Recibo y publico, de un lector y blogger de Opinen Conmigo, este escrito de Fernando Cardozo.
Está impecable, sobre todo, lo escrito por Eduardo J. Corso en 1985.
Los delincuentes de ayer serán los héroes de mañana
Está impecable, sobre todo, lo escrito por Eduardo J. Corso en 1985.
Los delincuentes de ayer serán los héroes de mañana
Cuando ya no hay remedio para subsanar errores, normalmente dañinos, se dice que “es inútil llorar por la leche derramada”, y creo que ese será el caso de todo el pueblo uruguayo si no busca los medios para, aún en democracia y utilizando las herramientas legales a su alcance, reaccionar frente a la imposición de muchas medidas arbitrarias e inconstitucionales que está aprobando la mayoría legislativa, mediante subterfugios para ir minando los cimientos de la verdadera democracia que tuvimos los uruguayos antes de que ellos se alzaran en armas, contra un gobierno legalmente constituido, en la década de los sesenta.
Hay cosas y hechos que son evidentes signos de que estamos siguiendo los mismos pasos, salvando las diferencias, que la Venezuela del inefable Hugo Chávez.
Quienes "no pescamos en palanganas" y no nos seducen los cantos de sirena del populismo retrógrado que quieren imponer los terroristas de ayer, resaca de políticos frustrados, que no tenía lugar en los partidos políticos tradicionales, que optó por desplegar sus resentimientos sociales acusando a los gobiernos de sus propias limitaciones personales, primero desestabilizando al país con la violencia de las armas, creando el ambiente propicio para salir,
luego de la lógica represión a la que conducen ese tipo de acciones, a apelar, en plan de víctimas, a la lógica sensibilidad de la siempre mayoritaria masa pobre, ingenua, desinformada y proclive a escuchar cantos de sirena sin tener en cuenta, sin pensar en el verdadero trasfondo de los intereses de poder por el poder mismo que caracteriza al marxismo leninismo, con probada causa de la miseria y el sufrimiento de las naciones que adoptaron ese sistema de gobierno.
Me pregunto cuánto dolor y cuánto sufrimiento por pérdidas de vidas y cuánto desgaste económico se hubiera evitado, si los tupamaros y los otros integrantes de la coalición de izquierda hubiesen optado por organizarse como partido político para llegar al poder, en aquel entonces, proponiendo a la ciudadanía un programa de gobierno.
Prefirieron sin embargo subvertir a la familia uruguaya, a nuestro sistema de vida y de gobierno, lavándole el cerebro a nuestros jóvenes principalmente, mimetizándose con la población sana utilizándola como escudo en sus operaciones de “guerra sucia” contra los uniformados, enemigos fáciles de detectar, ahora son gobierno y lo que antes criticaban ahora lo aplican con creces a tal punto que ya el elefante que teníamos por estado ahora es “mamut con rasgos prehistóricos”. Han inflado la deuda externa a una cifra exorbitante, sin que la calidad de vida del uruguayo haya aumentado, en forma plausible, han falseado las cifra de empleos aumentando el número de funcionarios públicos, y las cifras de índices de pobreza e indigencia con dádivas de las arcas del
estado, quitándo del bolsillo a jubilados y trabajadores.
Hoy me entero de que la suba de la carne en los últimos tres meses alcanza el 20%, y que hubieron tres subas en el último mes, y quizás coincidan conmigo, y piensen que lo del mundial ha sido, o está siendo, utilizado como amortiguador de muchas medidas tomadas por el gobierno, de hechos y expresiones que debieron acaparar la opinión pública, y sin embargo pasaron sin mayores comentarios.
Y pensando en eso, recordé un profético artículo escrito por el Dr. Corso, a un mes escaso, después de la asunción a la 1a. presidencia del Dr. Sanguinetti.
