domingo, 17 de julio de 2011

Cuántos más tienen que morir?

Si, cuántos más tienen que morir a manos de los delincuentes, para que Bonomi se vaya para su casa?

Cuántos más tienen que morir para que la gente, esa misma que votó a este gobierno, salga a la calle a decirle INCAPAZ?

Lástima que la incapacidad en muchos trabajos no mata, pero en otros, como éste, si.

En la última semana 3 comerciantes asesinados? Por favor!! Hasta cuándo?


Disparos mortales que aún resuenan

Rapiñas violentas. Familiares de comerciantes asesinados en los últimos dos años esperan que los homicidas sean hallados Algunos han perdido la esperanza; otros ven a los sospechosos en el barrio

V. RUGGIERO / R. MERNIES

Beatriz sufre ataques de pánico tras el asesinato de su hijo y ya no espera que el autor sea detenido. María Luisa, en cambio, aún tiene fe y mucha rabia. Familiares de comerciantes asesinados en los últimos años sobreviven al dolor y todavía esperan que se haga justicia.

El jueves, cuando tres comerciantes fueron asesinados en intentos de rapiñas, se cumplieron nueve meses desde que Fabricio Amarelle (22) fue víctima de dos delincuentes que asaltaron el salón que atendía con su novia, en Camino Maldonado y Venecia. Beatriz, la mamá de Fabricio, dice que no tiene esperanzas de que los homicidas sean capturados y, mucho menos, que paguen su condena.

"Ojalá me llamen un día y me digan `apareció la persona que mató a tu hijo`, pero si ya no lo encontraron no lo van a encontrar. Ya lo tengo claro" afirmó resignada Beatriz, que ni siquiera sigue de cerca la investigación policial del caso.

"Cada vez que vamos a Jefatura nos dicen que el caso está abierto, que se siguen investigando pero no hay nada concreto. Y la verdad es que ya ni vamos porque para que te digan siempre lo mismo no tiene sentido", comentó. La novia de Fabricio, sin embargo, fue varias veces a dependencias policiales a tratar de reconocer a los asesinos. También insistió para que se analice un gorro que llevaban los delincuentes, que quedó tirado en el comercio.

"Es una evidencia que no sirvió para nada porque no se pudo estudiar las huellas del gorro porque no hay tecnología suficiente. Y me pregunto ¿por qué no lo compran? si gastan plata en tantas estupideces por qué no usarla para algo realmente necesario" comentó Beatriz, quien dijo tener "atragantadas" las palabras que recibió del ministro del Interior Eduardo Bonomi.

"El señor Bonomi me dijo a mí que la culpa había sido de mi hijo porque había salido corriendo. Eso me tiene atragantada, porque que te digan que tu hijo que tenía 22 años, que estaba trabajando tiene la culpa por salir a defender lo suyo… Y sí, salió. No se qué pasó por su cabeza pero seguramente sintió impotencia y defendió lo suyo", sentenció.

El salón "Dandy" ya no es más propiedad de la familia. La novia de Fabricio consiguió trabajo y Beatriz sigue con su empleo. Vive con su hija de 19 años en Jardines del Hipódromo. "Recién estamos empezando a levantar la cabeza, nos está costando", reconoció.

Este es uno de los casos de comerciantes asesinados que aún no está cerrado y que la Policía sigue investigando. Hay algunos que se remontan, incluso, a más de dos años.

Por los asesinatos de la última semana hay un joven de 16 años detenido. La Policía lo vincula a la muerte de Walter Uruguay Porteiro, de 66 años, propietario de una distribuidora y una fiambrería en el Cerro.

Hay otros casos como el de Maximiliano Rosenberg Martínez (27) -repartidor de una pizzería ubicada en Mateo Cabral e Irlanda que fue ultimado de un disparo el 22 de julio de 2010- que para la Policía está aclarado, porque hay un menor detenido, y para la familia no, porque eran dos las personas que participaron en el homicidio.

María Luisa Martínez, madre de Maximiliano, comentó a El País que espera que se cumpla un año del asesinato de su hijo (el viernes 22 de julio) para poder acceder al expediente del caso. Sabe que hay un chico internado en la Colonia Berro y también sabe que hay otra persona que está libre.

María Luisa es administrativa en una curtiembre y vive en La Unión. Dice que se levanta todos los días por sus dos hijos de 17 y 20 años pero afirma que desde hace un año su familia murió. "No mataron a mi hijo, mataron a mi familia. Yo tenía una hermosa familia, y ahora tengo parte de ella", afirmó entre lágrimas.

Maximiliano vivía en pareja y tenía un hijo que hoy tiene dos años. Era peluquero y trabajaba con su padre.

Como quería comprarse un apartamento con su mujer comenzó a trabajar de repartidor en la pizzería.

