domingo, 19 de diciembre de 2010

Mujica poniendo gente en penitencia?

Es gracioso....

Si esto lo hubieran declarado blancos o colorados, si esto hubiera pasado en un gobierno de los partidos tradiconales, los del FA no sólo apoyarían a los sindicatos, sino que algún diputado hubiera ocupado lugares públicos y hubieran dado manija como lo hicieron siempre.

Pero, como es un gobierno de ellos, no se coartan libertades, se ponen limites... es gracioso.

La incapacidad de gonbernar que muestra Mujica, sumado a las peleas internas del FA, todo por el poder, están desesperados por adquirir más poder cada día, han hecho que nuestro país haya perdido todo un año en nada.

Las soluciones rápidas, mal tomadas, fuera de tiempo, no resuelven absolutamente nada. Y si estos señores del FA dicen que hay que tratar a los sindicalistas como si fueran hijos, y luego ejercer la autoridad, se equivocan.

Ni los sindicalistas son hijos del presidente, ni la autoridad puede ser ejercida forzando la Constitución.

Y lo más lamentable, son las opiniones de la oposición. A quén voté??

Discrepo absolutamente con la opinión de Bordaberry de que Mujica es un (viejo) inocente que pensó que hablando arreglaba las cosas, nones, Mujica no es ningún inocente, es un estratega que se está comiendo a la oposición, y si pensó que hablando las cosas se resolvían, está chochando, contra esto, pienso que este señor, por creerse un viejito simpático bolichero, filósofo de nada, creyó que él abría la boca y todo el mundo se cayaba y se equivocó feo.



Extraído de El País
FA pone límites pero dice que no abusará

Giro en el gobierno. En el oficialismo consideran que Mujica debía dar señales firmes, pero advierten que las medidas radicales no deben ser la tónica de la gestión La oposición dice que se demoró en reaccionar

S. CABRERA / E. DELGADO

El giro del gobierno, que tomó medidas duras para frenar acciones corporativas, es visto en el oficialismo como natural ante situaciones donde había que poner límites. Pero se advierte que las medidas radicales no deben ser la tónica de la gestión.

Y los líderes de la oposición observan que al presidente José Mujica no le quedaba otra opción que ejercer la autoridad, pero también dicen que el Poder Ejecutivo tomó medias extremas porque antes dejó pasar un tiempo valioso sin definir acciones concretas.

En un lapso de pocas semanas y después de un año en el que se ha acusado al presidente de hablar mucho y hacer poco, el gobierno parece haberse puesto firme ante desbordes sindicales o corporativos. La lista se inicia con el decreto que obligó a los funcionarios públicos a trabajar seis horas, el decreto de esencialidad para Adeom y los guardavidas, la decisión de apelar a los militares para recoger la basura y la reciente ley de emergencia sanitaria, que obliga a los anestesistas a trabajar en hospitales públicos un 20% de las horas que hacen en el sector privado.

Y esa lista puede ser aún más larga porque el gobierno del Frente Amplio (FA) ha amenazado con declarar la esencialidad en el conflicto bancario.

El senador Eleuterio Fernández Huidobro (CAP-L) dijo a El País que "había llegado un momento donde el gobierno debía dar señales de que pone límites" y que por eso Mujica "ha tomado medidas extraordinarias para temas extraordinarios". Pero alertó: "No creo que esto deba ser lo normal. Lo deseable es que no se repita".

El senador del MPP Ernesto Agazzi, muy cercano a Mujica, puso un ejemplo para dejar clara la situación: "Es igual que con un hijo. Se conversa, se dialoga, se escucha, se tironea, pero después debe resolver el padre. El gobierno debe gobernar, si no renuncia".

Agazzi cree que, en los casos mencionados, hubo "una contradicción de intereses" entre toda la sociedad y un grupo de personas. "Si unos pocos, que bastante privilegiados están, no juntan la basura y toda la sociedad está molesta porque tiene derecho a vivir en una sociedad limpia, alguien debe laudar. ¿Puede un pequeño grupo de personas decir que no hace más casamientos?", preguntó.

El hecho de que las medidas hayan sido adoptadas por un gobierno de izquierda y por un presidente que fue guerrillero y afín a los sindicatos llama más la atención. "La izquierda en Uruguay siempre había demandado, había pedido. En los programas del FA las palabras `exigencia de gestión` son bastante nuevas", dijo Agazzi.

Y el vicepresidente Danilo Astori (Asamblea Uruguay) afirmó a El País que el gobierno "ha encontrado un buen equilibrio entre la paciencia, la disposición al diálogo, la tolerancia y la búsqueda de consensos, y el ejercicio de la autoridad" (ver entrevista en la página A8).

