Presentando una nota magistral de Carlos Maggi sobre el atentado gubernamental en las telecomunicaciones y opinando por mí mismo sobre la calamidad de tener que soportar ser robado y encima engañado por ANTEL y por la TV, radio y prensa alcahuetas del régimen, que la es toda
Antel va a implosionar un día y, agrego yo, ese día seremos libres. Pero, para eso, Antel debe dejar de estar, pasará más o menos tiempo pero esto va suceder ya que el teléfono fijo, el capital de Antel, se va desintegrando cada vez más rápido y una vez que esas líneas sean irrelevantes, Antel se doblegará porque se habrá quedado sin sentido de existir. Ya perdió la lucha de los celulares, si la mantiene es de forma tramposa. E Internet un día le va estallar en la cara y ahí estaremos esperando esa ola que, como un tsunami, barrerá todo este estado de vergüenza a que estamos sometidos.
¿Por qué vergüenza?, preguntarán. Es porque el Estado y las mafias públicas y las privadas que apoyan este cerco a las comunicaciones, hacen lo que hacen en el convencimiento de que somos idiotas; que pagaremos sin chistar las tarifas absurdas, que nos quedaremos contentos porque duplican la velocidad cuando deberían multiplicarla por 10, porque defendemos las espantosas invenciones estatistas de las empresas públicas -una contradicción en sí mismas- sin rebelarnos, porque no pedimos que las cierren y porque caemos en las trampas que los "socios silenciosos" de ANTEL y de su propietario, SUTEL Sindicato de ANTEL, dueño y señor de los títeres que son los altos cargos, presidentes, vices y gerentes.
¿Por qué? Pues porque esa alta velocidad les reventará el esquema que tienen hoy, podremos ver TV de cualquier lado en tiempo real, ver cine en vivo, enterarnos debido a la velocidad de acceso de contenidos que hoy son imposibles de manejar y que destaparían la pésima calidad de la basura que dan los tres canales, socios de ANTEL en la vergüenza que vivimos. Ellos desinforman, manipulan, son la escoria del periodismo y mantienen un nivel cultural de lumpen, haciendo que la educación y la cultura de la gente se orienten cada vez más a la estupidez y la chabacanería al estilo porteño, nuestros enemigos culturales, enemigos por naturaleza, el Buenos Aires que detesta a Montevideo, su puerto competidor y que gustaría vernos anegados por el barro del río y la mugre de su cultura decadente y de nivel de cabaret de Corrientes.
Esos son los aliados del oligopolio del cable, de la TV, ese oligopolio hace cuanto puede y paga notas en los diarios para que digan estupideces falsos técnicos, como esa imbécilidad recurrente que sacan cada tanto a repetir que la demanda está satisfecha y que lo que tenemos alcanza o porque el país es pequeño tiene lo que puede, haciéndonos con eso no solo pequeños física sino intelectualmente.
Por eso, esta nota de Carlos, otra más en la batalla que tenemos que dar contra el bloqueo que nos imponen, no es una nota hecha para que la lean técnicos. Es una nota para ti, que usas Internet y estás totalmente desconforme y debes saber que hay un complot para que todo siga como está y que ANTEL es la parte visible, la punta del iceberg. Debajo están los capitales, los sindicatos, las mafias, las familias que todos sabemos quiénes son, que son los dueños de la información o, mejor dicho, de la desinformación en Uruguay y que gobierno que venga -sea democrático, tupa, nazi, blanco, verde- lo manipulan, porque aquellos malos políticos corruptos y/o débiles que no representan más que a sus intereses, necesitan a muerte a esos medios para sus campañas electorales y jamás, salvo que se los obligue, harán, investigarán, hablarán del tema este, porque para ellos es tabú. La clase política, en su mayoría -con honrosas excepciones- está en la bolsa de pago de estos barones de la desinformación en el sentido de que los favores en publicidad se los cobran luego en favores, ¿capice?
Es así, busquen en los medios, nadie dijo nada de esto, casi nadie y si lo dijo, fue alguna pavada que les mandan decir. El tema es que Uruguay está desinformado, totalmente.
