sábado, 23 de agosto de 2008

Te suena conocido? Es la sensación térmica

Extraído de El País

Gente asustada

Julia Rodríguez Larreta


Pablo, de diecisiete y pico, lindo chico y mejor hijo por recibirse este año en el liceo con buenas notas, dejó a sus amigos en un "boliche" en la Ciudad Vieja y se dirigió a su casa. Quería ahorrar el dinero del taxi. Serían las 2:30 de un domingo reciente cuando caminaba, a buen paso, con las manos en el bolsillo, por 18 de Julio. Hacia frío, pero estaba abrigado y pensaba en el "picadito" que iba jugar a mediodía, seguido de un asado en lo de su abuelo. Pasó tranquilamente al lado de cuatro muchachos y dos chicas y sorpresivamente, recibió un fuerte golpe y zancadilla casi simultánea. Luego siguieron las patadas y el dolor. Se le nubló la vista. Cuando recobró el conocimiento, seguía tirado en la vereda. Se dio cuenta de que todavía conservaba el celular y llamó a su casa, pidiendo auxilio. Apenas se podía mover. Lo vinieron a buscar lo más rápido posible y lo llevaron al hospital. Descubrieron que tenía la mandíbula partida, además de varios dientes dañados. No le robaron ni dinero, ni las zapatillas o campera, prendas de las que había sido despojado en otras ocasiones. El móvil de la golpiza pudo haber sido simplemente la diversión del grupo que lo atacó o quizás, los victimarios vieron pasar algún auto que podría alertar a la policía y no le robaron. Ésta, dicho sea de paso, nunca apareció. La familia de Pablo, en vez de gozar de un día de descanso agradable, lo pasó en la sala de espera de un quirófano. Al margen del susto y los costos para sus humildes y dignos padres, su boca nunca será igual y su psiquis, difícil cuantificar en qué medida quedará afectada.

Magdalena estacionó su auto sobre Rivera, casi esquina Arocena a media mañana, como de costumbre pues trabaja allí enfrente. Al cruzar la calle, vio que se acercaba una moto que disminuía su velocidad. Sus ocupantes le parecían desorientados pues miraban de un lado a otro, como para preguntar una dirección, hasta que de pronto, intuyó el peligro. Volvió rápidamente sobre sus pasos y trató de meterse en su auto para escapar. Oyó el bramido del ciclomotor que maniobraba, mientras buscaba desesperada, las llaves en su cartera. Finalmente pudo abrir la puerta del auto, pero los de la moto ya subían a la acera. El de atrás le puso una pistola en la cabeza y le dijo: "Si no me das la cartera, te mato". Todo duró segundos, hasta que terminó el atraco. Pero el miedo, la sensación de indefensión, las molestias y la pérdida de tiempo siguieron varios días. En la cartera había algo de plata, las llaves de la casa, los documentos, la chequera, la tarjeta de crédito y débito, un nuevo celular (el anterior se lo habían arrebatado hacía menos de dos semanas), unos cheques con los cuales le habían pagado y que iba a depositar al banco, su agenda, su recetario. Vuelta a cancelar las tarjetas que, como sabemos, tiene su costo, pedirle a quienes libraron los cheques, frenar su pago y volver a emitirlos, gestionar la cédula y el registro de conductor. Cambiar las cerraduras. De ahora en más, tendrá que ver cómo hace para circular sin llevar nada de lo que le hace falta encima. Pero como es bastante impracticable, estará condenada a seguir siendo una víctima potencial de la delincuencia que campea en la ciudad, sin distinción de barrios ni de zonas. Y la sensación de inseguridad y de temor permanece aunque pasen los días.

Creo conocer muy pocas personas que no hayan sufrido ellas, o algún miembro de su familia próxima, un robo o rapiña en el último año. Muchísimos casos ya ni son denunciados, a no ser que lo requiera el seguro o por tener que gestionar nuevos documentos. Se pierde tiempo y del otro lado se percibe que están desbordados, que les faltan medios, que están mal pagos y desestimulados, tanto por el accionar judicial como por el de sus máximas autoridades. Y si la solución que ofrece el Ministerio del Interior es disminuir los requerimientos para entrar a la Policía, a ver si así se llenan las vacantes, en lugar de dignificar su labor con mejores retribuciones, capacitar debidamente y exigir rendimiento, la esperanza de que la sociedad se encuentre más protegida, se desvanece.

El aumento de la delincuencia es de un tenor que asusta, y los hechos mencionados son sólo la punta de un iceberg que avanza sin control, producto de una combinación de factores. Fallas en la ley procesal, en la legislación, en la forma de actuar de la justicia y, por sobre todo, la actitud de un gobierno cuya primera genialidad fue poner en libertad a cientos de presos para descongestionar las prisiones. Que dice no tener posibilidades para destinar mayores recursos a fin de mejorar el funcionamiento y las retribuciones de la Policía, pero destina millones de dólares (de nuestros bolsillos) a plantar caña de azúcar en un país con heladas, para desarrollar una industria económicamente inviable.

Todas las medidas sugeridas por la oposición, se descartan sin más. Es comprensible el desánimo entre las fuerzas del orden cuando, una y otra vez, el delincuente que han apresado, luego queda libre por cuestiones de forma, o al poco tiempo anda por la calle, volviendo a delinquir, gracias a las salidas transitorias. Frente al hacinamiento de la población carcelaria, inhumana y antirrecuperadora de los reos, hay que tener más prisiones y la alternativa de cárceles privadas, completas o parciales, como existen en otros países, no debería ser tabú.


