No creo que podamos hacer un diagnóstico simplista de las causas por las cuales los menores, cada vez más chicos, delinquen.
El otro día escuchaba en la radio, que una niña de 12 años acompañada de otros chicos de su edad o menores, asaltaron un comercio, los agarraron enseguida, pero la niñita iba armada.
Entre la discusión espúrea de las causas sociales, etc. etc. y el simplismo de la pasta base, nadie hace nada, y siguen hablando en lugar de tomar medidas, obligándonos a nosotros, ciudadanos pacíficos, a dejar de serlo y armarnos con lo que tengamos a mano para defender a nuestras familias, nuestras vidas y nuestros bienes, que nadie nos regaló.
Es claro que, mientras nos quejemos y no hagamos algo en conjunto para exigir a quienes tienen el poder que tomen medidas en serio, acá seguirán perdiendo la vida inocentes, trabajadores, estudiantes y seguiremos con mirada gacha, haciendo que no con la cabeza, en señal de no entender porqué nadie hace nada, pero así, seguro, las soluciones no van a aparecer.
El otro día escuchaba en la radio, que una niña de 12 años acompañada de otros chicos de su edad o menores, asaltaron un comercio, los agarraron enseguida, pero la niñita iba armada.
Entre la discusión espúrea de las causas sociales, etc. etc. y el simplismo de la pasta base, nadie hace nada, y siguen hablando en lugar de tomar medidas, obligándonos a nosotros, ciudadanos pacíficos, a dejar de serlo y armarnos con lo que tengamos a mano para defender a nuestras familias, nuestras vidas y nuestros bienes, que nadie nos regaló.
Es claro que, mientras nos quejemos y no hagamos algo en conjunto para exigir a quienes tienen el poder que tomen medidas en serio, acá seguirán perdiendo la vida inocentes, trabajadores, estudiantes y seguiremos con mirada gacha, haciendo que no con la cabeza, en señal de no entender porqué nadie hace nada, pero así, seguro, las soluciones no van a aparecer.
Suficiente
Michael S. Castleton
Hace unos pocos días un infanto juvenil de 15 años atracó la rotisería ‘Los Francesitos’ en Punta Gorda.
Durante el asalto el delincuente baleó al hijo del dueño del negocio que había ido a ayudar a su padre por el gran trabajo que éste tenía.
Lo que no dice la crónica es que este hombre joven fue baleado a mansalva por el delincuente con un arma aparentemente calibre .22 con balas Dum-Dum.
Lo que no dice la crónica que la víctima, joven profesional padre de dos hijos, al recibir el balazo, éste se fraccionó según sus características, quedando un pedacito del proyectil alojado en la columna del infortunado quedando éste paralizado del diafragma para abajo.
¿Quién arregla esto? ¿Quién se hace responsable por la destrucción de la vida de este ciudadano?
El menor criminal, casualmente a las pocas horas fue detenido e internado en el INAU. De ahí saludará a sus amigos y a estas horas ya estará de nuevo en las calles de nuestra ciudad.
¿Cómo puede ser que como sociedad seamos incapaces de reconocer que estamos ante una realidad social crítica? ¿Cómo puede ser que las autoridades y la sociedad toda no se sinceren y reconozcan que las convenciones que regulan nuestra vida en común han cambiado?
¿Es acaso imposible ver que las disposiciones que existen en materia de regulación de los menores infractores fueron redactadas cuando no existía la pasta base, cuando no existía el Play Station y sus juegos violentos que trivializan al infinito la vida y la muerte,cuando todavía se jugaba al fulbo en la calle con pelota de trapo?
Se podrán emitir sesudos juicios sobre el porqué de esta demencia. Poco importa. Lo que importa es que la sociedad está bajo ataque por no más de 500 delincuentes que accidentalmente, y poco importa, son menores de edad.
Está muy bien buscar soluciones estructurales para este problema. Está muy bien que el INAU busque soluciones socialmente aceptables para este problema.
Pero, estamos en guerra. Estamos en guerra con estos menores y estamos en guerra con los mayores que los cobijan y alientan con fines de lucro en sus tropelías.
Debemos primero ganar la guerra contra estos mugrientos, importa poco su edad cronológica. El problema es ahora.
