domingo, 11 de abril de 2010

Como progresa… la deuda

Extraído de Equinox Fin de Semana

ESCRIBE AGUSTÍN TAJES

Como progresa… la deuda

Desde que el Frente Amplio comenzó a adueñarse de porciones de poder, cuando en 1989 lograron alzarse con la victoria electoral en la Intendencia de Montevideo, sus gestiones se caracterizaron por dos líneas de conducta muy claras. Por un lado, medir cada acción de gobierno en relación a la ecuación costo- beneficio, medido en votos. Esta línea, en el marco de lo obtenido por la aplicación de la doctrina Gramsci, desde el primer momento del retorno a la democracia en 1985, se caracterizó en un énfasis muy grande en todo lo cultural, dirigido a esa masa que se fue formando desde las aulas y que significaron un aumento de caudal electoral proporcional en cada comicio, hasta llegar a obtener el gobierno nacional en 2004.

Es notable que a lo largo de 20 años en el comando de la IMM, no se han realizado prácticamente obras de importancia, ni se cumplieron promesas, como las 10.000 viviendas que entonces aseguró Tabaré iba a construir en su mandato, de las que no construyó ni una, pero la gente se encandiló con esa cultura “progre” y el Frente logró un electorado cautivo que es muy alto y que, como dijo Sendic, “vota a una heladera si es candidato del Frente”.

La otra línea de conducta que se ha mantenido invariable, es que para ese derroche, en aras de mantener la presión cultural, no existe límite y, también desde el comienzo, se comenzó a gastar más de lo que entraba y en el primer gobierno “progresista”, pese a haber recibido un superávit de 10 millones de dólares y a multiplicar por 3 la recaudación - al aumentar en esa proporción el valor de los tributos que debimos pagar los montevideanos - Tabaré le entregó a Arana un déficit de 25 millones. Claro que Arana no le fue a la zaga y se entregó a sí mismo y luego a Erlich, ese déficit aumentado, hasta llegar a los 100 millones, que el actual ministro de educación se cuidó muy bien de mantener.

Cuando el Frente accedió al poder en 2005, pese a la brutal crisis del 2002, recibió un país golpeado, pero en franca recuperación, luego de sortear un momento dramático en el que el gobierno de Batlle pudo evitar lo que Tabaré y sus huestes desde la oposición le pedían, que era el default y que de haber ocurrido, nos hubiera colocado en la misma situación que la Argentina, que aún está pagando tasas del 15%. Ya en 2004, el PBI creció un 13% y la economía se venía reactivando francamente y por otro lado, los precios internacionales de nuestros principales productos de exportación venían en alza, lo que nos daba la posibilidad de encarar el futuro con optimismo, si se intentaba de una vez por todas dar el salto cualitativo que ya habían dado otras naciones, como Chile, Nueva Zelanda o Irlanda.

En lugar de eso, se continuó con el mismo padrón del progresismo ortodoxo, se derogó la ley que impedía nuevos ingresos a la administración pública, se comenzó un proceso de reengorde del Estado, se crearon cargos de confianza a troche y moche, se repartieron dádivas sin medida, mientras se cargaba todo sobre las espaldas de la clase media y no se encaraban políticas de inversión en cosas importantes. Las únicas obras relevantes, fueron las que ya estaban proyectadas y licitadas, como el Aeropuerto de Carrasco y el gran logro el Plan Ceibal, un plan ideado por Negroponte en Boston, al que tuvieron la visión de adherir, al darse cuenta de los inmensos réditos electorales y la fantástica herramienta de adoctrinamiento, que para mentes vírgenes podía significar.

Quizás el punto negativo más alto de las políticas progresistas fue el dejar pasar por alto la firma del TLC con los EEUU, pero el lumpenaje quedó muy contento y al resto no le importó demasiado.

El tema del gasto, al principio estuvo un tanto controlado, porque, por otro lado teníamos al FMI y las cartas de intención que se debían cumplir, de modo que había que eliminar ese estorbo y en otra operación engaño, se usaron reservas (que aprendan los Kirchner) para saldar esa cuenta con dicho organismo y quedar con las manos libres para gastar en lo que se nos ocurra. De ahora en adelante, sólo deuda soberana y sin duda, fue una soberana c…

El cuento de la deuda soberana y la reducción de los intereses que debíamos pagar, fue sólo eso, un cuento, ya que de los 14.000 millones que recibieron de manos del gobierno anterior en 2005, fieles a esa otra línea de conducta, los progresistas se encargaron de elevarla a casi 22.000 millones en sólo 5 años, es decir, que incrementaron esa deuda en más del 50%, pero por otro lado en una suma de más de 7.000 millones, que para el Uruguay es algo sideral que ningún gobierno había hecho antes.

Uno de los aspectos que transforma ese incremento en algo absolutamente inmoral, es la forma en que se produjo, ya que hasta el cierre de 2008 había sido de sólo unos 2.000 millones, pero ante la caída que tuvo en Frente en las encuestas, se ve que le soltaron el piolín al globo y lo dejaron subir libre y en 2009, creció más de 5.000 millones, o sea un 31% del total y en el último trimestre casi 1.700.

Astori, como siempre, ha tratado de relativizar estos hechos, pero lo cierto es que han logrado que, en relación al Producto Interno Bruto, la deuda bruta llegó, en diciembre último, al equivalente a 68,4% del mismo.

