viernes, 23 de octubre de 2009

Preguntas desde la IZUIERDA URUGUAYA

A QUIEN REPRESENTA JOSÉ "PEPE" MUJICA ???
"Hay que preguntarse, por último, si todos los grupos que lograron la mayoría que le dio a Mujica ese 71%, son representativos dentro del pensamiento de la izquierda uruguaya o solo tuvieron fuerza entre las cuatro paredes del Congreso."

Bitácora 21/12/08
Congreso del FA: ¿El MPP y el PCU son realmente representativos en la izquierda?: Sobre la dramática irrealidad uruguaya


Por Carlos Santiago (*)

La dramática irrealidad uruguaya, qué no excluye a ningún sector, es preocupante, casi trágica. Y no nos referíamos solo a la situación de los dirigentes, sino también a los voceros, publicistas, operadores políticos, que siguen pensando cómo colocar a sus candidatos, sin detectar que la gente reclama soluciones para una crisis que se aproxima de manera inexorable...
La dramática irrealidad uruguaya, qué no excluye a ningún sector, es preocupante, casi trágica. Y no nos referíamos solo a la situación de los dirigentes, sino también a los voceros, publicistas, “operadores políticos”, periodistas vinculados que, ante un país que se debate en una problemática grave, de deficiencias de todo tipo, siguen pensando cómo colocar a sus candidatos, sin detectar que la gente reclama soluciones para una crisis que está implantada y cuyo vórtice se aproxima de manera inexorable.

Por supuesto que entendemos que las elecciones se acercan, las fechas se acercan inexorablemente y deben producirse definiciones que nos coloquen de la mejor manera frente a ese mundo cambiante pero homogéneo en sus resultados negativos que nos llegan a todos.
Por eso definimos los ocurrido el último fin de semana, como otra muestra de esa irreal manera de expresarse que tienen algunos sectores del país, cuando José Mujica obtuvo, en razón de la correlación de fuerzas existentes en el Congreso del Frente Amplio, una aplastante mayoría desligada de todas y cada una de las compulsas de opinión pública, que estaban muy lejos de definir tal guarismo del 71%, contra un Danilo Astori (23%) que sacó casi 600 votos por debajo del intendente de Canelones, Marcos Carámbula, con un guarismo sorprendente por lo alto (40%).

Porque, nos preguntamos, qué sentido tiene ésta distorsionante definición que no muestra la opinión mayoritaria en la opinión pública y que además, con claridad, aclara a cualquier entendido como la estrategia de Astori sirvió para ir alejándolo de las llamadas bases frenteamplistas que, objetivamente, votaron para “hacerle morder el polvo”

Quizás la forma de presentar este análisis me haga aparecer como sobrevolando un país que, evidentemente, lo que necesita es que todos nos hermanemos con objetivos comunes que no quiere decir homogéneos, para seguir construyendo una sociedad moderna que, en lo económico, pueda estar integrada al mundo y no encerrada en límites impuestos por cerrazones ideológicas, que miran el pasado, las que siempre han sido nefastas para el conjunto y sobre las que existen experiencias uruguayas, como las políticas de sustitución de importaciones, la creación de entes “testigos” como el Frigorífico Nacional o la Dirección de Subsistencias, que mostraron como el deterioro y el atraso puede llegar de la mano de las mejores intenciones que aparentan defender los intereses más sagrados del país.

Lo ocurrido este fin de semana en el aparentemente desordenado Congreso del FA, pero ahora vemos que más bien “regimentado” por lo menos algunos sectores que votaron homogéneamente a los candidatos, fue una demostración de cómo se ha desligado la organización dominante hoy en la coalición de izquierda, de la opinión generalizada de los uruguayos que se expresa en la calle, a cada paso, y se definen más ordenadamente a través de las empresas encuestadores todas las que coinciden en definir pesos políticos electorales muy diferentes a los expresados en la reunión cumbre de este sector.

¿A qué se debe esa irrealidad que, de manera casi dramática, que se ha reflejado en el Congreso reunido el último fin de semana? Quizás en que cuando se apartan o se olvidan los hechos objetivos, por una razón de política menuda, o valores ideológicos desligados de la realidad, los que tienen como característica esconder la realidad que se vive o que se avecina.
Queda entonces la ideología pura y dura, los esquemas de medidas como los que se escucharon el sábado y domingo, que generalmente, simplifican las cosas con una metodología anti dialéctica que lleva primero al enclaustramiento sectario y luego al temor de abrirse a la decisión de la gente. ¿Puede existir algo más contrario a la lógica del desarrollo, que negarse a la abierta y lícita inversión extranjera en el país? Quizás ocurra que se teme que los caminos se tuerzan y los centros del poder burocrático cambien de manos.

