadanía no estuvo bien informada y que los compromisos con el Foro de Sao Paulo están sobre la soberanía del Cuerpo Electoral y por lo tanto, en el bien de la Patria, se van a quedar indefinidamente?
Agustín Tajes
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