martes, 25 de agosto de 2009

La izquierda vergonzante

Recibo y publico.

La izquierda vergonzante
Autor:Eugenio Baroffio Abadie

Una de las operaciones que absorbe más energía a la izquierda internacional -decía J.F. Revel (refiriéndose al Siglo XX)- y que probablemente seguirá haciéndolo por mucho tiempo, como ha quedado demostrado en lo que va del Siglo XXI, tiene por objeto impedir que se trate o tan siquiera se plantee el tema de su participación activa o su adhesión pasiva, según fuera el caso, al totalitarismo comunista.

Aunque algunos se hayan visto obligados a admitir el repudio al totalitarismo socialista, la izquierda se niega a examinar el fondo del asunto so riesgo de tener que concluir que en la esencia de todo socialismo, en tanto que tal, se encuentra el totalitarismo.

Los partidos socialistas, en los regímenes de libertad, son demócratas en la misma proporción en que son menos socialistas. Y tan cierto es eso como que buen ejemplo han dado en años recientes, los gobiernos de Blair en Gran Bretaña, Felipe González en España o el régimen de la Concertación de Partidos por la Democracia chilena que dirige los destinos de ese país desde la recuperación del estado de derecho. Podríamos sumar el caso Peruano, conducido por un Alan García que, sin renegar de su adhesión al APRA (partido que Raúl Haya de la Torre fundó inicialmente como marxista), maneja el gobierno en dirección opuesta al socialismo y -aún- a lo que fue su propia primera administración.

A veces los izquierdistas esquivan el bulto, haciendo permanente evocación y reprobación del fascismo italiano y el nazismo (siempre referidos de manera asimilada con el propósito de ocultar el parentesco de este último con el comunismo). Lo insólito es que se realice semejante desgaste para referir a sistemas totalitarios que fueron vencidos, eliminados, juzgados y condenados hace seis décadas, soslayando que el otro totalitarismo empezó antes, duró más, estuvo geográficamente más extendido y se conserva hoy en día –aún- en muchos mentes, en varios partidos políticos y –sobre todo recientemente- en varias naciones iberoamericanas.

Otra coartada de la izquierda autodesignada democrática, como la del Frente Amplio en Uruguay, es la de lamentar que la caída del llamado “socialismo real”, aún para quienes admiten su condición de totalitaria, haya dado lugar al presunto “totalitarismo liberal” o “neo liberal” (que parece que supone ser más peyorativo aún e implica el equivalente a la encarnación de Satanás en la Tierra). ¡He ahí la causa de todos los males! – No se cansan de decir los integrantes de este gobierno y candidatos a las próximas elecciones, tanto como el co gobernante movimiento sindical.

El Señor Mujica Cordano, padeció de un fugaz interés por la antropología y decidió que el paradigma a seguir era el de los bosquimanos, pueblo pobre y rezagado, si los hay, que habiendo debido sustituir como medio de vida la caza del antílope, hoy en día se conforma con vivir como pastores, trabajando gratis, por los alimentos o por salarios mínimos como jornaleros, instalados en asentamientos de los gobiernos de los pocos países que ocupan en África. Una gran parte de ellos se ha convertido a la más austera pobreza y carece de tierras. Su organización social, en la que parece que Mujica se ha inspirado para manifestar su insólita admiración, ha sido tan descentralizada y flexible que en el pasado los ayudó a evitar ser conquistados. Pero al mismo tiempo, les dificultó ejercer presión para defender sus derechos, lo que no habrían conseguido sino a través de organizaciones como la NNFC (Cooperativa de Granjeros Nyae Nyae, que recibe apoyo de la Fundación para el Desarrollo Bosquimano Ju/Hoansio), como los Primeros Pueblos del Kalahari en Botswana.

Quiero creer que el candidato presidencial del Frente Amplio sólo dijo semejante disparate por ignorancia, inadvertencia o por aquello de que “como te digo una cosa te digo la otra”, porque no me parece que una propuesta semejante pueda hacerle mucha gracia a la población marginada que –por desgracia y por fenómenos multicausales de entre los cuales no está exenta de responsabilidad la izquierda uruguaya- reside en asentimientos irregulares y en la mayor de las pobrezas.