Hay experiencias en otros países.Los brasileros tienen experiencia en estos temas, quizás sea hora de consultarlos y estudiar cómo controlaron el problema de la minoridad infractora.
El horno no está para bollos. La sociedad deberá empezar a autogestionar su defensa contra esta plaga si es que sus empleados que tienen ese cometido no lo hacen.
Esto es duro, no puede haber ninguna duda. Más duro sin embargo es que sigan muriendo inocentes, se sigan destruyendo vidas por parte de esta gentuza y nadie le ponga el cascabel al gato.
Estos infantos juveniles desprecian a la sociedad en que viven, por lo tanto hipotecan los derechos que les otorga esa misma sociedad.
De la misma manera que un cáncer se ataca las más de las veces con cirugía primero y luego medicamentos, este cáncer social se debe extirpar en primera instancia y luego combatir con los medicamentos que son el INAU y sus programas de reinserción social, bastante poco exitosos por cierto.
Ya fue suficiente, la sociedad debe reaccionar de una buena vez. Las soluciones para extirpar este verdadero cáncer social se conocen.
¿No será tiempo de ponerlos en práctica?
Michael S. Castleton
Hace unos pocos días un infanto juvenil de 15 años atracó la rotisería ‘Los Francesitos’ en Punta Gorda.
Durante el asalto el delincuente baleó al hijo del dueño del negocio que había ido a ayudar a su padre por el gran trabajo que éste tenía.
Lo que no dice la crónica es que este hombre joven fue baleado a mansalva por el delincuente con un arma aparentemente calibre .22 con balas Dum-Dum.
Lo que no dice la crónica que la víctima, joven profesional padre de dos hijos, al recibir el balazo, éste se fraccionó según sus características, quedando un pedacito del proyectil alojado en la columna del infortunado quedando éste paralizado del diafragma para abajo.
¿Quién arregla esto? ¿Quién se hace responsable por la destrucción de la vida de este ciudadano?
El menor criminal, casualmente a las pocas horas fue detenido e internado en el INAU. De ahí saludará a sus amigos y a estas horas ya estará de nuevo en las calles de nuestra ciudad.
¿Cómo puede ser que como sociedad seamos incapaces de reconocer que estamos ante una realidad social crítica? ¿Cómo puede ser que las autoridades y la sociedad toda no se sinceren y reconozcan que las convenciones que regulan nuestra vida en común han cambiado?
¿Es acaso imposible ver que las disposiciones que existen en materia de regulación de los menores infractores fueron redactadas cuando no existía la pasta base, cuando no existía el Play Station y sus juegos violentos que trivializan al infinito la vida y la muerte,cuando todavía se jugaba al fulbo en la calle con pelota de trapo?
Se podrán emitir sesudos juicios sobre el porqué de esta demencia. Poco importa. Lo que importa es que la sociedad está bajo ataque por no más de 500 delincuentes que accidentalmente, y poco importa, son menores de edad.
Está muy bien buscar soluciones estructurales para este problema. Está muy bien que el INAU busque soluciones socialmente aceptables para este problema.
Pero, estamos en guerra. Estamos en guerra con estos menores y estamos en guerra con los mayores que los cobijan y alientan con fines de lucro en sus tropelías.
Debemos primero ganar la guerra contra estos mugrientos, importa poco su edad cronológica. El problema es ahora.
Hay experiencias en otros países.Los brasileros tienen experiencia en estos temas, quizás sea hora de consultarlos y estudiar cómo controlaron el problema de la minoridad infractora.
El horno no está para bollos. La sociedad deberá empezar a autogestionar su defensa contra esta plaga si es que sus empleados que tienen ese cometido no lo hacen.
Esto es duro, no puede haber ninguna duda. Más duro sin embargo es que sigan muriendo inocentes, se sigan destruyendo vidas por parte de esta gentuza y nadie le ponga el cascabel al gato.
Estos infantos juveniles desprecian a la sociedad en que viven, por lo tanto hipotecan los derechos que les otorga esa misma sociedad.
De la misma manera que un cáncer se ataca las más de las veces con cirugía primero y luego medicamentos, este cáncer social se debe extirpar en primera instancia y luego combatir con los medicamentos que son el INAU y sus programas de reinserción social, bastante poco exitosos por cierto.
