Hemos cometido un grave error. Uno imperdonable. Uno por el que mereceríamos la peor condena. La más dura. Hemos estado tan ocupados con nosotros mismos, librando nuestras batallas de rutina, que nos hemos olvidado de educar a nuestros hijos y nietos. Peor que eso, hemos entregado la formación de ellos, que son los que tomarán la posta y deberán superarnos con ventaja, a aquellos que han demostrado fehacientemente carecer de valores y principios. Hemos invitado a entrar a nuestra casa al mismísimo enemigo. Y ahora ya es demasiado tarde para lamentarse.
Nuestros niños y nuestros jóvenes son las víctimas de nuestra desidia e indiferencia. Creímos que bastaría con ponerles límites y nos olvidamos de hablar con ellos, de razonar con ellos, de pensar con ellos. Los resultados están a la vista. ¿Cuántos adolescentes uruguayos sabrán que Rodó es algo más que el nombre de un parque de diversiones? Seguramente muy pocos.
¿Cuántos sabrán quién es Delmira Agustini? ¿Y Eduardo Fabini? ¿Y Paco Espínola? ¿Cuántos uruguayos menores de treinta años leyeron alguna vez algo de Onetti? Pocos. Seguramente muy pocos. Pero muchos, sin embargo, podrían recitarnos de memoria las parejas eliminadas en el programa de Tinelli o el último embarazo no buscado anunciado por el programa de Rial.
Esa es la generación que viene. Pero la culpa no es de ellos, sino nuestra. De los adultos que les decimos que el 25 de agosto no hay clase pero nos preocupa más saber con quién dejamos a los nenes ese día que explicarles a los más chicos qué se conmemora en esa fecha. De los gobernantes que corren indiscriminadamente las fiestas patrias, restando todo sentido histórico a los acontecimientos que nos identificaron como nación. Ya no hay epopeyas, sólo feriados. Y el primero que falla es el presidente, que supo irse a pescar en lugar de encabezar la celebración de un 18 de Julio, y que transformó el 19 de junio en "El Día del Nunca Más".
Nuestros hijos y nietos saben hoy el color de la ropa interior con que bailó una uruguaya en el programa de Tinelli y si ven a Abigail Pereira por la calle seguramente le pidan un autógrafo. No sabrán, y no les importará no saber, que en este país hubo una guerrilla que se levantó contra las instituciones democráticas y que esos señores, que pusieron bombas, secuestraron y mataron gente, y desataron una verdadera guerra en nuestras calles son los mismos que hoy les hablan como si fueran sus abuelos, les cuentan medias verdaderas y mentiras enteras, y se proclaman como los salvadores de la Patria.
Ahora el canal estatal, que debería fomentar la cultura, ha cedido al pedido de un grupete de vivos y ha colocado los domingos, en horario central, un programa de un "cómico argentino" que es capaz de batir el récord de palabrotas por minuto. ¿No tiene el canal oficial, que financiamos todos con nuestros impuestos, mejor idea que aportar también él a la incultura? ¿Es que se ha perdido todo? ¿Es que es mejor reproducir una grosería argentina que volver a nuestros orígenes y, quizá, emitir humor nacional del bueno, recordando los gloriosos tiempos del mejor Telecataplum o Decalegrón?
Estamos como anestesiados. La grosería campea y la pornografía ya es cosa de todos los días, y de las tres de la tarde. El Estado ya no mira para otro lado, sino que colabora.
En Estados Unidos, un país del que muchos uruguayos se mofan, la serie más premiada es "John Adams", un producto para televisión que recrea la vida del segundo presidente de los Estados Unidos, un hombre que sostenía que había que fomentar en los más jóvenes la ambición más sana. La de superarse cada día para ser mejores.
Los nuestros votan, pero para que siga bailando Eunice o la Tota. Así estamos.
elpepepregunton@gmail.com
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2 comentarios:
Buen punto, los diarios de hoy no tienen desperdicio. No hay duda que vamos barranca abajo. Mira que interesante la sensacion termica:
Asalto a la casa de Martinez, Guerra de narcos en el cerro al mejor estilo favela de Rio, Los soldados Uruguayos rodeados y mal armados en el Congo , Hospital de Clinicas casi cerrando (cuando no?) por falta de fondos (y astori??). Un medico cubano se avivo y no quiere volver al maravilloso paraiso del barbudo caribeño (que dira marina?). Unos gays españoles estuvieron de shopping por estos lados y se llevaron un niño por 2000 euros. Las cuentas del gobierno siguen desmejorando (y astori que dice??).
Realmente estan buenos los diarios hoy.
jaja, si, vi que había material a raudales, pero no tuve tiempo de escribir sobre el tema.
ahora arranco...
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