Poco se puede agregar a lo dicho por el Dr. Eduardo J. Corso, no obstante creo que sí surgen muchas conclusiones, de la lectura del articulo que, fíjense en la fecha en que fue escrito, ha resultado profético. Y lamentablemente, hoy solo nos podemos encontrar con el hecho de que ninguno de los responsables del deterioro de nuestras instituciones, y de nuestra calidad de vida, parecen haberse puesto el sayo de la responsabilidad que les cabe. Así es que los encontramos, y encontraremos, cada cinco años, apostando a la mala memoria de la gente; aunque algunos ya han recibido respuesta de la ciudadanía, aunque les cueste asumirlo. Lo dicho por el Dr. Corso, hoy, es un presagio que pasó a ser una realidad incontrovertible. Y es mas que eso, es una advertencia que se va cumpliendo, sin que nadie reaccione.
Vale la pena leerlo y meditarlo, veámoslo.
"Diario La mañana 13/03/1985
Los delincuentes de ayer serán los héroes de mañana
Eduardo J. Corso
Tiempos nuevos, hechos nuevos. El seleccionado de fútbol sigue ganando partidos. No sin angustias. Radio Carve irradia propaganda paga del Partido Comunista y difunde discursos del General Seregni. Monseñor Partelli designado Gran Canciller de la Universidad, privada católica, Dámaso Antonio Larrañaga.
Los tupamaros ganaron la guerra. Y quienes estamos atados al tiempo y a los hechos, con lógica rigurosa, sufrimos indeciblemente. Y la culpa es nuestra, por creer que la ética le sirve al hombre y que la consecuencia en el comportamiento de los actos que valen, constituye una necesidad impuesta por la rectitud del corazón y la limpieza de la conciencia.
Pareciera que lo absoluto no existe. Todo es mutable, todo es provisional, todo puede ser. La capital está de fiesta y el frente amplio está de parabienes. Obtuvo la liberación de su ala armada. A partir de ahora, será gobierno a través de los Entes Autónomos; como administrador de los gremios, condicionará la economía nacional; y si las circunstancias se dieran tiene los elementos humanos para la acción armada.
Se habla de pacificación nacional.
No hemos escuchado en estos días, palabras de arrepentimiento de los amnistiados.
Los violentos no vomitan las empanadas de ira que esconden en sus buches.
En el propio ambulatorio del Palacio Legislativo hubo agresiones físicas a los senadores. Los muros de la Jefatura de Policía de Montevideo recogieron la huellas del desborde. Quienes están obligados a salvaguardar el orden hacen gargaras de pacificación.
El marxismo internacional orquesta programas de amnistía, en todos los lugares, menos donde tiene sometida a la población. El frente amplio la reclamó en 1971; y, en esta segunda época, recibió la adhesión del Sr. Wilson Ferreira Aldunate. Acción explicada aunque no justificada. Fue víctima de un atropello y accionó quitándoles a los militares su trofeo de guerra, que eran al mismo tiempo, los agresores del país. Por otra parte, no se conocen los compromisos que pudiera haber contraído con el marxismo internacional, a través de su hijo el Sr. Juan Raúl Ferreira y la otrora Convergencia.
Generalmente donde hubo fuego cenizas quedan. El presidente de la república, doctor Sanguinetti, a través de la campaña electoral, mantuvo una posición, relacionada con la liberación de los tupamaros, que la consideramos compartible.
Pero el partido Colorado es minoría, máxime con el sector de Flores Silva más próximo del frente que del lema al que le debía su encumbramiento senatorial. Y Sanguinetti para no aparecer perdidoso, capituló a manos de sus adversarios. La fortaleza de su verbo no ha tenido en la emergencia el apoyo de su espíritu. Pobres de los blancos que, escapando de Ferreira Aldunate, le entregaron sus votos. Al pueblo le hubiera gustado que su presidente, se jugara por las ideas que defendiera en la campaña pre electoral.
Y si las mayorías parlamentarias imponen su voluntad, la carta del veto se debiera haber jugado hasta las últimas consecuencias. Este episodio de los tupamaros es presagio de malos días. Los políticos actuales arrastran los mismos vicios que sirvieron para acunar la idea de la dictadura militar. Se juegan por las estrategias y no por las sustancias. Lo del doctor Sanguinetti es lamentable.
