miércoles, 1 de diciembre de 2010

Así tratan al turista, pero también a los locales

Extrañarme, no para nada.
Desconfiar de que este señor mienta, menos!

Si yo, como local, tuve 2 temas con los inspectores de tránsito, uno en Montevideo y otro en Atlántida y es tal cual como lo cuenta este señor.

Mi primera multa, porque nunca me multaron, fue fraudulenta y por más que reclamé a la IMM, perdí tiempo y plata, me mandaron a freír espárragos y comenzó como le pasó a este señor, paré correctamente a preguntarle a una inspectora, un día de caos de tránsito, por dónde podía bajar a la rambla. Esto como ya conté hace rato, desembocó en una multa inventada de que estaba hablando por celuar, (más que boluda si paré para hablar con la inspectora) y después me dijo, ante mi protesta, callate o te pongo otra multa por no usar cinturón (estábamos las 3, mis hijas y yo, aún dentro del auto y con los cinturones puestos).

La segunda fue cuando estuve en Atlántida. Recién este fin de semana caigo en que la multa que me puso el inspector fue inventada, porque si uno viene del Este e ingresa en Atlántida no hay cartel de PARE, hay uno de Ceda el Paso. El de pare está para aquellos que ingresan a Atlántida cuando van hacia el Este, ahí si, hay 2 carteles, la multa es de más de 4 mil pesos y cómo hago yo para comprobar que me estafaron por segunda vez? Después de las vueltas que tuve que dar acá en Montevideo, sólo de pensar las vueltas allá en Atlántida donde debo además, sumar la distancia y el costo de cada ida, no, cuando pueda la pagaré.

Se ve que me vieron la cara de pelotuda!

Extraido de El País
Ciudades
Retira inversiones tras ser multado

Reclamo. Empresario de EE.UU. se fue molesto con inspectores de tránsito de Canelones

MARCELO GALLARDO

Un empresario estadounidense resolvió cancelar una inversión de unos US$ 3 millones en Montevideo molesto por el trato que recibió de parte de tres funcionarios de la Intendencia de Canelones.

Jouko J. Rissanen llegó al país para recorrer las inversiones que tiene en Punta del Este, un apartamento y varios terrenos en José Ignacio. El inversor llegó acompañado de su amigo y asesor inmobiliario, el abogado argentino Fernando Mazzoni, titular de una inmobiliaria de Miami.

El jueves por la tarde, Rissanen viajó por carretera en un auto de alquiler desde Punta del Este hasta Montevideo. Al día siguiente tenía programadas varias entrevistas con el fin de adquirir en US$ 2 millones un hotel en la Ciudad Vieja y un predio en Villa Biarritz en una suma cercana para construir un edificio en altura.

Además, Rissanen tenía pensado montar en Punta del Este un centro oncológico de última generación para atender a clientes de muy alto poder adquisitivo que optan por los servicios de la Clínica Mayo en los Estados Unidos.

El viernes por la mañana resolvió adquirir los dos inmuebles y luego de una serie de reuniones partió hacia el aeropuerto de Carrasco donde tomaría un avión hacia Santiago de Chile. Allí tenía previsto presenciar una prueba de rally internacional de la que tomaban parte varios conductores finlandeses, caso del ex campeón Juha Kankkunen, amigo personal de Rissanen, que nació en Finlandia pero desde muy chico reside en Estados Uni- dos donde amasó una gran fortuna.

Mazzoni y Rissanen abandonaron el hotel y se dirigieron en el auto de alquiler hacia el aeropuerto tomando por la rambla montevideana. Mazzoni, que manejaba, erró el camino por lo que luego de cargar combustible observó la presencia de tres inspectores de tránsito de la Intendencia de Canelones. Los dos visitantes se acercaron a los funcionarios para preguntarles cuál era la mejor forma de llegar al aeropuerto.

Ahí comenzaron los problemas tal como lo contó el propio Rissanen en un mail remitido a El País el pasado fin de semana.

"El oficial (inspector) nos acusó de pasar una luz roja y de no usar cinturón de seguridad. Enseguida procedió a confeccionar la multa. Nosotros dos, vehementemente objetamos porque ambos sabíamos que no habíamos cruzado la luz en rojo", señaló Rissanen.

"El policía (inspector) estuvo muy formal y no se mostró interesado en ayudar a turistas que se encontraban temporalmente confundidos y desorientados", agregó.

"Entonces, el golpe final: cuando arribamos al aeropuerto para devolver el auto en la empresa de alquiler. Los empleados de la misma nos informaron que los habían llamado y les habían dicho que los turistas tenían que pagar 375 dólares. Te puedes imaginar por qué cancelé nuestro contrato para invertir cerca de tres millones y medio de dólares en un proyecto de real estate en la ciudad vieja de Montevideo. No tengo nada que hacer con esta clase de comitiva de bienvenida y con esta falta de juicio", sostuvo el empresario.

Un empleado de la agencia de alquiler de autos confirmó los hechos a El País y sostuvo que el procedimiento habitual, tanto de Policía Caminera, co-mo de los inspectores de Tránsito, es comunicar las multas a las firmas que actúan como agente de retención. Dijo que los montos de las sanciones que debieron pagar son los habituales.

El inversor se encuentra muy molesto, a tal punto que el ex piloto de rally, Gustavo Trelles, escuchó de su boca lo ocurrido en Canelones. Trelles coincidió en Chile para presenciar la prueba de rally de la que también participó Rissanen.
El País Digital

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