Félix Obes Fleurquin
felix@equinoxuruguay.com
ANTEL, tapón de las comunicaciones
La historia de Antel humilla al gobierno, sea cual sea
Por Carlos Maggi
El 26 de marzo del año 2010, zarpó del puerto de Montevideo el ROU 23, un barco de la armada uruguaya nombrado Maldonado. Llevaba como misión dibujar el mapa del fondo del mar. Después de veinte años, se había dado orden de terminar con la incomunicación del Uruguay. Iban a estudiar el lecho sobre el cual reposaría nuestro primer cable internacional de fibra óptica.
La innovación era tan grande que Antel no se animó a hacer lo que tiene obligación de hacer y pidió el apoyo del gobierno. El gasto estimado era de unos 17 millones de dólares; poca cosa para un ente rico que vierte más de eso a Rentas Generales. Pero, como veremos, el desafío era muy grande.
Con fecha 28 de enero de 2009, un decreto del Poder Ejecutivo autorizó a suscribir entre Antel y la empresa Telecom Argentina S.A., un acuerdo para el estudio de factibilidad de un cable submarino capaz de trasmitir más de 40 gigas por segundo.
Harto de las falsas maniobras de Antel, el domingo 15 de febrero de 2009 publiqué en esta sección una nota titulada “En banda ancha: Antel hace la plancha” donde se lee: “Hacer un 'branch' para conectarse con el cable de Global Crosing de fibra, es lo normal. Lo raro es un país como el Uruguay, que prefiere el atraso.”
Entonces, el vice presidente de Antel me contestó en el diario El País: "Estará operativo este año el nuevo cable submarino (Maldonado-Las Toninas) que permitirá multiplicar la salida internacional de manera de satisfacer el previsible y explosivo crecimiento de tráfico en la próxima década”.
Por desgracia, esta respuesta (que a mí me gustó) no se vio confirmada por los hechos. Las toninas se esfumaron, disueltas en el aire.
Los intentos desesperados con Argentina fueron dos: uno, el que acabamos de describir (el cable a Las Toninas y el acuerdo con Telecom Argentina S.A.) y otro menos divulgado, con otra sociedad argentina (Empleada S.A.) que intentó instalarse en Montevideo para ampliar y mejorar las comunicaciones.
Cuando esta trama estaba a medio tejer, recién roncó el sindicato de Antel y… ¡chin pum! se acabaron las ilusiones. El señor Molina dijo en nombre de los funcionarios:
"Le vamos a exigir al gobierno que defienda a Antel como lo supo hacer cuando fue oposición. No vamos a permitir que se hagan los distraídos". Y se acabó el desafío. Volvimos a punto cero, como en 1990.
"Le vamos a exigir al gobierno que defienda a Antel como lo supo hacer cuando fue oposición. No vamos a permitir que se hagan los distraídos". Y se acabó el desafío. Volvimos a punto cero, como en 1990.
En Anteldata, una conexión de 4 megas cuesta $u 2.480; y en Argentina, una conexión en Arnet de 5 megas, cuesta $u 580.
En Uruguay, el ADSL de 2 megas cuesta unos US$60, en Chile la misma conexión cuesta US$30 y en Argentina la conexión de 3 megas, cuesta US$23.
En Argentina, el 50% de las conexiones son de más de un mega y en Chile, el 51,6%. (Fuente: Pilar Besada, EL Pais, 5/9/10)
La inferioridad uruguaya proviene del sindicato de Antel.
Cuando Global Crossing le ofreció al Uruguay una conexión sin costo a su formidable cable mundial de fibra, los gerentes de Antel rechazaron esa oferta; dijeron descaradamente: la demanda está satisfecha. ¿Qué demanda? Antel cobraba por sus conexiones hasta 18 veces el precio internacional. El Uruguay pues, quedó sin conexión propia y directa; quedó como estamos, dependiendo de la Argentina y de Brasil.
La CEPAL estimó la importancia de nuestra desventaja: “El costo de los enlaces internacionales repercute hasta en un 40% en el precio final al consumidor”.