Recordamos que a la salida del proceso, en 1985, quedó una deuda de unos 4.000 millones de dólares y la izquierda transformó el no pago de esa deuda en una de las banderas, por considerarla ilegítima, pero, sin entrar en discusión sobre dicho período, desde un punto de vista absolutamente objetivo, esa deuda fue destinada a inversiones de capital productivo, que hasta hoy siguen dando sus frutos. Se construyeron las represas, los puentes, los accesos de Montevideo, la Ruta 5 y miles de kilómetros de carreteras y caminos, los Aeropuertos de Artigas, Rivera, Tacuarembó, Melo, las pistas de Santa Bernardina, y Paysandú, las centrales digitales de Antel e infinidad de otras obras, que sirvieron para el desarrollo del país. No se trata de hacer una apología del gobierno de facto, sino de recordar que aquella deuda se vio reflejada en obras, sin las cuales hoy estaríamos alumbrando a vela, hablando a través de la operadora y entrando a Montevideo desde el Norte o el Oeste, a través de aquellos caminos intransitables, en lugar de los actuales accesos y la comunicación que tenemos con Argentina que permite el flujo de un turismo esencial para nuestra economía o del transporte de nuestros productos hacia ese país, no sería la misma.

En cambio, estos más de 7.000 millones de dólares, que llevan nuestra deuda a casi 22.000 millones y que en algún momento nos van a doler mucho (si llega a haber una crisis), no han dejado nada a cambio. Las grandes obras -que, como dijimos, vienen del gobierno anterior- se hicieron por concesión de obra pública, es decir, no sólo no han costado absolutamente nada, sino que los concesionarios debieron realizar un importante aporte para ello, no siendo un detalle menor la encarnizada oposición que le hizo el Frente a las mismas y hoy celebran como propias.

¿Qué dirían los progresistas si este bestial incremento de la deuda se hubiera producido durante un gobierno de los partidos tradicionales? ¿No pedirían explicaciones del destino de esos cuantiosos fondos? si no se ha hecho nada importante ¿Dónde está ese dinero?

Recuerdo, pocos días antes de la elecciones nacionales, haber señalado en una nota, el hecho de que el Contador Astori salió una mañana a declarar que la economía estaba mejor que nunca y en la tarde, el Ministro de Economía a informar que se habían colocado 500 millones de dólares en bonos.

Nos han mentido descaradamente -como el Sr. Murro, que le dijo a los jubilados que tendrían un aumento del 15% y al otro día de las elecciones expresó que se había equivocado y que sería del 11%- y va a llegar el momento que habrá que pagar, ya que como dicen los americanos “no free lunch” y este almuercito nos va a salir un ojo de la cara, dado que con esta gente, lo único que progresado desmesuradamente es… la deuda pública, que hoy es más de 7.000 dólares por cada oriental, el doble o el triple de lo que debe cada argentino o brasilero.

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4 comentarios:

francisca dijo...

Y la oposicion...existe????que hace??como vamos a salir del rumbo de colision que llevamos si ni siquiera tenemos politicos opositores que hagan algo??

La Ciudadana dijo...

Hola Francisca,
me estoy preguntando lo mismo, están ahí?
Yo no los veo, el país se va hundiendo cada vez más y acá no pasa nada.

Mirá la verdad parecen butifarras, ni media gota de sangre en las venas.

Yo esperaba más, creo que luego de haber asumido los puestos hace casi 2 meses, se han escuchado muy poco sus voces... y el tiempo de negociar ya pasó, que se dejen de cosas y se pongan a defender a quien les votó, que griten a los 4 vientos lo que está mal, que digan todas las mentiras que mostró el gobierno antes de las elecciones y las realidades con las que se encontraron. Seguro que si fuera al revés, el Frente Amplio ya hubiera armado un lío importante.

Javier dijo...

La oposición ya bajó los brazos. Se conforma con unos cuantos carguitos en el gobierno, migajas que le tira el frente para hacerlos callar. Lo que yo me pregunto, así como bobeando, ¿esto no será una estrategia muy bien pensada? Cada vez que nos endeudamos más como país suceden dos cosas al mismo tiempo: la clase media se va del país y los pobres pasan a vivir en los asentamientos. No hay que olvidar que tenemos el 80 por ciento de la población viviendo con menos de 12 mil y pocos pesos. Entonces, no es mejor endeudar más y más al país. Total los que pagan son los empresarios no afectos al frente y la clase media. A esta sólo le queda irse o desaparecer y a los empresarios no les queda otra que agachar la cabeza o desaparecer. Y dentro de muy poco tiempo tendremos a la mayoría de la población viviendo en la pobreza, en asentamientos, sin esperanza, pero a la que le mostras unas banderitas y le pones unas canciones y quedan contentos. No esperanza, no ambición, nada. Con decirte que ayer vi un reclame en horario central de un tarado que decía "si salgo edil, me rapo. Dale votame". Esa era toda su propuesta. No sé, yo estoy terminando mis estudios y en cuanto la situación internacional mejore un poco me rajo. Tengo 30 años y realmente ninguna esperanza en este país.

La Ciudadana dijo...

Hola Javier,
la verdad que es una pena que estés pensando en irte, pero si, tenés razón, acá no hay ni esperanza.

De todas formas, no creo que sea el 80% de la población que gane menos de 12 mil pesos, mirá que las cifras son engañosas, porque muchas de esas personas tienen más de un empleo y los toman en forma individual para decirnos que sólo unos pocos privilegiados pagamos IRPF.

Y con la oposición, cual? si no existen!! Están perdiendo el tiempo lastimosamente, no hacen cumplir la Constitución, no cuidan de las finanzas del país, no piden explicacones, no existen!!! Y eso me tiene re-caliente...