Por ello no se cree en la bonanza de las decisiones adoptadas en el marco de la más absoluta libertad, por lo que se prefiere – como quisieron algunas fuerzas – llegar o forzar acuerdos de dirigentes aunque el resultado de los mismos se convierta en negativo, por estar a contrapelo del sentimiento general y no encaminado a resolver ninguna problemática planteada. Con esto no nos volcamos a favor de ningún candidato, pero parecería claro que imponer un nombre “contra natura”, no es electoralmente positivo, especialmente cuando los partidos de la oposición están metidos en una polémica pública que zanjarán en junio, en las elecciones internas marcadas por las normas constitucionales

El resultado del Congreso del FA poco tiene que ver con los deseos objetivos de la gente, afirmación que está avalada por todas las encuestas de opinión pública. Gente que busca un país ordenado, que progrese, sin contratiempos absurdos ni contraposiciones lamentables como las ocurridas en los últimos días con minoritarios grupúsculos violentistas que tratan, violentando las normas de convivencia democrática, de romper la institucionalidad para concretar sus objetivos de poder.
Lo grave, más allá de la explosión violentista, tan absurda como repudiable, es el apoyo dado entre otras organizaciones por el PIT-CNT que, desconociendo el valor que tiene la vida democrática, se solidarizó con la turba. Y ello, más allá de reconocer que la Ley de Enseñanza votada es un lamentable ejemplo de los peores manejos realizados por este gobierno, en donde se trata de sobrepasar una situación lamentable, con una ley que solo guarda las formas, que es claudicante, mala, que crea más problemas de los que trata de resolver y que, además, tuvo un trámite de aprobación, penoso.
Quienes salieron satisfechos de lo ocurrido el fin de semana en el Palacio Peñarol, sin duda, no ven el panorama electoral del país en su conjunto. Tratan de lograr un papel protagónico (algunos afirman que buscan lograr un manejo hegemónico del FA), en que también el sectarismo ha jugado su partido, desconociendo la realidad de la opinión pública y, además, desechando la opinión, que para algunos es más qué importante, del presidente Tabaré Vázquez que, planteó en su momento una fórmula (Astori-Mujica) que, más allá de las resistencias que levantó – en su opinión-, podía considerarse como claramente ganadora.

Una demostración flagrante ese manejo sectario, casi infantil, ocurrido en el Congreso, fue la votación que recibió el intendente de Canelones, Marcos Carámbula, que superó por muchos puntos a Astori. Parece evidente que hubo un acuerdo para “castigar” a Astori, demostrándole que no su candidatura no caída “simpática” a los congresales del FA. Es tan real esta situación que el propio Carámbula ya ha indicado que no participará en las elecciones internas de junio del 2009.

A esta altura, claro está, se puede concluir, que todavía no está todo dicho. Pero, es evidente, que parece difícil que se tuerza sin consecuencias una decisión masiva del Congreso del FA, pese a que todos sabemos que la representatividad de la totalidad de sus delegados podría ser fácilmente cuestionada. Obviamente la enorme mayoría de delegados en el Congreso de los representantes del PCU no tiene nada que ver con el peso electoral de la fuerza de ese Partido, que tiene un senador y un solo diputado. Por otro lado el que esto escribe tiene la constancia que por lo menos dos de los Comités de Base de su zona de residencia, no tienen funcionamiento orgánico desde hace muchos años, sin embargo estuvieron representados en el Congreso con nutridos grupos de delegados.
Esa situación de languidez previa a la muerte de los Comités de Base, fue la consecuencia de la política llevada adelante por la dirección de la coalición, de desconocer a las organizaciones de base, que dejaron tener su papel fermental de antaño.

Sin embargo los delegados aparecieron en el Congreso, casi todos alineados a organizaciones políticas, pocos representantes genuinos de las bases. Entonces: ¿Sirve esta decisión del Congreso del Frente Amplio tan desligada de la realidad? ¿Mujica podrá mantener su lugar en las elecciones internas que constitucionalmente se deben convocar para junio del año próximo y para las que el Congreso habilitó a los cinco candidatos presentados? Nos parece que los caminos se comenzarán a torcer en su rumbo.
Qué ni Mujica ni Astori mantendrán los guarismos logrados en el Congreso, y que en junio se comenzará a escribir otra historia, más real, menos ideologizada, parece evidente.
Es importante que se pongan en juego los reales intereses de la gente y no las apetencias ideológicas de grupos de “iluminados” que convirtieron a la instancia del último fin de semana en una demostración de discutible representatividad y alejada del verdadero frenteamplismo.
Hay que preguntarse, por último, si todos los grupos que lograron la mayoría que le dio a Mujica ese 71%, son representativos dentro del pensamiento de la izquierda uruguaya o solo tuvieron fuerza entre las cuatro paredes del Congreso.
Este es otro tema que se dilucidará en las elecciones internas.

(*) Periodista.

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