HABLANDO DE INSEGURIDAD
En
el Uruguay de hoy, tres problemas se encuentran al tope de las preocupaciones.
Uno es el de la inseguridad, que ha rebrotado y que es más profundo y de avance
más estructural. Los otros son el de la educación y el de la salud, que en el
estado en que se encuentran ahora, ni con dinero se pueden actualizar y menos
solucionar.
En
los últimos años, la inseguridad ha avanzado como una mancha cancerosa sin
detenerse. Tiene épocas de "altas y bajas" en cuanto a su repercusión, pero
jamás ha retrocedido.
En
una progresión sistemática, la población ha tenido que, además de pagar los
impuestos para que el estado se la garantice, contratar sistemas de seguridad
privados, ha tenido que convertir sus casas en fortalezas, seleccionar el
horario de salida de los integrantes de la familia, a efectos de que siempre uno
quede de “guardia”, con el lógico peligro que lo copen y lo asesinen.
Políticamente
hablando, eso significa un repliegue del Estado, que termina cediendo una de sus
facultades a empresas privadas y la estrategia de la protección del derecho a la
vida y la seguridad a la propia población, pues si se espera por el Estado, la
seguridad "de todos" queda confinada a los sectores más peligrosos.
El
Gobierno hace tres años que viene anunciando que está estudiando medidas para
combatir la delincuencia, la droga y la inseguridad , o sea que hace tres años
que vienen “chamuyando” (al decir del señor Presidente) sobre el tema, pero en
términos ejecutivos, no se ha visto nada, más bien hemos visto y vivido el
deterioro del sistema.
Los
uruguayos somos “inadaptados” en nuestro propio País, pues no nos adaptamos a
vivir con temores,
desconfiando del que se para al lado, nerviosos cuando vamos a pagar una cuenta
o a comprar algo por temor a que asalten el local, etc.
Ahora
la senadora Topolansky comunica que están preparando el “show” de presentación
de las nuevas (¿nuevas?) medidas para combatir la inseguridad, pues las quieren
presentar en un solo paquete para que tengan más efectos sicológicos en la
población y se comprendan en toda su extensión.
Esto
nos representa la imagen de los bomberos, sentados frente a una fábrica
incendiándose, estudiando las causas que motivaron el incendio, mientras el
fuego destruye la fábrica.
Lo
mismo hace el Gobierno, que hace tres años que viene estudiando las causas de la
inseguridad, mientras la ciudad es propiedad de los delincuentes y los uruguayos
somos asesinados sin piedad y lo peor es que los crímenes, asaltos, abusos y
maltratos, son mucho más frecuentes en las clases más castigadas de la
población.
El
problema es generalizado y no hay zona de Uruguay que escape al fenómeno y es
así que vemos con horror como ciudades del interior donde ni noticias de la
inseguridad se tenía, hoy son sorprendidas por este flagelo tan similar al
terrorismo.
Hoy
se discute si se puede allanar en la noche una boca de venta de droga, si el
menor debe ser más o menos castigado, si los presos deben ser tratados y
protegidos con mayores medidas humanitarias que la población que con sus
impuestos los alimentan y los cobijan.
Yo
entiendo que el señor Presidente considere que a estos “nabos” hay que
explicarles que no deben ser “nabos”, que Olesker quiera imponer sus programas
comunistas de rehabilitación (en Rusia , Olesker ya estaría confinado en Siberia
y condenado a trabajos forzoso por incapaz), pero puede entender el Presidente
Mujica que, por encima de su sabiduría, pueden tomarse medidas alternativas que
afecten a los que están matando a nuestra población.
Y
es así, que mientras ellos vuelven a recomponer a las Fuerzas Conjuntas
(Policía y Fuerzas Armadas) , que ellos tanto combatieron en su época de
terroristas, para solucionar el caos de las cárceles y la inseguridad , se debe
actuar de inmediato contra las bocas de venta de drogas, sancionando con medidas
que salgan del Estado e inhabiliten ese comercio (no vivienda), medidas que se
deben coordinar con los Entes quienes les deben cortar de inmediato todos los
servicios que ellos presten, para ser más claro, comprobada la existencia de una
boca de venta, se le debe cortar de inmediato la luz (UTE) , el agua (OSE) , el
gas , etc., castigando a los que luego de efectuado los cortes se “cuelguen” de
los servicios.
Igual
sistema se debe aplicar en los hogares de los padres de los menores infractores
y a los cuales no hay manera de sancionar, seguramente al sentirse afectados no
serán tan condescendientes con sus hijos infractores.
Señor
Presidente ponga en funcionamiento estas sencillas pero efectivas medidas y verá
como algo puede empezar a cambiar y no siga culpando a la prensa por difundir
noticias policiales……..la Ley Mordaza comienza siempre por una punta.
De
algo puede estar seguro Señor Presidente, el viejo Uruguay de la clase media
poderosa, del país "europeo" que se creía distinto de la América Latina
profunda, ha quedado definitivamente atrás.
Jorge
AZAR-GÓMEZ
Ex representante de Uruguay ante
O.N.U.
Mail:
azargomezjorge@gmail.com
Blogalaxia Tags: uruguay, montevideo, vicepresidente, corrupción, fraude, presidente, intendencia, impuestos, IRPF gobierno, seguridad, ley
2 comentarios:
Excelentes reflexiones.
Me pregunto si el gobierno alguna vez entre tantos “estudios” que hace, ha analizado el costo que tiene para gran parte de la población protegerse de los delincuentes.
Costos como: Rejas, Cercas electicas, Concertinas, Alarmas, Cámaras, Empresas de seguridad, Seguros etc., etc.
Me pregunto si un gran número de ciudadanos honestos e indignados decidieran unirse en una gran demanda multimillonaria contra el gobierno para tratar de recuperar ese costo.
Me pregunto si la única forma de llamarle la atención a este gobierno es tocándole el bolsillo.
Si, impecable, y la idea no está mal.
Habría que proponerla en el grupo de Facebook de Uruguayos indignados.
Pero de ahí a que alguien reclame... fijate que ni las familias de las víctimas de la delincuencia han demandado al estado! quizás por no saber o por no lucrar con la muerte de tu ser querido, pero es necesario ponerle fin a tanta locura.
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