viernes, 23 de octubre de 2009

Perdónalos general, aunque saben lo que hacen

Perdónalos general, aunque saben lo que hacen
OTRAS PALABRAS DE UN FRENTAMPLISTA DESAIRADO

Bitácora 21/12/08


Por Esteban Valenti (*)
(Asesor Político del Cdor. Danilo Astori)

Comencemos por las sensaciones, porque cuando la política es sólo cálculo, poder, jugadas y fuerza se vuelve insoportable.
En los pocos días que han trascurrido desde el Congreso del FA comprobé dos cosas que cualquiera puede hacer: una parte importante del pueblo, de los votantes de siempre, de los viejos militantes pasivos y activos del FA están tristes y abatidos. Nunca los había visto así después de un congreso del FA, aunque tuvimos que afrontar batallas muy difíciles como en 1989. Nunca.
Nunca, en los 37 años de existencia del Frente había visto compañeros festejando contra otros compañeros. Nunca. Menos el clima de bronca, de ajuste de cuentas que en una parte del Congreso había contra el presidente Vázquez y contra Astori. Y eso pasó en el Congreso y después. Porque no es cierto, no seamos hipócritas que el clima fue unitario.

La mayoría del Congreso no dejó a la minoría ni pasar un aviso. Y la minoría eran cuatro partidos del FA. Y esa es la tercera sensación: nunca vi un Congreso en que la minoría fuera tratada de esa manera, o que sobre temas tan importantes se aplicara el funcionamiento de los aparatos de manera opresiva. Era previsible, pero nunca a ese nivel.

Los otros, los cuatro grandes grupos con representación en el senado que no apoyaron la candidatura de Mujica fueron comprimidos en todos los frentes. ¿Esa es la tradición, sobre esa base nació y existió y resistió el Frente Amplio? ¿Esa es la lección de los zurcidores de la unidad, Seregni, Vázquez y los fundadores del FA?

¿Qué me digan un solo punto en el que se negoció, en el que se aceptaron las propuestas las ideas, los matices de la minoría?
En nada. Que no nos vengan a decir que votar un candidato oficial por 2/3 de los delegados presentes violando el estatuto del FA, que fue interpretado por tres prestigiosos compañeros y luego votar que se presenten los otros cuatro candidatos es igualdad de condiciones. No votaron en contra de los otros 4 candidatos, simplemente porque no podían, se los impide la Constitución de la República. No se necesita autorización para presentarse a las elecciones internas, es una definición del 10% de los miembros de la convención electa en el 2004.

En las discusiones previas al congreso, en las que se eligieron los 2642 delegados, a lo sumo participaron 8 mil personas. Nada más. Y si pudieron copar y hacer funcionar de repente comités que estaban cerrados hacía meses, fue por culpa nuestra, de los miles y miles de frenteamplistas que nos fuimos de la estructura y dejamos que ese espacio fuera totalmente copado. Si alguien cree que las futuras batallas se ganan con publicidad, con encuestas y a discurso puro, estamos todos desnorteados: hay que militar, hay que participar, hay que construir una red de gente de todos los orígenes y sin orígenes que quiera dar la batalla por un segundo gobierno del FA, para que no vuelvan los blancos y colorados y para marchar hacia un nuevo y excelente gobierno de izquierda. Y nadie nos salva de participar en serio, con ingenio, con creatividad, con esfuerzo. Hagan una comprobación, los blancos y los colorados están que saltan en una pata.

Se llegaron a niveles ridículos, nada menos que para elegir el candidato a presidente de la república un delegado pudiera votar incluso a los cinco candidatos propuestos. ¿Por qué? Por la simple razón que sin ese mecanismo se dispersarían los votos y no alcanzarían los dos tercios. Tan simple como eso. Y en política como en otras cosas de la vida no hay que ser hipócritas, y tampoco chuparse los dedos. Ahora el 28 de junio – como corresponde – cada partido o grupo deberá elegir por un candidato. Elemental.

¿Y el movimiento?
Si alguien suma los datos de los delegados de los diferentes sectores se darán cuenta fácilmente que hubo un gran, enorme ausente en el Congreso: los independientes.

Ese es el cambio fundamental al que hemos llegado en la estructura del FA. Antes, en 1971 cuando se fundó, cuando salimos de la dictadura y hasta no hace tanto, el FA era coalición y movimiento, el resecamiento de la estructura nos ha conducido a que un capital político fundamental se dispersara. Los independientes no dejaron de votarnos, de opinar por los diversos canales, de formar redes, pero se fueron o loc desplazaron de las estructuras y a esta altura creo que es casi imposible que vuelvan. Hay que pensar este tema con gran serenidad pero con mucha audacia.