Ya fue suficiente, la sociedad debe reaccionar de una buena vez. Las soluciones para extirpar este verdadero cáncer social se conocen.
¿No será tiempo de ponerlos en práctica?
Blogalaxia Tags: uruguay, montevideo, vicepresidente, corrupción, fraude, presidente, intendencia, impuestos, IRPF gobierno, seguridad, ley
5 comentarios:
Entonces basicamente "hay que matarlos a todos" no? Me da mas miedo la cabeza de gente asi, la que habla de pasta base y play station en una misma oracion.
Sigamos el ejemplo de nuestros vecinos del norte, despues de todo esto es una "guerra" y "ellos" son el enemigo.
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/BRASIL/escuadrones/muerte/asesinaron/445/ninos/Rio/Janeiro/durante/1990/elpepisoc/19910109elpepisoc_8/Tes
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/BRASIL/escuadrones/muerte/asesinaron/445/ninos/Rio/Janeiro/durante/1990/elpepisoc/19910109elpepisoc_8/Tes
HOla Anónimo,
yo hablo de matar?
Yo hablo de defender a los míos, de defender mi vida y de defender lo poco que tengo.
O que? Hay que seguir siendo contemplativo, mientras gente de bien y de trabajo queda como este señor, paralítico porque a un menor se le antojó?
Para vos está bien? EStá todo bien? no hay que hacer nada? seguimos conversando sobre los orígenes y no resolvemos?
Y si, así está el país, mucha cháchara y nada de soluciones.
ecomedhola ciudadanate cuento que el viernes diez a las nueve de la mañana si aunque no lo crean a las nueve de la mañana venia yo manejando y mi esposo al lado ,veniamos tranquilos y despacio por una calle toda rota como es comun en nuestra ciudad y escuchando la radio ,saliamos de un barrio muy pobre donde tenenmos un par de clientes ya que tenemos un reparto. En ese barrio es comun ver niños muy chiquitos jugando con armas de juguete cuando de repente veo a un chico de mas o menos 13 o 14 años parado en el medio de la calle apuntandome con un arma al medio de la camioneta y dos niños mas uno de un lado y el otro del otro lado este .estos eran de entre 7 u 8 años o sea que tenia la calle cortada por tres niñosa apuntandome con un arma ,dude fraccines de segundos pensando que estaban jugando, cuando reaccione ya tenia el revolver en mi cabeza ,se llevaron mi cel lo mas valioso para mi pues perdi telefonos muy importantespara mi y 500 pesos .mi esposo esta furioso porque el no pudo hacer nada ya que yo tenia el arma en mi cabeza .a partir de ese dia nuestra vida cambio yo vivo aterrada y talvez tenga que ir a un sicologo porque hay imagenes que no puedo quitar de mi cabeza ,no quiero salir salgo lo necesario trabajo y nada mas .ya no manejo ,maneja mi esposo y el dice que el no va a parar ,lamentablemente tuvimos que armarnos y todos los dias vamos a ese barrio porque trabajar hay que trabajar pero yo entro rezando y cuando vuelvo a mi casa despues de trabajar es como si me hubieran dado una paliza del estado de tension en que queda mi cuerpo .solo queria contarles mi experiencia con estos nenitos que tan protegidos estan mientras nosotros estamos totalmente desprotegidos
Hola Anónimo
qué experiencia!!! y si, cómo no imaginar que quedaste asustada, porque vayamos a lo real, estos nenes no tienen idea del valor de una vida, no tienen códigos, hace muchos años, vengo diciendo lo mismo, prefiero que me encañone un veterano que un niño, al menos el veterano tiene claro lo que es quitar una vida.
Me hiciste acordar, que hace unos años atrás, en la Ciudad vieja de mañana también, me cercaron tres mocosos patoteros a querer sacarme la cartera, no estaban armados, mi reacción en ese momento, fue sacar de izquiera a derecha un bife, les di vuelta la cara a los 3 de una, no se cómo me animé, quedaron desconcertados y yo, aproveché y me metí en un bar que estaba cerquita, y ahí recién tomé conciencia....
Pero como habrás leído, acá hay gente que todavía los defiende!
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