A su lado, el doctor Juan Vicente Chiarino, por el que sentimos devoción y respeto, con una posición muy definida sobre el caso tupamaros, participa en la aplicación de la ley de la liberación, cuando hubiera correspondido una Renuncia, así con mayúsculas. Las colaboraciones se ofrendan hasta el límite del decoro y de la responsabilidad propia.
Por iniciativa del Sr. Ferreira Aldunate, el Directorio del Partido Nacional calificó la cuestión de" política", y, ahí, terminaron las disidencias y las rebeldías del doctor Lacalle y el escribano Ortiz.
Las respuestas de la conciencia no pueden codificarse. Los legisladores de todos los partidos votaron como si el pueblo quisiera convivir, en la calle, con los tupamaros. Y no es así. Hace unos meses propusimos el plebiscito, y a quienes opinaron le resbalaron al planteamiento como el pepino enjabonado. Tenemos la convicción más íntima que el pueblo uruguayo fue estafado en su deseo. Fue víctima de dos agresiones, en las décadas de los 60 y 70, y muchas familias siguen llorando sus muertos.
Los políticos de ayer, que son casi los mismos de hoy, invocando la ley y el espíritu de la convivencia nacional, reprimieron y encarcelaron a los tupamaros, calificados como delincuentes terroristas. Hoy alegan un deseo de pacificación y a través de la amnistía eliminan el delito y hacen desaparecer al delincuente.
Nadie tiene la seguridad del arrepentimiento ni menos de propósito de la enmienda. Pero, al conjuro dedicado de las logias, los tupamaros de ayer son ciudadanos respetables ya. Mañana serán sublimados a la categoría de héroes.
Cuando una sociedad fabrica delincuentes, en el instante de comprobarlo perdió el derecho a la sobrevivencia. ¡ Cuanta tristeza y desolación ! El barbado dictador caribeño se sale de sus mandíbulas ante la inexperta Caperucita, que ofrenda su virginidad política en aras de la ingenuidad y de la malentendida idea de pacificación.
Ojalá no paguemos esto que consideramos insania colectiva con otras lágrimas de sangre."
Hay cosas y hechos que son evidentes signos de que estamos siguiendo los mismos pasos, salvando las diferencias, que la Venezuela del inefable Hugo Chávez.
Quienes "no pescamos en palanganas" y no nos seducen los cantos de sirena del populismo retrógrado que quieren imponer los terroristas de ayer, resaca de políticos frustrados, que no tenía lugar en los partidos políticos tradicionales, que optó por desplegar sus resentimientos sociales acusando a los gobiernos de sus propias limitaciones personales, primero desestabilizando al país con la violencia de las armas, creando el ambiente propicio para salir,
luego de la lógica represión a la que conducen ese tipo de acciones, a apelar, en plan de víctimas, a la lógica sensibilidad de la siempre mayoritaria masa pobre, ingenua, desinformada y proclive a escuchar cantos de sirena sin tener en cuenta, sin pensar en el verdadero trasfondo de los intereses de poder por el poder mismo que caracteriza al marxismo leninismo, con probada causa de la miseria y el sufrimiento de las naciones que adoptaron ese sistema de gobierno.
Me pregunto cuánto dolor y cuánto sufrimiento por pérdidas de vidas y cuánto desgaste económico se hubiera evitado, si los tupamaros y los otros integrantes de la coalición de izquierda hubiesen optado por organizarse como partido político para llegar al poder, en aquel entonces, proponiendo a la ciudadanía un programa de gobierno.
Prefirieron sin embargo subvertir a la familia uruguaya, a nuestro sistema de vida y de gobierno, lavándole el cerebro a nuestros jóvenes principalmente, mimetizándose con la población sana utilizándola como escudo en sus operaciones de “guerra sucia” contra los uniformados, enemigos fáciles de detectar, ahora son gobierno y lo que antes criticaban ahora lo aplican con creces a tal punto que ya el elefante que teníamos por estado ahora es “mamut con rasgos prehistóricos”. Han inflado la deuda externa a una cifra exorbitante, sin que la calidad de vida del uruguayo haya aumentado, en forma plausible, han falseado las cifra de empleos aumentando el número de funcionarios públicos, y las cifras de índices de pobreza e indigencia con dádivas de las arcas del
estado, quitándo del bolsillo a jubilados y trabajadores.