Esta situación es además de inconveniente políticamente, es anti democrática. Así de duro. Para decidir quien sería el candidato oficial del FA y otras cosas muy importantes participaron no más de 8 mil compañeros. Comparemos esa cifra con los doscientos mil que votan en las elecciones para el plenario, con el medio millón que votó en las internas y en el más de un millón cien mil que votaron al FA en el 2004 y en el 2005 y veremos que ese divorcio ya es insostenible. En el cambio, si queremos que la gente participe de la política, de las tareas y objetivos del próximo gobierno progresista, debemos cambiar también esa estructura. Fue la mayoría actual con sus aparatos que la hirió de muerte. Violando sus estatutos tantas veces cuanto les fue necesario y conveniente.

¿Qué fue lo que triunfo en el Congreso del FA?
¿Sólo la elección de un candidato oficial? No, fue un plan político meticulosamente armado, ejecutado con gran inteligencia y tenacidad, al que no lo importó alejarse del pueblo frenteamplista, porque siguen viendo el país, la sociedad y el Frente desde los aparatos. Y eso es un cambio de calidad muy profundo en el Frente Amplio y en la izquierda, no es un cambio para los autores y ejecutores del plan. Ya en el pasado nos cruzaron a todos aunque no quisiéramos. Recuerden inzquierdistas, recuerden.
Es fácil subir una tribuna y gritar unidad, unidad, unidad, después que por primera vez en la historia del FA se ha aplastado a las minorías en un Congreso y se ha privilegiado el propio e inocultable proyecto de hegemonía del MPP aliado al PC (actual) aún a costo de poner en serio riesgo el triunfo del FA.
Eso se hace porque del otro lado, del los que fueron en minoría al congreso se sabía que la unidad nunca sería puesta en discusión, sería puesta en peligro. Lo único que hoy en día pondría más contenta a la derecha luego del resultado del Congreso sería la división del FA. Después por el resto están servidos.
Un Congreso que no se hizo cargo ni resaltó en ningún momento los resultados alcanzados por nuestro gobierno, por el buen gobierno de izquierda que hemos tenido. Ni siquiera le interesó discutir y responder a una pregunta clave ¿Cuáles son los motivos, las causas, las claves por las que este gobierno y el presidente de izquierda tiene el apoyo del 56-60% (dependiendo de las encuestas) de la ciudadanía? No lo hizo porque cualquier respuesta seria hubiera sido contraria a sus intereses y su proyecto político. Se despegaron del gobierno y de su principal figura: Tabaré Vázquez.
Sólo por algunas decenas de votos del Congreso – por ejemplo – no se rechazó la ley de educación que en todas las encuestas es apoyada por el 76% de los frenteamplistas y por el 46% de todos los uruguayos, cuando sólo el 36% del total de los ciudadanos encuestados está en contra.
El Congreso no protegió su propio prestigio y categoría institucional dentro del FA. ¿Qué pasa si ahora el candidato que sacó el 40% de los votos, el compañero Marcos Carámbula se baja de la candidatura? Es una situación ridícula, absurda. Es decir todos hacen como que el Congreso fue representativo pero no actúan en consecuencia. Y no me refiero a Marcos, un excelente compañero, uno de los mejores intendentes de este país, una verdadero y auténtico frentamplista.

Fue el propio Congreso que comenzó a demoler violentamente la legalidad frenteamplista. Cuando se le pide a tres prestigiosos compañeros una opinión jurídica y electoral, entre otros a José Korseniak y a dos de los integrantes de la Corte Electoral por el FA y los dos dieron una clara interpretación de que se trata de 2/3 de los delegados electos, porque así lo establece claramente el estatuto del FA y se vota y se proclama de todas maneras por el 2/3 de los presentes.

¿No se está demoliendo los estatutos del Frente Amplio, que de ahora en adelante están a merced de las mayorías circunstanciales y del aparato?
Cuando se establece – por conveniencia y nada más que por eso – que cada delegado puede votar la cantidad de candidatos que le parezca, en algo que es muy cercano al ridículo. De candidatos nada menos que a presidente de la república, ¿no se está demoliendo no sólo la historia sino la legalidad del FA en aras de un proyecto político sectorial?
¿Hacia donde nos lleva un Frente y por lo tanto una visión del país y de la sociedad vista desde los aparatos, desde “la barra? Y ese es un punto clave, yo apoyo a Astori a pesar de que muchas veces he discutido con el y sobre muchos temas, lo apoyo por sus éxitos en este gobierno, por su trayectoria frenteamplista, pero porque además no formó un ministerio de economía unicolor, copado por “la barra”. Había de todos los sectores del FA y se apeló a buenos técnicos nacionales. Esa es parte esencial de la política, del proyecto nacional de este gobierno. No es sólo una virtud frenteamplista, con hechos concretos y no con ese torrente de palabras que muchas veces es eso, un torrente, es una virtud para el país, para gobernar.
¿Se puede decir lo mismo de todos los ministerios, y sobre todo de algunos ministerios? ¿Se puede decir lo mismo de algunas intendencias? Es que lo más complicado no es el candidato, sino precisamente “la barra”. Si el FA y el país queda prisionero de esa “barra” estamos muy pero muy jodidos. Yo digo las cosas, no las mando decir. ¿Ta?