¿Y qué decir de los enlaces nacionales? La “Ursec”, en acuerdo con Antel (presidida por la ingeniera María Simon) llamó a licitación para conectar las comunicaciones internas mediante fibra óptica. Cuando ese trámite estaba pronto para efectuar la adjudicación, el sindicato de Antel se opuso y el Poder Ejecutivo cedió; desautorizó al Directorio del ente y a la unidad de control y mandó anular la licitación.
Ahora, Antel anuncia que ampliará el ancho de banda de acceso a Internet desde el 1 de octubre. No le creo. ¿Cómo hará para ampliar el ancho de banda sin ampliar su conexión internacional? ¿Cómo hará para conectar mejor, si no la dejan? Ampliar el calibre del “caño” colector sería “hacerse los distraídos”.
¡Ah...! El director nacional de Telecomunicaciones, Gustavo Gómez, da la clave: "El Gobierno ha definido, como meta para este quinquenio, universalizar el acceso a Internet”. “Se busca seguir ampliando la cartera de clientes.”
El plan procura ganar en conexión y mantener la penuria. Se trata de distribuir pobreza de banda entre un gran número de uruguayos. Para eso, el gobierno tiene permiso y Antel tiene plata para conectar, con la garantía de no mejorar el servicio. Es un truco ingenioso… y muy triste.
“El promedio de velocidad real de Internet en Uruguay se mantuvo incambiado (784 kbps en febrero, contra 782 kbps hoy).” (En Corea del sur hay ¡26 megas! En Paquistán están como nosotros.) “La velocidad promedio de Internet en el resto del mundo subió en un 26%, de 2984 a 3764 kbps”, Sergio Fogel.
Con fecha 5/9/10, el ingeniero Alberto Saavedra escribió: “Si quintuplicáramos la capacidad actual de transmisión de datos, seguiríamos teniendo una velocidad mediocre”.
El regalito de Antel para el 1 de octubre es un precio ahíto de bajeza. Se trata de compensar, sicológicamente, el golpe mortal que se dio contra las llamadas internacionales. El Poder Ejecutivo acaba de dictar un decreto al cual Félix Obes le llamó “el decreto de la vergüenza”. El mandoble de corte fascista autoriza a Antel para que prohíba las llamadas de teléfono por Internet. Para suavizar la gravedad de semejante censura, hubo aclaraciones. El Director de Comunicaciones dijo con respecto al decreto mordaza: “No está regulando las comunicaciones interpersonales. Sería una locura plantearse regular esas cosas desde el Estado. No está planteado impedir esos servicios”.
Pero sucede que las opiniones de los jerarcas no hacen derecho y que el decreto es muy claro y queda vigente.
Un ingeniero conocedor del tema, consultado por “Equinox Fin de Semana” afirma: “Técnicamente, Anteldata puede cerrar el puerto TCP de Skype. Y eso lo puede repetir sistemáticamente en todos los casos, hasta impedir cualquier llamada por Internet”.
Sergio Fogel confirma en el mismo semanario digital: “El decreto permite obligar a los ISPs a bloquear la telefonía IP”. Si no se quiere imponer la censura, otro decreto debe decirlo. Es malo para todos dejar ese cabo suelto.
En el último ejercicio, Antel pudo volcar a Rentas Generales una buena cifra, puesto que tiene prohibido invertir en conectividad, por orden de sus empleados. Una empresa se mantiene al día en la medida que invierte; pero los empleados no quieren estar al día, quieren seguir en una empresa telefónica y sin competencia. Sucede que los viejos teléfonos de Graham Bell no están para andar por ahí, peleando con celulares, altas velocidades, fibras ópticas o llamadas por Internet.
Mientras el cobre aguante (hablo del cobre de cobrar y de los cables) los gobiernos pasan y los gerentes quedan. Y el país se aparta de la actualidad y anda en carretas.
Porque no engraso los ejes, me llaman abandonao...
1 comentario:
Otra nota de Carlos Maggi al respecto de Antel e Internet
Antel o la distancia entre dos mundos
http://findesemana.blogspot.com/2010/09/antel-o-la-distancia-entre-dos-mundos.html
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