Hoy me entero de que la suba de la carne en los últimos tres meses alcanza el 20%, y que hubieron tres subas en el último mes, y quizás coincidan conmigo, y piensen que lo del mundial ha sido, o está siendo, utilizado como amortiguador de muchas medidas tomadas por el gobierno, de hechos y expresiones que debieron acaparar la opinión pública, y sin embargo pasaron sin mayores comentarios.
Y pensando en eso, recordé un profético artículo escrito por el Dr. Corso, a un mes escaso, después de la asunción a la 1a. presidencia del Dr. Sanguinetti.
Poco se puede agregar a lo dicho por el Dr. Eduardo J. Corso, no obstante creo que sí surgen muchas conclusiones, de la lectura del articulo que, fíjense en la fecha en que fue escrito, ha resultado profético. Y lamentablemente, hoy solo nos podemos encontrar con el hecho de que ninguno de los responsables del deterioro de nuestras instituciones, y de nuestra calidad de vida, parecen haberse puesto el sayo de la responsabilidad que les cabe. Así es que los encontramos, y encontraremos, cada cinco años, apostando a la mala memoria de la gente; aunque algunos ya han recibido respuesta de la ciudadanía, aunque les cueste asumirlo. Lo dicho por el Dr. Corso, hoy, es un presagio que pasó a ser una realidad incontrovertible. Y es mas que eso, es una advertencia que se va cumpliendo, sin que nadie reaccione.
Vale la pena leerlo y meditarlo, veámoslo.
"Diario La mañana 13/03/1985
Los delincuentes de ayer serán los héroes de mañana
Eduardo J. Corso
Tiempos nuevos, hechos nuevos. El seleccionado de fútbol sigue ganando partidos. No sin angustias. Radio Carve irradia propaganda paga del Partido Comunista y difunde discursos del General Seregni. Monseñor Partelli designado Gran Canciller de la Universidad, privada católica, Dámaso Antonio Larrañaga.
Los tupamaros ganaron la guerra. Y quienes estamos atados al tiempo y a los hechos, con lógica rigurosa, sufrimos indeciblemente. Y la culpa es nuestra, por creer que la ética le sirve al hombre y que la consecuencia en el comportamiento de los actos que valen, constituye una necesidad impuesta por la rectitud del corazón y la limpieza de la conciencia.
Pareciera que lo absoluto no existe. Todo es mutable, todo es provisional, todo puede ser. La capital está de fiesta y el frente amplio está de parabienes. Obtuvo la liberación de su ala armada. A partir de ahora, será gobierno a través de los Entes Autónomos; como administrador de los gremios, condicionará la economía nacional; y si las circunstancias se dieran tiene los elementos humanos para la acción armada.
Se habla de pacificación nacional.
No hemos escuchado en estos días, palabras de arrepentimiento de los amnistiados.
Los violentos no vomitan las empanadas de ira que esconden en sus buches.
En el propio ambulatorio del Palacio Legislativo hubo agresiones físicas a los senadores. Los muros de la Jefatura de Policía de Montevideo recogieron la huellas del desborde. Quienes están obligados a salvaguardar el orden hacen gargaras de pacificación.
El marxismo internacional orquesta programas de amnistía, en todos los lugares, menos donde tiene sometida a la población. El frente amplio la reclamó en 1971; y, en esta segunda época, recibió la adhesión del Sr. Wilson Ferreira Aldunate. Acción explicada aunque no justificada. Fue víctima de un atropello y accionó quitándoles a los militares su trofeo de guerra, que eran al mismo tiempo, los agresores del país. Por otra parte, no se conocen los compromisos que pudiera haber contraído con el marxismo internacional, a través de su hijo el Sr. Juan Raúl Ferreira y la otrora Convergencia.