"Yo crié a mi hijo con valores. Yo les enseñe que tenía que trabajaran y defenderse para salir adelante. Yo sé los valores que le di a mis hijos y él no era merecedor de morir así. Tengo mucha rabia en mi interior", aseguró.

SIN PISTAS. Alejandro Novo era repartidor de productos avícolas y fue asesinado el 14 de enero de 2009 en un intento de rapiña en ruta 8. El caso aún sigue abierto y los asesinos libres.

Su familia ya tiene el expediente del caso y leyó el testimonio de un testigo que describe como fue asesinado Alejandro. "Lo leímos tantas veces con mi nuera que la Policía está trabajando hoy sobre detalles que nosotras descubrimos y que a ellos se les habían pasado por alto", comentó la madre del repartidor, Graciela Barrera.

La mujer dijo que en la Jefatura de Policía de Canelones le dicen que el caso es "una mochila" y que siguen trabajando para resolverlo.

"Es tan difícil y hemos aprendido tantas cosas (...) Aprendimos a salir adelante aunque tenemos la familia destruida, aprendimos a movernos con la Policía y con los juzgados", indicó.

Graciela integra la Comisión de Víctimas de Delitos junto a otras familias. Dice que lo hace para mantener "en el tapete" el nombre de su hijo. "No quiero que quede guardado en un cajón porque una vida es muy importante. No es un número de expediente, era una persona que tenía proyectos y una hija que hoy tiene cuatro años y que está haciendo en el jardín un regalo para su papá que no le va a poder dar", afirmó.

Mónica, la esposa de Alejandro, recuerda algunos de los proyectos que tenían para su familia, incluso comenta que buscaban tener otro hijo.

"Te da mucha rabia, mucha impotencia. Yo creo que más allá de todo lo que digan y expliquen acá hay derechos para los delincuentes y para nosotros no. Yo no quería esta vida para mi hija", asegura con entereza la mujer.

YA EN LIBERTAD. En el mes de enero Fabricio Peralta, de 19 años, fue asesinado de dos disparos en el almacén de su familia. La mañana del 21 de enero sus matadores habían estado en el comercio y el propio Fabricio les había despachado dos cervezas. Por la tarde los dos jóvenes entraron a robar, Fabricio se resistió y defendió a sus hermanos con una cuchilla en la mano, pero fue ultimado. Su padre también fue gravemente herido y su hermana recibió varias amenazas.

En febrero un joven fue enviado a prisión por coautoría de homicidio, pero hace poco más de un mes y medio quedó en libertad. El 22 de este mes sería el cumpleaños de la víctima y su madre está organizando una manifestación para las 20 horas, en reclamo de justicia, en el arco de Salinas.

"El fiscal aduce que no hay huellas", comentó la madre de Fabricio, Virginia Rodríguez. La Policía incautó el arma homicida y una cámara filmadora que los delincuentes tomaron para robar. En ninguno de los casos las huellas digitales sirvieron.

Tras la tragedia, la familia puso en venta la casa y se fue a vivir a Salinas. La semana pasada Virginia fue a su exbarrio y se cruzó con el acusado, que "andaba muy tranquilo con su novia por la calle", aseguró Virginia. "Eso me duele", agregó.

"Yo le expliqué al fiscal que él (el presunto asesino) le agarró la cara a mi hija. ¿Le parece que se va a equivocar al reconocerlo? Si no lo pueden meter para adentro, por lo menos tienen que hacer algo para que esto no quede impune", dice la madre de la víctima.

"Esto ya es una tomadura de pelo de la justicia", sentenció.
Otros casos que siguen sin ser aclarados

Aníbal Luna

Almacenero de Capurro

El miércoles 23 de marzo de este año Aníbal Luna fue asesinado en su comercio "Los Amigos", ubicado en Larrobla y Uruguayana. A principio de año lo habían asaltado y había avisado que no podía dormir tranquilo. Hasta hoy continúan los interrogatorios y no hay procesados.

Sebastián Scioli

Dueño de una fábrica en la Unión

En Julio de 2010 Sebastián Scioli, de 57 años, propietario de "La feria de los tornillos", en 8 de Octubre 5512, La Unión, recibió tres balazos en el pecho y murió. Los vecinos y comerciantes de la zona persiguieron y capturaron a dos sospechosos, pero el crimen no está aclarado.

Newbery Campos

Empresario y administrador de taxis

El martes 19 de julio de 2010 Newbery Campos, de 54 años, fue ultimado de tres disparos mientras contaba la recaudación de sus taxis en el estacionamiento ubicado en Luis Alberto de Herrera casi 8 de Octubre. Los asesinos, presuntamente menores, no fueron identificados.

Luis Eduardo González

Delivery de La Unión

El joven de 22 años era delivery en un bar de la zona cuando intentaron robarle la moto con la que trabajaba y le dispararon. El hecho sucedió en Félix Laborde y Morelli el 5 de octubre de 2009. El menor identificado como asesino se fugó del INAU y volvió a merodear la zona.