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6 comentarios:

Anónimo dijo...

No se si has notado ultimamente la aparicion de grupitos de menores con aspecto plancha que merodean por las calles de las zonas costeras. Son rastrillos que arrasan con todo lo que puedan. Las victimas preferidas son mujeres, ancianas y menores de buena familia a los cuales les sacan el celular y los championes. Como son menores entran y salen de la comisaria con mucha facilidad hasta el punto de que casi nadie hace la denuncia salvo para dar de baja el celular.
Me pregunto que pasa si alguien harto ya de esta situacion responde con violencia extrema y uno de estos pichis fallece.
Pagamos impuestos europeos para vivir como en africa.

La Ciudadana dijo...

jaja, me encantó tu analogía.

mirá, la verdad es que me quedo bastante nerviosa, cuando mi hija sale con sus amigas. El otro día, volviendo del liceo, que va al nocturno de adultos, se bajó del ómnibus en Rivera y Rossell y Rius y la vinieron siguiendo hasta casa, que tocó timbre desesperada porque se olvidó de las llaves, quizás fue mejor así, y tuvo que esperar a que le abriera, venía pálida y con un susto de aquellos, porque tiene que caminar por el costado del Zoo y es tétrico por ahí.

Obvio si vos o yo nos vemos en una situación límite con alguno de estos atorrantes, y le pegamos nomás una paliza de aquellas sin matarlo, vamos presos, gataremos plata en abogado, tengo uno muy bueno, pero finalmente, ellos serán la víctima y yo burguesa, a joderme por ser mayor de edad y poder pagarme un abogado, esto es así,....

hsm1967 dijo...

Te debe sonar conocido el "!""""festejen uruguayos festejen!!!!, así estamos quedando.

La Ciudadana dijo...

jaja, tenés razón, resulta muy conocido...

Fabián Rossi dijo...

Tengo 25 años y la verdad es que estoy podrido de las cosas que pasan en este pais, esto ya no es noticia para nadie porque creo que es la sensacion en general del pueblo.
Estoy cansado de de la inseguridad y sobre todo de el sistema judicial que tenemos que cada vez que lo modifican es peor.
Pequeño ejemplo, hoy me robaron el cable que va desde la columna hasta la entrada de mi casa, unos 20 mt, ya es la segunda vez. La gente de la seccional 22 tanto como de UTE se portaron muy bien y lo tengo que reconocer porque lo solucionaron bastante rapido. A lo que voy es que como me decia la policia que son conocidos los ladrones son unos menores de 12, 15 y algun otro. Lo que pasa es que son intocables y como todos sabemos les das un fierrazo y terminas en cana vos. Tambien me dijeron los policias que los jueces no aplican las leyes como deben ser, ya que tienen que hacer responsables a los padres pero no lo hacen, sera porque no tienen ganas de quedarse un rato mas trabajando. Y asi siguen creando delincuentes, el propio sistema judicial. Vivimos en una dictadura democratica (vaya contrariedad). Puedo votar pero no puedo fumar. Pero ojo el que esta al lado mio con un porro esta ok, ademas no se vayan a agarrar cancer porque se pueden perder la hermosa experiencia de que te caguen a balazos a las 6 de la mañana yendo a trabajar, o que te maten a palos saliendo de noche a cenar o bailar. Democracia: gobierno del pueblo, pero cuando se nos consulto que los menores no son imputables ? Cuando se le consulto al pueblo si esta conforme con el sistema judicial ? No se como se designa a los jueces pero quien me garantiza que son personas con la capacidad suficiente para juzgar a una persona o caso ?
Me parece que la cosa va a terminar mal y es momento de que el pueblo decida de verdad. Tanta junta de firmas por Ancap, Antel, etc. Y cuando una por la seguridad ? Para cambiar las leyes, para que haya mano dura con los delincuentes ?
Dejemos de mantener vagos, chorros, asesinos. Hay que borrar a estos parasitos d la sociedad.
El gobierno se centro en esclarecer el pasado(lo cual no discuto) pero se olvido del presente y como va la cosa, tambien del futuro.
Tal vez quienes lean esto pensaran que soy un ignorante, y tal vez tengan razon, pero simplemente es una forma de expresar lo que siento.
Saludos,
Fabian.

La Ciudadana dijo...

ingorante, para nada, la tenés bien clara a pesar de tus pocos años....

Sabés lo que pasa, que si hay gente organizada para armar pleibiscitos, me saco el sombrero con los frenteamplistas, te arman todo de primera, en cambio el resto, somos todos medio pelotudos si se me permite, y no somos capaces de armar un pleibiscito que tenga que ver con los problemas que tenemos hoy y que requieren de medidas ya.

Si no, pensá históricamente, quienes juntan firmas? quienes están dispuestos a laburar de sol a sol para que la junta de firmas llegue y supere la cantidad que necesitan? los frentistas y no otros, tienen esta cosa de grupo y de hacer lo que se manda, el resto de nosotros, no importa a qué partido pertenezcamos, dejamos hacer, y pensamos que votando una vez cada 5 años está bien, porque usamos el voto como castigo.

es un tema de idiosincracia, de costumbre y de que el resto de los partidos no tienen esta iniciativa de movilizar gente, de hacer gimnasia política en todo momento, cosa que el frente amplio si hace, desde donde sea.

Estoy de acuerdo con todo lo que dijiste