Generalmente donde hubo fuego cenizas quedan. El presidente de la república, doctor Sanguinetti, a través de la campaña electoral, mantuvo una posición, relacionada con la liberación de los tupamaros, que la consideramos compartible.
Pero el partido Colorado es minoría, máxime con el sector de Flores Silva más próximo del frente que del lema al que le debía su encumbramiento senatorial. Y Sanguinetti para no aparecer perdidoso, capituló a manos de sus adversarios. La fortaleza de su verbo no ha tenido en la emergencia el apoyo de su espíritu. Pobres de los blancos que, escapando de Ferreira Aldunate, le entregaron sus votos. Al pueblo le hubiera gustado que su presidente, se jugara por las ideas que defendiera en la campaña pre electoral.
Y si las mayorías parlamentarias imponen su voluntad, la carta del veto se debiera haber jugado hasta las últimas consecuencias. Este episodio de los tupamaros es presagio de malos días. Los políticos actuales arrastran los mismos vicios que sirvieron para acunar la idea de la dictadura militar. Se juegan por las estrategias y no por las sustancias. Lo del doctor Sanguinetti es lamentable.
A su lado, el doctor Juan Vicente Chiarino, por el que sentimos devoción y respeto, con una posición muy definida sobre el caso tupamaros, participa en la aplicación de la ley de la liberación, cuando hubiera correspondido una Renuncia, así con mayúsculas. Las colaboraciones se ofrendan hasta el límite del decoro y de la responsabilidad propia.
Por iniciativa del Sr. Ferreira Aldunate, el Directorio del Partido Nacional calificó la cuestión de" política", y, ahí, terminaron las disidencias y las rebeldías del doctor Lacalle y el escribano Ortiz.
Las respuestas de la conciencia no pueden codificarse. Los legisladores de todos los partidos votaron como si el pueblo quisiera convivir, en la calle, con los tupamaros. Y no es así. Hace unos meses propusimos el plebiscito, y a quienes opinaron le resbalaron al planteamiento como el pepino enjabonado. Tenemos la convicción más íntima que el pueblo uruguayo fue estafado en su deseo. Fue víctima de dos agresiones, en las décadas de los 60 y 70, y muchas familias siguen llorando sus muertos.
Los políticos de ayer, que son casi los mismos de hoy, invocando la ley y el espíritu de la convivencia nacional, reprimieron y encarcelaron a los tupamaros, calificados como delincuentes terroristas. Hoy alegan un deseo de pacificación y a través de la amnistía eliminan el delito y hacen desaparecer al delincuente.
Nadie tiene la seguridad del arrepentimiento ni menos de propósito de la enmienda. Pero, al conjuro dedicado de las logias, los tupamaros de ayer son ciudadanos respetables ya. Mañana serán sublimados a la categoría de héroes.
Cuando una sociedad fabrica delincuentes, en el instante de comprobarlo perdió el derecho a la sobrevivencia. ¡ Cuanta tristeza y desolación ! El barbado dictador caribeño se sale de sus mandíbulas ante la inexperta Caperucita, que ofrenda su virginidad política en aras de la ingenuidad y de la malentendida idea de pacificación.
Ojalá no paguemos esto que consideramos insania colectiva con otras lágrimas de sangre."
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4 comentarios:
que lo pario!!!!! era vidente no??
Hola Francisca,
por lo visto si, la verdad me quedé helada, me hizo acordar al diputado cubano que advirtió lo mismo en su país cuando querían largar a Castro.
Eduardo J Corso gran persona e intelectual, visionario, siempre pensó y dijo lo mismo, como se nota que falta gente como él en nuestra cultura política, que fue de la vida de él, debe ser nonagenario a esta altura. En 1985 la tenía clara, se adelantó 25 años como los grandes intelectuales que ven en perspectiva.
HOla Anónimo
si realmente la tenía reclara.
Se que en 2009 le hicieron un homenaje en la Rural del Prado y él estuvo presente, pero realmente no tengo más noticias.
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