El peligro puede radicar en perder ese equilibrio y, por eso, el diputado del Nuevo Espacio Jorge Pozzi indicó que el gobierno "no puede abusar" de las medidas duras (ver aparte).

El Partido Comunista (PCU), en tanto, observa la situación desde un lugar delicado: integra el gobierno y la intendenta es de su sector, pero tiene fuerte peso en los sindicatos. "Nosotros somos gobierno, fuerza política, trabajadores y vecinos", dijo el dirigente comunista Daniel Marsiglia.

El PCU "dio todo el apoyo y solidaridad" en la esencialidad de la basura y le parece "correcta" la medida adoptada con los anestesistas, indicó Marsiglia, aunque coincidió que son "medidas extraordinarias" que no deberían repetirse.

AUTORIDAD. La oposición sigue atentamente los pasos de Mujica. El presidente del Directorio nacionalista Luis Alberto Laca-lle admitió que el gobierno "ha tomado un camino de reafirmar la autoridad y defender el bien común en el caso de la esencialidad de la basura". Pero también cree que "la actitud antigua e histórica del FA es responsable por estas actitudes extremas del sindicalismo".

El secretario general colorado Pedro Bordaberry tiene una visión más crítica. "El presidente y el gobierno no ejerció la autoridad a tiempo, no se dio cuenta que gobernar es tomar decisiones. No lo hizo durante mucho tiempo y la situación se le salió de cauce", aseguró.

A Mujica le faltó previsión, según Bordaberry: "Si uno ve que en un cruce un auto se va a tirar, ya entra a frenar 50 metros antes. Pero si sigue a la misma velocidad tiene que clavar los frenos de golpe. Y eso pasó". El senador colorado cree que Mujica actuó con ingenuidad. "El presidente se creyó que chamuyando y conversando iba a arreglar las cosas y un día se dio cuenta que no era así", explicó.

Y, a su juicio, también influye el cortocircuito entre el PCU y el MPP: "Debe haber tenido algo que ver".

Otro error, según el secretario general colorado, es haber prorrogado los consejos de salarios del sector privado, que coincidieron con la discusión de la ley de Presupuesto. "Y el Ministerio de Trabajo no da abasto, no tiene estrategia para encarar tanta cosa", concluyó.

Lacalle y Bordaberry tienen diferentes visiones sobre la ley de emergencia sanitaria. El ex presidente blanco cree que esa norma "es correcta en la intención, pero inconstitucional e ilegal porque va contra la Constitución y la libertad".

Bordaberry, en cambio, no considera inconstitucional la medida, pero sí excepcional: "El decreto de esencialidad de (Jorge) Pacheco, lo que llamaban pachecato y hoy podemos llamar mujicato, obligaba a trabajar a los que tenían trabajo. Pero esto obliga a trabajar a los que no tienen trabajo. Les dicen `vos trabajás acá`".


Blogalaxia Tags: vicepresidente,

2 comentarios:

Javier dijo...

Yo creo que Mujica es muy inteligente. Está logrando desarmar a los sindicatos con mucha inteligencia. Si uno observa con cuidado los reclamos sindicales se da cuenta que incluso el más diparatado (adeom) tiene su cuota de razón. El ha salido a la radio a descalificar los pedidos y a poner a la gente en contra de aebu, la saq, los notarios, etc, sin decir que no les han dejado otra salida. Y la gente lo escucha y piensa que tiene razón. Pero la verdad es que les han dado a los radicales de todos los sindicatos las armas para que tomen el poder en los sindicatos y tomen medidas que no son populares. Tomemos el caso de los escribanos, por ejemplo, les quieren prohibir un sistema de salud que ampara a jubilados y activos por igual con unas prestaciones que están a años luz de lo que ofrece el fonasa. Y sin embargo los trató de poco menos que oligarcas... En fin, espero que no lamentemos dentro de unos años el no tener sindicatos fuertes y con conducción inteligente.

La Ciudadana dijo...

HOla Javier
sabés que si, tenés razón, lo he pensado bastante y le he dado vueltas al asunto.

Lo de los escribanos no tiene goyete, ya sabemos que el Estado es un pésimo administrador, y en cuanto a salud, a las prubas me remito. No hay un sólo hospital en Montevideo que esté como la gente, el único que conozco y es excelente es el de Tacuarembó, y me pregunto porqué no traen al director de ese hospital para que intente arreglar acá....

En cuanto a los sindicados, se hacen odiar al cuete, mientras Mujica manipula a la gente desde su radio, que seguramente la pagamos todos, digo, de los afanos de antes, no?