Hay cosas que no se entienden.
Nos tienen a todos aquellos que somos “clase media” y me gustaría que definan los parámetros, sumergidos con el IRPF.
Padres que, con este vaciamiento de nuestros bolsillos, no podemos asumir el costo de la educación de nuestros hijos y se muchos, se ven obligados a cambiar a los niños de escuela, con lo que esto implica para ellos, personas que previeron pagar una propiedad en cuotas, se han encontrado que, a partir de IRPF no pueden seguir pagando los préstamos por más prolijas que sean con sus cuentas y con sus deudas, de vacaciones ni hablar, empleadas domésticas que perdieron su empleo por la misma razón, servicios que ya no se contratan o directamente se dan de baja, y la lista sigue, por lo que es imposible sostener lo que uno antes, tenía ganado por todo lo que trabaja.
Y por otro lado, nos encontramos con estas lindezas, como los 9.000 dólares aproximados que gastó el hermano del vicepresidente, que pagamos todos, y no le corresponden, ya que es un empleado privado, de su hermano, no es funcionario público ni tiene que ver con el Estado, el Sr. Lev gastó 100.000 dólares en viajes en 2 años, la pésima administración y control de la IMM que nos llevó a perder a todos los montevideanos millones de dólares en Casinos, la misma pésima administración que hace 4 períodos que está en las mismas manos con diferentes actores, que perdió el juicio contra sus empleados y que pagaremos todos, el despilfarro generalizado de nuestros dineros, y los controles no existen, o si están, sólo advierten…, la falta de medidas contra quienes a sabiendas, no cumplieron acabadamente con sus funciones, lo que Juan Pueblo les otorgó mediante el voto.
Es una verdadera vergüenza, y el Sr. Presidente debería saber que no sólo hay “manos en la lata” para cortar y él mira para otro lado, sino que cabezas para cortar, porque no se cumplió con la función para la que fueron elegidos o para la que fueron asignados.
Me parece de rigor que la oposición debería pedir una auditoria en todos los ministerios, más que nada en aquellos que encabezaron Muñoz y Arana, controlar específicamente en qué se gastó el dinero de cada ministerio, y qué personal fue contratado por ellos, y en los gastos del Legislativo, para saber si no hay más dinero nuestro despilfarrado, y que luego no haya a quien reclamar o le endilguen a otro el problema.
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