Gustavo Amaro

Taxista

En noviembre de 2010, Amaro (29) subió a su taxi en Juan Acosta y Nogueira (Marconi) para empezar el turno y fue abordado por cuatro individuos. Uno de ellos, menor fugado del INAU, le dio cinco disparos (dos en la cabeza) y todos escaparon. Sólo hay un mayor detenido.
Maximiliano Rosenberg

El 22 de julio de 2010 Maximiliano Rosenberg Martínez, de 27 años, que trabajaba como repartidor para una pizzería ubicada en Mateo Cabral e Irlanda, fue asesinado mientras buscaba una dirección para hacer una entrega. Un hombre intentó asaltarlo, él se resistió y recibió los tres disparos que terminaron con su vida.

Era peluquero y trabajaba con su padre, pero como estaba ahorrando para comprarse un apartamento también había agarrado la "changa", de los repartos.

Vivía en pareja, hacía más de cinco años y tenía un hijo, que hoy tiene dos años. "Superarse no se supera nunca. Para mí es muy difícil todo esto. Me levanto todos los días para trabajar y a veces sin ganas de nada, pero tengo que seguir adelante porque tengo dos hijos más: uno de 17 y otro de 20 años", afirma su madre.

"Crié a mi hijo como muchas otras madres, con valores. Yo les enseñé que se defendieran en la vida y que trabajaran. Yo sé los valores que le di a mis hijos y él no era merecedor de morir así. Pero bueno, es lo que nos toca vivir. Esto cada vez es peor, es insuperable", afirma su madre, que ahora integra la comisión de familiares de víctimas de delitos.
Fabricio Peralta

En enero de este año, Fabricio Andrés Peralta Rodríguez, de 19 años, fue asesinado de dos disparos mientras atendía en el almacén de su familia. Él era repartidor de una farmacia en Pinamar Norte y trabajaba para ahorrar dinero, ya que en marzo se mudaría a Montevideo junto a su hermana para estudiar ingeniería en sistemas. Le faltaba sólo un examen en la UTU para terminar el curso de programador. Esa misma mañana sus matadores habían estado en el comercio y el propio Fabricio les había despachado dos cervezas. Por la tarde, los dos jóvenes entraron a robar por una ventana del fondo y le pusieron un revólver en la cabeza a su hermana. Fabricio se resistió y defendió a sus hermanos con una cuchilla en la mano, pero fue ultimado de dos disparos en el abdomen. Su padre también fue gravemente herido (recibió un balazo en la ingle) y su hermana fue objeto de varias amenazas.

Un joven fue enviado a prisión en febrero pero tres meses después quedó en libertad, afirma la familia. Tras la tragedia pusieron la casa en venta y se mudaron a Salinas. La semana pasada su madre fue a su exbarrio y se cruzó con el acusado.
Fabricio Amarelle

En octubre de 2010 Fabricio Amarelle, quien estaba a cargo de un kiosco en Camino Maldonado 5823, entre Venecia y Rafael, fue asesinado luego de que un individuo asaltó el local, en el que se encontraba junto a su novia.

Amarelle lo persiguió y se trabó en lucha con él, pero apareció un cómplice, que había oficiado de "campana" y le disparó un balazo en el corazón.

Fabricio y su novia hacía poco que se habían quedado sin trabajo, por lo que decidieron invertir todos sus ahorros y alquiló el local al dueño, que vive en la zona hace más de 70 años, y que lo tenía en alquiler porque estaba aburrido de que lo asaltaran. Este dijo que en los años que llevaba abierto su negocio en camino Maldonado y Venecia había sido rapiñado unas 17 veces. Las versiones policiales aseguran que desde que el joven estaba a cargo, el local había sido asaltado en tres oportunidades.

"Ella (la novia) fue varias veces a reconocer gente, pero no los vio bien, les escucho la voz. Pero como ella me decía, llega un momento en que son todos iguales. Además uno para seguir adelante tiene que bloquear muchas cosas, porque si no, no podés seguir viviendo", asegura Beatriz, madre de la víctima.

El País Digital

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2 comentarios:

JavierG dijo...

Y con la policía que tenemos es imposible capturar a nadie, aunque quisieran, que no quieren. Yo todavía recuerdo el auto aquel que devolvieron no sé si 24 o 48 horas después de un secuestro express donde no habían encontrado elementos suficientes para identificar a los delincuentes. Lo triste del caso es que el dueño del auto encontró una cédula en el asiento. Los uruguayos estamos regalados y la situación no pinta mejorar.

La Ciudadana dijo...

Tenés razón Javier, es cierto, me había olvidado de ese detalle.

Son de terror, no quieren nada y eso pasa por quien dirige el ministerio, pero parece que acá nadie se da cuenta de nada.