Están sembrando además algo muy pero muy peligroso que puede afectar el propio desempeño del actual gobierno. Cuando un ministro habla en contra de las zonas francas donde trabajan miles y miles de personas, cuando se vota contra la inversión extranjera, cuando las palabras se pronuncian al viento, porque total como te digo una cosa te digo la otra. ¿Cuál puede ser el impacto en la economía? No hay que ser un economista, y eventualmente el compañero le puede preguntar a Lavagna para que lo asesore sobre este pequeño detalle.
¿”Naide es más que naides? ¿Dónde? Ahora, después, porque cuanto tuvieron la oportunidad de demostrarlo respetando a todos los grupos del FA, ni siquiera se les pasó por la cabeza. El plan había que cumplirlo, detrás estaba “la barra”, mejor dicho “las barras” y ese es precisamente el gran problema, un país gobernado por barras.

La gente no es tonta, no se deja llevar de las orejas o de las pestañas, la gente sabe hacer balances del papel que cada uno jugó en este gobierno, de quien garantiza no sólo la continuidad seria y responsable del cambio, sino la capacidad de responder a las nuevas realidades mundiales y seguir discutiendo y peleando en la izquierda pero en el respeto de las minorías y sobre todo con una visión nacional. Quien garantiza mejor que no vuelvan los blancos y los colorados. Yo tengo confianza.

Es más, asumiendo que es una batalla difícil, creo que después del Congreso estamos mejor, ha quedado más claro que antes lo que nos jugamos en el FA. Se pasaron de todas las rayas y nos pusieron a todos ante la verdadera alternativa. Yo estoy totalmente de acuerdo con la actitud frenteamplista, de negociación y de acuerdo hasta el extremo que impulsó Astori. Incluso estoy seguro que hará una campaña de propuestas, de ideas, de proyectos, de guante blanco e inmaculado.

Otra cosa es que todos evitemos discutir, opinar, polemizar. La izquierda nunca se construyó con miedos y unanimidades. Es más, creo que en el pasado lejano y en el pasado reciente cada vez que nos callamos por supuestos temas de principios, todos terminamos pagando errores demasiado groseros. Y terminamos pagando muy caro. El precio actual es todavía mucho más elevado, el desandar un largo camino de acumulación.

A pesar de los medios de prensa del poder tradicional que de manera masiva y entusiasta apoyan a una candidatura en las internas del FA (es inocultable), a pesar de que tienen mucho más aparato, mucho mas medios. El lunes 15 fue una street tease de algunos medios de prensa del sistema – porque que los hay lo hay – incluso en las encuestas callejeras prefabricadas en un informativo o el más bruto de los canales que lo único que le faltó es saltar de alegría. Me refiero a los dueños no a los periodistas, que son trabajadores.

Las última palabra la dirá el pueblo frenteamplista el 28 de junio. Y vale la pena. La mayoría, la inmensa mayoría de los que estamos en esta batalla, no lo hacemos por cargos, ni poder, sino por nuestras vidas, por la gente, por todos los uruguayos, que se merecen un buen gobierno de izquierda por otros cinco años más.

Vale la pena incluso sin hacer cálculos en términos de victoria – que es posible -, vale la pena porque ser de izquierda no es la confusión, las palabras en lugar de los hechos, es arriesgarse, es jugarse por las convicciones y avanzar. Y seguir construyendo y acumulando en serio para construir un país más justo y libre.

(*) Periodista, escritor, coordinador de Bitácora. Uruguay.

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2 comentarios:

Fonzi dijo...

Yo en una época tuve contacto muy cecano con el Gral. Seregni y te puedo asegurar que él estaba muy amargado en sus últimos dias por el rumbo que estaba tomando el frente.
Es más te puedo contar que estaba bastante enojado por como el crápula de Tabaré lo había tratado ultimamente.
Tabaré , Astori y otros arribistas que no dudaron en denostar y mandar a los palos al Gral. para subir ellos , así como el cerdo traidor del Gral. Licandro le dieron la espalda al Gral. quien en sus ultimos dias quedó casi en el ostracismo.
Pero que otra cosa se puede esperar de un burro que una patada , no ?
En resumen , quienes hoy ostentan el poder y ponen a Seregni en los avisos lo trataron como a un perro en sus ultimos días.
No tienen verguenza !

La Ciudadana dijo...

Hola Fonzi,
lo tengo más que claro, por ahí lo tenemos más claro nosotros que aquellos que hoy militan en el FA.

mordieron la mano del que les dio de comer, eso no se hace... ni aún en política.