En procura de mejores ejemplos, últimamente ha buscado inspiración en la trayectoria de Nueva Zelanda (descubrimiento que habría podido adelantar cuatro décadas si en vez de secuestrar al Dr. Carlos Frick Davie –como nos recordaba hace pocos días el Dr. Antonio Mercader- se hubiera dedicado a escucharlo o, por lo menos, leer su libro: “El ejemplo de Nueva Zelanda”). Pero, aunque tardía, bienvenida su adhesión actual, si es sincera. No obstante quedamos preguntándonos cuál es su verdadero referente, si los bosquimanos o los neozelandeses …

En todo caso, sería bueno para el Sr. Mujica Cordano que tuviera presente que la liberación económica de Nueva Zelanda fue obra de un Laborista (David Lange), Primer Ministro entre 1984 y 1989. Pero lejos de aplicar las propuestas contenidas en el Programa del Frente, privatizó la mayoría de las empresas del Estado, incluyendo las compañías aéreas, las minas, el petróleo, la explotación de bosques y la electricidad (¿Qué va a decir el sindicato de UTE cuando se entere?). Y por si fuera poco, ese social demócrata manifestó: “que había que aceptar las desigualdades económicas porque ellas eran el motor de la economía en su conjunto”. ¿Tendrán idea de esto los compañeros de ruta del “Pepe”?

Es que el error de la izquierda arcaica es el desconocimiento de que la liberalización no se constriñe al abandono de los planes sociales. Sólo obliga a que estén mejor administrados. Para los frenteamplistas, una buena política social sólo se funda en el gasto, nunca en la habilidad y eficiencia con que ese gasto es realizado. El resultado es secundario para ellos y me remito a lo que significó el Plan de Emergencia y sus subsiguientes equivalencias organizados por la Ministra Comunista al frente del MIDES.

No puedo olvidar un reportaje efectuado por Néber Araújo al Cr. Astori en el cual, quien hoy sería el ejemplo de la izquierda democrática y moderna (casi socialdemócrata) del Frente Amplio, hacía el panegírico de la URSS, allá por 1989.

Ya no tenía excusas, en ese momento, y el periodista quedó impresionado de que Astori pretendiera defender la condición de la que suponía segunda potencia industrial, cantando loas a cuanto habíase logrado con la revolución bolchevique y haciendo a un lado el reconocimiento que el propio Gorachov ya había efectuado acerca de la decadencia del sistema. Es que la Unión Soviética ya había desembocado en el gobierno tiránico de una oligarquía (la nomenclatura) que se constituyó en la mayor organización sojuzgadora y genocida de la historia. La izquierda uruguaya miraba para otro lado. Como en el libro de Christian Jelen se trataba de un caso más de “ceguera voluntaria”.

¿Es que ha cambiado en algo esa actitud de ayer? Ojalá así fuere, pero me permito dudarlo. Al menos si me remito a la actitud complaciente y hemipléjica con que siguen abrazándose a causas como la de Cuba, Venezuela, la Bolivia de Evo, el Ecuador de Correa y hasta la Honduras del “neo socialista” Manuel Zelaya, antes tan denostado pero idolatrado en cuanto se produjo su interesada aproximación al Presidente Chávez.

La ética de la izquierda uruguaya deja mucho que desear en esta materia. En todo caso, es muy obvio que sus códigos de valores no son los tradicionales del Uruguay. Ni son tampoco, naturalmente, los que los partidos históricos han tenido a lo largo del Siglo XX y en lo que va del actual.

Eugenio Baroffio Abadie

Blogalaxia Tags:
vicepresidente,

4 comentarios:

Anónimo dijo...

http://elpolvorin.over-blog.es/

muy bien-saludos

Anónimo dijo...

Muy bueno el artículo, se sigue gastando energía y agenda en los totalitarismos del siglo XX nacional socialismo y fascismo, reducidos a dos países y eliminados hace ya 64 años, sobreviven grupúsculos y movimientos en europa principalmente, pero no tiene sentido hoy en día seguir machacando con estos totalitarismos.
En cambio el totalitarismo de izquierda pervive, lo vivimos acá cerca, Cuba se acerca de a poco a su encrucijada, pero Venezuela ya es una amenaza para américa latina, esto es la izquierda totalitaria, el posible gobierno de Mujica, acá en Uruguay pasó lo mismo, hace 25 años que se viene machacando con la Dictadura y el gobierno de Pacheco, y se machacó tanto por parte del aparato izquierdista (sindicatos, arte, cultura y movimientos sociales) que se soslayó la violencia de la izquierda armada y organizada.

Se habla de zarkozy, berlusconi, aznar, pero el nazismo y el fascismo son fenómenos propios de la primera mitad del siglo XX justamente por ser efecto al socialismo bolchevique que es anterior, los totalitarismos de derecha son causados por la amenaza comunista...hay que ponerse a leer los libros de historia pero de historiadores serios, no los nacionales que son el ariete de la izquierda organizada

La Ciudadana dijo...

Hola Anónimo,
entré en la página que dejaste, hay varios articulos... hay que leerlos!!

La Ciudadana dijo...

Hola Anónimo
si, tenés razón, fue tanto lo que dijeron de Pacheco que distrajeron la mirada de todo el mundo del verdadero meollo del problema.

Así actúan, después, te interpretan la historia a conveniencia, cosa de que no vayas a razonar y mucho menos a informarte, sólo recomiendan autores nacionales.

Y así estamos...